31 de octubre de 2011

Capítulo 9: Tiempo contigo.


Narra Evelyn:

Ese día fue muy lindo. Nicholas me presento a su familia completa, y todos fueron muy agradables conmigo. Cenamos en familia y me di cuenta lo lindo que se sentía formar parte de una, aunque sea por unas pocas horas. La verdad yo nunca tuve una verdadera familia. Siempre teníamos problemas, mi madre nos abandonó, mi padre nunca me dio demasiada atención, y la última vez que vi a mi hermano mayor yo tenía ocho años. Él tenía catorce años cuando mi padre lo envió a un colegio pupilo a otro país y jamás volví a verlo. Lo extraño demasiado. Pero ahora seguiré hablando de la familia Jonas… un hogar muy cálido, por cierto. Antes de dormir me coloque mi pijama, pero minutos antes de meterme a la cama, Nick toco la puerta para entregarme una frazada.

-Ten esto. – Dijo. – La noche será fría. – Acotó entregándome la cálida colcha color marrón claro. Al tomarla entre mis manos, sentí el roce de las suyas. Y una extraña sensación recorrió mi cuerpo.

-Gracias Nick. Eres muy atento. – Agradecí.

-Solo quiero que te sientas bien en mi casa. – Expreso tiernamente. – Espero que puedas dormir bien. – Agrego.

-Tu tranquilo, sé que dormiré perfectamente. – Exclame con seguridad.

-Buenas noches. – Dijo despidiéndose de mí, proporcionándome un suave beso en la mejilla. Yo solo sonreí y luego pronuncie unas palabras.

-Que duermas bien, Nick. – Pronuncie expresando mis deseos.

De verdad era extraño estar durmiendo allí. Antes de conciliar el sueño, me mande algunos mensajes con Julieta diciéndole que todo estaba bien, que no debía preocuparse por mí. Además me comunico que hoy todo el mundo estaba buscándome para realizar la presentación, y que al no encontrarme, ella tuvo que mentirles en una tonta excusa. Les dijo que yo había ido a visitar a una prima que hacía mucho tiempo que no veía, y que por eso decidí cancelar mi presentación.

A la mañana siguiente, yo desperté y Nick seguía dormido. Así que termine desayunando con Joseph que estaba en la cocina. Hablamos un poco sobre todo, y me dijo que yo le caía muy bien. Además me conto que Nicholas había dicho cosas lindas sobre mí, que todos en la familia ya sabían que yo era argentina, y que tenía un gran talento musical. Me sorprendí. Nunca pensé que Nick hablaría así sobre mí, en su familia. Cuando el despertó desayuno rápidamente y dijo que Ya debíamos regresar a New York. Pero que antes tenía otro plan.

-Y haber… ¿Qué tienes planeado? – Pregunté con curiosidad.

-Regresaremos a New York en mi auto. Pero como ya es fin de semana, tendremos un tiempo para conocer un lindo lugar que es muy tranquilo. ¿Te gustaría? – Propuso entusiasmado.

-Si… es genial. Seguramente es un bonito lugar. – Conteste encantada. Entonces Nicholas preparo todo lo necesario. Nos despedimos de la familia Jonas, y partimos hacia nuestro destino. En el viaje fuimos escuchando música, y platicando tonterías. El viaje duró unas dos horas. Al llegar, era una zona descampada, había un lago, muchos árboles, el pasto era totalmente verde, un lindo verde. Y se sentía el sonido del viento ir y venir, mezclándose con el cantar de los pajaritos. Un lugar tranquilo, y relajante. Donde se puede descansar en paz, lo describió Nicholas, que luego tendió una extensa lona sobre el suelo, y saco una canasta llena de comida. Se recostó allí, y me invito a hacer lo mismo.

-¿Te sientes bien aquí? – Pregunto con interés.

-Sí. Es hermoso. Estos son los lugares que amo. – Exclame con sinceridad. Él sonrió al saber que yo estaba contenta ahí. Luego abrió dos latas de coca cola y me dio una de ellas. Mientras bebíamos seguimos platicando.

-Estando aquí, contigo, me siento alejado de todos los problemas del mundo real. – Confeso Nicholas.

-Me pasa exactamente lo mismo. – Admití. – No cambiaría por nada este momento. – Dije dulcemente. Luego de una rato nos acercamos a la laguna, y Nick comenzó a arrojarme agua en pocas cantidades, pero salpicando de gotas mi ropa. Yo reí a carcajadas e hice lo mismo.

Narra Nick:

Terminamos los dos dentro de la pequeña laguna arrojándonos agua, empapados por ella. La ropa mojada de Evelyn, se apegaba a su cuerpo, marcando su hermosa figura corporal. Su cabello suelto caía sobre su cuerpo, y su sonrisa la hacía ver aún más hermosa. Estuvimos tanto tiempo allí jugando como dos niños, que comenzó a anochecer, y la tarde que estaba cayendo comenzó a tornarse fría. Corrí al baúl de mi auto y tomé dos toallas que había llevado especialmente para ese día. Aparecí detrás de ella cubriéndola con el mismo. Al verme haciéndolo, sonrió complacida, y me agradeció el gesto. Luego me pidió que no la observe. Iba a cambiarse su ropa mojada. No tenía intención de mirarla, no quería incomodarla. Pero la curiosidad me mato por un momento y velozmente gire y contemple su espalda descubierta. Yo solo sonreí y volví a mirar hacia otro lado. Solamente admiraba su belleza. Mi ropa la cambie con rapidez, pues me vestían sencillo. Regresamos a sentarnos sobre la lona, y saque lo que había sobrado para cenar. Después nos acostamos ahí, a mirar las estrellas, era una actividad que amaba hacer.

-Gracias por este día tan… tan lindo y divertido. – Expreso la chica a mi lado.

-No agradezcas. Fue un placer para mí. – Admití algo tímido. Entre palabra, y palabra, terminamos abrazados ahí mismo. Evi había apoyado su cabeza sobre mi pecho, y yo sostenía su cuerpo con ternura. Sin darnos cuenta, pues el tiempo no interesaba en aquel momento, nos quedamos dormidos. Fue una jornada totalmente hermosa y sin conflictos. Pero al despertar las cosas se tornaron de otra manera, y no continuaron siendo tan lindas. Abrí los ojos y lo primero que percibí fue la temperatura corporal de Evelyn. Su cuerpo estaba ardiente, pero a la vez temblaba. La intente despertar y apenas abrió los ojos.

-¿Qué sucede? – Pregunto perdida.

-No lo sé… estás temblando. Creo que tienes fiebre. – Dije alarmado.

-Nick tengo mucho frío. – Expreso débilmente.

-Tranquila. Te llevaré al auto, e iremos a un hospital. – Indique. Sin pensarlo más, la cargue en mis brazos y la acosté en los asientos traseros de mi vehículo. Rápidamente tomé mi campera de abrigo y cubrí su cuerpo para calmar el frío. Pero algo ocurrió cuando encendí el motor del coche… no podía avanzar. Me baje rápidamente para ver cuál era el problema y me di cuenta que las cuatro ruedas estaban pinchadas. ¡Y solo tenía una de repuesto! Ahora solo me quedaba una opción, y era mi teléfono celular… pero no lo halle. No estaba. Busque el de Evelyn pero este no tenía batería. Me desesperé aún más. Supe que alguien estuvo allí y se encargó de hacer todas esas maldades… alguien robo mi teléfono, alguien rompió mi auto, y seguramente también se encargaron de que mi compañera sufriera fiebre. Estábamos en peligro allí, expuestos totalmente solos. Necesitaba sin dudas encontrar una manera de irnos y de sanarla. La venganza hacia mi estaba comenzando.

[En lo personal, este capítulo fue uno de los más emocionantes que escribí para esta novela. Espero que les guste. Y no se olviden de ¡Dejar su comentario! Y como siempre, les digo GRACIAS por todo el apoyo]

Evi ♥


29 de octubre de 2011

Capítulo 8: Te necesito a mi lado.


Narra Evelyn:

Ese día me levante muy temprano, así podía cumplir con mis obligaciones y luego ir a la casa de Nicholas. Estaba feliz por eso. En él había encontrado una gran persona que podía comprender perfectamente mi manera de ser y mi forma de expresarme. Además por la noche, tenía una presentación en un evento muy importante. Habían quedado encantados con mi performance, y aun querían más.

-¿Qué haces tan temprano? – Pregunto mi mejor amiga.

-Debo terminar algunas cosas y… y luego iré a la casa de Nicholas. – Conté con una sonrisa.

-Ah. Okey. Ahora entiendo la verdadera razón de tu gran entusiasmo. – Expreso y luego rio levemente.

-Adiós. – Dije evitando el tema. – Ya debo irme. Nos vemos en un rato. – Me despedí.

Luego de hacer todo lo que debía, llego la hora de almorzar. Lo hice rápidamente y me fui tranquila hacia la casa de Nick. Al llegar, toque la puerta más de tres veces pero nadie atendía. Y me pareció extraño porque habíamos quedado de vernos a esa hora. Decidí regresar a mi casa y llamarlo a su teléfono. Al hacerlo la primera vez nadie contesto. Pero en el segundo intento oí una voz desconocida.

-Hola. – Dije.

-Hola. ¿Quién habla? – Preguntó la voz detrás del teléfono.

-Soy Evelyn, una amiga de Nicholas. – Contesté.

-Ah, yo soy Joe, su hermano. ¿Querías hablar con él, cierto? – Manifestó.

-Sí, por favor. – Pedí.

-Me temo que eso no será posible. – Dijo algo desanimado. – Tuvo un problema de salud. – Contó.

-Oh, no puede ser… ¿Él está bien? – Pregunté desconcertada por la noticia.

-Ahora sí. Esta descansando. – Expreso. – Pero puedes llamarlo más tarde si quieres. – Propuso. Y supe que eso era lo mejor. Así que hable unos segundos más con Joe y luego finalice la llamada. Me dijo que Nick estaba bien, que se hallaba en la casa de sus padres en New Jersey. Pero igualmente seguía muy preocupada e intranquila. Quería saber realmente lo que había ocurrido con Nicholas. Intente concentrarme en la presentación de esta noche pero era imposible. Necesitaba verlo y comprobar que estaba totalmente bien. No sé porque me sentía de esa manera. Ingrese a internet y descubrí que New Jersey estaba a aproximadamente a 100 kilómetros de New York. Y no lo dude un segundo más. Tomé uno de mis bolsos medianos y guarde un poco de ropa y algunas pertenencias. Después fui hacia la dirección y pedí que me dieran el domicilio de la casa de los padres de Nicholas. Al principio dudaron, pero luego termine convenciéndolos. Pero nadie sabía sobre mis verdaderas intenciones… nadie sospechaba que yo iba a viajar allí. Sí, me perdería mi primera presentación importante, pero la salud de Nick tenía más prioridad para mí.

-¿Dónde crees que vas? – Me detuvo Julieta.

-Nicholas tuvo un problema. Debo ir a verlo. – Dije.

-Pero… no puedes hacerlo. Tienes un evento importante esta noche. – Intento convencerme.

-No. Él es más importante para mí ahora. – Insistí.

-¿Estás segura que perderte esto te hará más feliz? – Cuestiono seria.

-No lo sé. Pero si estaré más tranquila. – Respondí con seguridad. Creo que finalmente mi amiga me comprendió y me dejo ir. La salude con un amistoso abrazo. Y luego fui a sacar el boleto para viajar. Llegue al lugar donde estaban los colectivos, y en pocos minutos emprendí mi viaje. Al llegar a New Jersey me sentí perdida por un momento, pero luego tomé un taxi y le di la dirección indicada. Finalmente me encontré frente a la puerta de ese hogar. Toque el timbre y rápidamente una figura masculina apareció en la puerta. Lo pude reconocer perfectamente… era Joe Jonas.

-Hola. – Dije y sonreí algo tímida.

-Hola… ¿Tú eres? – Pregunto algo confundido.

-Sé que pensaras que esto es una locura. – Exprese. – Pero necesito verlo. – Continúe. – Soy Evelyn. La chica con la cual hablaste por teléfono hace cuatro horas. – Me presente modestamente. El solo sonrió y luego hablo.

-Es un placer tenerte aquí. Se nota que quieres a mi hermano. – Exclamo y luego me guiño un ojo. Joe era una persona la cual rápidamente podía proporcionarte la confianza y la comodidad necesaria. – Entra a casa, no tengas miedo. – Dijo invitándome pasar a adentro. Mientras entraba, me ayudo con mi bolso más grande y lo dejo arriba de una mesa. – Siéntate. Voy a decirle a Nick que estás aquí. – Indico. Así que me senté sobre un cómodo sillón y espere a que Joe regresara.

Narra Nick:

Mi hermano mayor Joe apareció en mi habitación. Yo estaba recostado mirando un poco de televisión, pero algo nervioso porque sabía que Evelyn tenía una importante presentación hoy y yo no podría estar allí. Pero las cosas cambiaron luego de que Joseph hablo.

-Nick, hay alguien que vino a verte. - Comunico. Me sorprendí al oír eso y enseguida pregunte quien era.

-¿Quién es? – Cuestione. Pero Joe tan solo sonrió y siguió sin contestar mi pregunta.

-No lo sé… mejor ve a verla tú mismo. – Dijo retirándose de mi habitación. Con velocidad me calcé mis zapatillas, acomode un poco mi cabello, y fui hacia la sala principal. Realmente me lleve una gran sorpresa al verla allí. Nunca pensé importarle tanto, de verdad. Muchas veces las personas demuestran un falso interés en mí solo porque soy “famoso” pero estaba seguro que esta vez no era así.

-Evi… estás aquí. – Exclame estupefacto pero contento de verla. Ella se acercó y me dio un suave beso en la mejilla.

-Nick, estaba preocupada por ti. ¿Cómo estás? – Preguntó.

-Mejor. Gracias por venir a verme. Realmente significa mucho para mí. – Exprese con sinceridad.

-No tienes que agradecerme… ¿Qué fue lo que sucedió? – Cuestiono con preocupación. Antes de contarle, la invite a sentarse nuevamente en el living, mientras la ayudante de casa preparaba dos cafés. Pero aunque quisiera decirle todo, le confesé solo una parte de lo que realmente sucedió. Le dije que mi diabetes se había descontrolado porque olvide mi insulina. Pero lo que realmente ocurrió fue que cuando salí de la casa de Jason, noté que alguien me seguía detrás de mi auto, así que tomé otra dirección incorrecta, y luego me puse tan nervioso que todo se descontrolo. Aunque afortunadamente el vehículo me perdió de vista.

-Solo fue un descuido. – Mentí. – Pero todavía no entiendo ¿Qué estás haciendo aquí? – Cuestione nuevamente. – Tenías un evento muy importante hoy. – Acoté.

-Lo sé. – Admitió. – Pero sentí que debía estar aquí contigo. Por ahora esto es más importante para mí. – Confeso algo tímida y luego sonrió con dulzura.

Era lindo que una persona se preocupara así por mí. Hacía mucho tiempo que no tenía alguien a mi lado que de verdad se interesara en mi bienestar. Excepto mi familia, que siempre estaba ahí para mí. Y comencé a pensar que podría ser ella la mujer que yo necesitaba en este momento a mi lado.

[¡Hola! Acá les dejo otro capítulo más... espero que les guste. Como siempre les digo, GRACIAS a todas por los comentarios, y por tomarse tiempo para leer mis creaciones. :]]

• Evi •

27 de octubre de 2011

Capítulo 7: Solo soy yo.


Narra Evelyn:

Admito que me sentía muy nerviosa cuando me senté frente al piano, ante todos mis compañeros. No sabía cómo comenzar la canción, aunque anteriormente lo había hecho perfectamente. Me costaba demasiado mostrarme como soy, sacar mis sentimientos afuera, y que la gente sepa lo que verdaderamente siento. Es que solo soy yo. Y no creo tener algo muy importante que asombre a las persona. Muchas veces soy la persona más segura, pero en situaciones así, me convierto en la más insegura del planeta tierra. Además ahora no estaba solo frente a mis compañeros de clase… estaba ante todos mis compañeros del colegio. El piano estaba ubicado sobre un pequeño escenario del colegio, y frente a él estaba yo. ¡Qué difícil era esto! Aunque otras chicas también lo habían hecho antes que yo, era mi primera vez. Nunca antes había estado ahí. Lentamente apoye mis dedos sobre las teclas correctas del instrumento y comencé a tocar la melodía. Rápidamente me acerque al micrófono para comenzar a cantar… era mi primera canción. La gente me miraba y me escuchaba silenciosamente. Mi voz y el sonido del piano era lo único que se oía allí. De repente comencé a sentir un sentimiento extraño… me sentía feliz pero triste. La letra de esa canción me llegaba al corazón cada vez que la entonaba. Me traía recuerdos… Sentí que las lágrimas estaban desbordándose de mis ojos y al instante comenzaron a caer una detrás de la otra, recorriendo mis mejillas lentamente. Intente soportar el llanto… no me quebré totalmente mientras cantaba la canción. Pero al finalizar, oí una grandiosa ola de aplausos. Solo dije “Gracias” y salí corriendo de allí. No podía seguir más. Me metí detrás del escenario y me acurruque en un rincón oscuro. Las lágrimas no se detenían y seguían transitando mi rostro. De pronto sentí que alguien me hablaba. Era una voz conocida.

-Hey… ¿Estás bien? ¿Qué fue lo que sucedió? – Pregunto preocupado. Al abrir los ojos lo primero que observe fue su mano extendida, con un pequeño pañuelo. Mire hacia arriba y vi su rostro… era Nicholas. Tomé el lienzo y seque mis lágrimas rápidamente y luego le proporcione una breve sonrisa.

-Estoy bien. – Dije. – Es solo que esta canción significa mucho para mí. – Acote con nostalgia.

-Creo que te emocionaste porque esa canción salió realmente desde aquí. – Expreso señalando mi corazón. – Y cuando sucede eso es increíble. – Afirmo con una sonrisa.

-¿Tú me viste? – Pregunté confundida.

-Llegue justo cuando estabas empezando. – Respondió. No podía creer que él había estado allí.

-¿Y qué tal? ¿Te gusto lo que hice o estuvo asqueroso? – Cuestione algo insegura esperando una respuesta positiva.

-Evelyn estuviste increíble. Eres una verdadera artista. – Me alago haciéndome sentir mejor. – De verdad, he escuchado a miles de chicos y chicas y tú tienes algo especial. Tienes lo que se necesita para llegar al corazón de la gente. – Aseguro con confianza. Era increíble que alguien como el hablara así de mí.

-Nick… ¿mi canción toco tu corazón? – Pregunté. El miro hacia abajo nervioso. Creo que lo incomode un poquito. Pero luego volvió a fijar su mirada a mis ojos. Los suyos estaban totalmente cristalizados.

-Sí. Lo hiciste. Sinceramente… me llego a lo más profundo de mí. – Admitió demostrando toda su sensibilidad.

-Esto es sorprendente. Es que esa canción es producto de la peor relación amorosa que entable en mi vida y… nunca pensé que reaccionaria así. Pero es mi única manera de descargarme. – Confesé entre lágrimas.

-Evi, está bien. No tienes que avergonzarte por esto. – Exclamo alentándome. – Ten fe. Todo estará bien. – Pronuncio con gran seguridad. Y acto seguido me abrazo con fuerzas. Me di cuenta que entre nosotros se había creado una especie de confianza muy especial.

Narra Nick:

Fui lo más sincero en mis palabras. Esa canción me había llegado más allá de mi corazón. Fue increíble. Después de consolarla durante unos minutos ella fue a almorzar con su mejor amiga Julieta. La contemple unos minutos a lo lejos, y noté que todos se acercaban a felicitarla. Me ponía contento cuando las personas recibían el reconocimiento que se merecían. Había quedado en vernos el día siguiente en mi casa. Quería mostrarle algunas canciones que yo también había escrito. Y tal vez crear algo juntos.

Me retiré del colegio para ir hacia el estudio que Jason tenía en New York. Me dijo que hoy estaría allí y quería hablar conmigo. Subí a mi auto y me dirigí directamente hacía el lugar indicado. A llegar me encontré con mi manager. Estaba un poco preocupado.

-Recibí mensajes anónimos. – Dijo intranquilo.

-Yo también. Pero no te alarmes. Solo quieren asustarnos. – Exprese intentando tranquilizarlo.

-No lo creo. Intentaron entrar a mi casa ayer por la noche. Gracias a Dios no lo lograron. – Contó alarmado. Y no se imaginan… yo me inquiete aún más. Cada día todo se tornaba más peligroso. La situación se estaba yendo de mis manos. Hablamos un rato más con Jason, pero no llegamos a una solución concreta. Deberíamos seguir igual. Cuidándonos y escondiéndonos como si fuéramos asesinos o psicópatas buscados por la policía. Cuando realmente… solo soy yo.

[Hola!! Aquí estoy de vuelta. Mil perdones por hacerlas esperar tanto. Es que me fui de viaje el domingo pasado, y llegue hoy. Recién acabo de terminar el capítulo para subir. Saben que odio hacerlas esperar, y tardar. No veo las horas de leer sus lindos comentarios y replys como siempre lo hago. Espero que les guste. MIL gracias por todo... son las mejores. LAS AMO ♥ :]

• Evi •


22 de octubre de 2011

Capítulo 6: En problemas.


Narra Evelyn:

La salida con Nicholas había sido increíble. Fue todo un caballero, y me demostró ser un chico muy divertido. La verdad que nada se compara con esa salida, ni si quiera la fiesta “top” a la cual estuve a punto de asistir. Cuando llegue a mi apartamento que se encontraba dentro del colegio, Julieta estaba despierta esperándome. Se notaba su insistente ansiedad. Quería saber todo lo que había ocurrido detalladamente.

-¿Cómo te fue? – Pregunto algo alterada. - ¿Se besaron? – Cuestiono nuevamente aún más exaltada.

-Muy bien. – Respondí tranquila. Luego reí al oír la segunda pregunta. - ¡No! Estás equivocada, solo somos compañeros o amigos. Nada más. – Aseguré.

-¿Segura? – Insistió dudosa.

-Muy segura. – Conteste sin decir más nada.

Luego de eso habíamos quedado con Nick que el próximo fin de semana me llevaría a conocer un pueblo pequeño que se hallaba a dos horas de New York, y que era muy lindo. Obviamente acepte esa propuesta. Estaba entusiasmada por seguir conociendo lugares.

Después de hablar un poco más con Julieta, finalmente nos quedamos dormidas. Las dos estábamos agotadas, pero habíamos pasado una buena noche. Al día siguiente, domingo por cierto, me enteré que para la próxima clase de composición musical debía interpretar mi propia canción. Y aunque ya tenía escrita miles, comencé a crear una nueva. Quería sorprender a mis profesores. Al cabo de mucho trabajo, la letra de la canción quedo así:

Estrofa 1

[Tal vez por ti, hoy soy más fuerte que ayer.

Puedo dejar ir el dolor.

¿Creíste que nunca lo haría?]

Estrofa 2

[En algún lugar

Alguien me quiere de verdad

Y quiere darme lo mejor

Ya no pediré por ti]

Estribillo

[Despacio hoy me iré

Sin mirarte una vez más

Déjame ir de una vez

Hoy sé que no volveré.]

Estrofa 3

[Todo junto a ti

No fue más que lágrimas

Me dejaste tan sola

¿Pensaste que no tenía miedo?]

Estrofa 4

[Y ahora me ignoras

Como si nunca hubiéramos sentido amor

Eso se sintió tan mal.

No quiero ser más parte de ti

Esta es mi canción de adiós.]

Estribillo

[Despacio hoy me iré

Sin mirarte una vez más

Déjame ir de una vez

Hoy sé que no volveré.]

Final

[Y ahora sonrío

Aunque me duela todo adentro

Te diré adiós en silencio

Mientras me corazón hoy no da más.]

Y había creado una emocionante melodía con el piano. Estaba segura de la canción, me sentía convencida. Además la letra estaba basada en la última relación amorosa que tuve en mi vida. Sinceramente cuando comencé a salir con ese chico, lo hice con esperanzas de que sucedieran cosas lindas, pero fue todo lo contrario. Nada fue como lo soñé, ni como lo esperaba. Salí lastimada, viví situaciones horribles que odio recordar, pero debo hacerlo para dejar de ir una vez por todas el dolor. Creo que tener la oportunidad de venir a New York me salvo de todo ese infierno. Pero lamentablemente el no entiende que ya no quiero verlo, ni escucharlo, y sigue insistiéndome cada vez que puede. Aunque sé que algún día me dejará en paz… al menos eso espero.

Narra Nick:

Pasar un tiempo con Evelyn tranquilos fue muy agradable. Me di cuenta que es una chica tranquila pero dulce y divertida. De verdad deseo que pasemos más tiempo juntos, y poder aprender cosas sobre ella que aún no he descubierto. Sé que tiene mucho para decir, para mostrar. Por eso la invite a conocer un pueblo cercano, no solo quedara encanta, sino que también podremos conocernos mejor. Después de la salida llegue a mi casa y me dormí al instante. Al día siguiente me desperté normalmente, desayune, y luego decidí revisar mi casilla de mensajes electrónicos. Hacía bastante que no la chequeaba, y tal vez había algo importante. Al comenzar a revisar los correos, me encontré con algo inesperado. Era anónimo. Di un click sobre él, y comencé a leer lo que decía…

“Debemos admitir que tu juego está saliendo muy bien. Sabes esconderte, muchacho. Pero no creas que dejaremos de buscarte… nosotros siempre hallamos una manera para obtener lo que queremos. SIEMPRE. No te olvides que tenemos cosas pendientes… Y ¿Quieres un consejo? Adviérteles a los que te rodean, que por tu culpa podrá ocurrirles una desgracia... digo ¿Quién sabe lo que puede pasar?”

Me quede helado al leer todo eso. Mi corazón se paralizo por un segundo. Que dañaran a las personas que quería era lo peor que podían hacerme, realmente eso era mi debilidad. Las cosas no podían seguir así. Tenía que tomar más medidas para protegerme… o mejor dicho, proteger a ellos. Minutos después de leer eso, golpearon la puerta de mi departamento. Era Joseph. Hacía tiempo que no nos veíamos y queríamos charlar tranquilos.

-¿Ves? Es así todo el tiempo. – Me queje mientras leía el correo.

-Lo sé. Sé que es difícil. Pero Nick, deberías hablar con Jason otra vez. Para mí debe conseguir los papeles falsos, y hacernos pasar como que estamos en otro país, no lo sé. – Propuso mi hermano.

-Ya lo hice. Pero me buscaron y ahora saben que no estoy en Australia. No van a creérselo otra vez. – Conteste enojado. – Y con seguridad personas… se van a complicar las cosas. Comenzaran a meterse con mis amigos y será aun peor. – Dije intentando buscar una solución.

-Tu tranquilo. Kevin y yo nos encargaremos de mamá, papá y Frankie. Ellos estarán bien. Tú ocúpate de buscar una solución o llegar a un acuerdo con ellos. – Planteo tratando de calmarme.

-Si… debe haber alguna manera. – Conteste.

Aunque realmente pensaba lo contrario. Sabía que ya no aceptarían ningún tipo de tratos. Y a medida que pasaba el tiempo las cosas comenzaban a tornarse peor. No sé en qué pensaba cuando acepte a Jason como mi manager, y aun peor… acepte sus ideas y contratos. Si nunca lo hubiera aceptado, no estaría metido en todo este enorme… y peligroso problema.

[Hola gente :]] Quería decirles que estoy muy contenta porque cada día tengo más lectoras, y porque al ver sus comentarios me doy cuenta que les gusta lo que escribo y que realmente lo disfrutan. Siempre les voy a decir: GRACIAS. Porque de verdad todo esto significa mucho para mí. Con respecto a la canción del capítulo de hoy, fue escrita por mí también. Y besada en una experiencia propia. Espero que les guste. Las amo!! ♥ ]

• Evi •



20 de octubre de 2011

Capítulo 5: Todo aún mejor.


Narra Evelyn:

El fin de semana finalmente llego. Había pasado toda la semana conociendo el colegio, y en los últimos cuatro días comencé a entablar una amistad o algo así con Nick Jonas. Realmente las cosas si estaban cambiando en mi vida. Mi profesora de canto me había felicitado por mi primera presentación en la escuela. Debí mostrar mi talento ante todos, y lo hice lo mejor posible. Y afortunadamente, todo estaba saliendo muy bien. El sábado había llegado y esa noche nos invitaron a una fiesta. La organizaba Margaret, y la realizaba en una de las zonas más importantes de New York. Además ella se destacaba por ser la más adinerada del colegio. No había tenido tiempo de hablar con ella, pero igualmente me había dado una invitación a su fiesta, después de felicitarme por mi canción.

-¡Evelyn! ¿Ya estás lista? – Preguntó Julieta impaciente.

-Sí, ya estoy terminando. Espérame un segundo más. – Pedí. Debía terminar con mis últimos arreglos. Me había colocado un vestido color gris y negro, y con un moño por detrás. Complementándolo con un par de zapatos altos color negro. A mi pelo lo deje suelto, y me maquille con naturaleza. No me gustaba exagerar los colores.

-Juli, ya estoy lista. ¿Llamaste al taxi? – Pregunté.

-Sí, acabo de hacerlo. – Respondió segura. Luego tome mi cartera, guardando un poco de dinero y mi teléfono celular allí adentro. Al cabo de unos minutos, el taxi llego y nos dirigimos directamente hacia la fiesta. Segundos antes de ingresar al lugar mí celular comenzó a sonar, y atendí la llamada. Pero primero me sorprendí al ver que era Nicholas.

-Hola ¿Nick? – Exprese sorprendida.

-Sí, soy yo. Lo siento si te molesto, pero primero pensé en llamarte, luego pensé que estarías ocupada, y por ultimo me di cuenta que no perdía nada en hacer una simple llamada. – Exclamo algo nervioso. Yo solo reí por el lio de palabras. – En fin, solo quería invitarte a cenar. – Acoto.

-Que buena idea… solo que estoy a punto de entrar una fiesta. – Dije algo apenada. Pues hubiera aceptado su invitación sin duda. Antes de darle tiempo a contestarle, mi mejor amiga me hablo. – Espera un segundo, Nicholas. – Pedí.

-¿Quién es? – Murmuro mi amiga.

-Es Nick, me invito a cenar. – Conté. – Pero… no puedo dejarte sola. – Exprese.

-No seas tonta ¡Debes ir! Yo me encontraré con otras amigas adentro. No te preocupes por mí. – Me tranquilizo. Yo sonreí feliz. Sinceramente no me agradaban mucho las fiestas, solo iba para acompañar a mi amiga. Prefería hacer cosas más tranquilas.

-Nick, me arrepentí. Iré contigo a cenar. – Acepte encantada. Hablamos unos segundos más, le indique a donde estaba y el pasaría a recogerme. Mientras tanto Julieta ingreso a la fiesta y yo quede esperándolo afuera. Observaba la gran multitud que llegaba a la fiesta, y como otras personas sin invitación intentaban entrar también. Luego de unos minutos, observe como un grupo de cuatro chicos se acercaban directo hacia a mí, sin dejarme de mirar fijamente. Intente alejarme pero ya me habían rodeado.

-¿Quién eres, bonita? – Preguntó uno de ellos intimidándome.- ¿Eres nueva, cierto? – Insistió.

-Sí, así es. Estoy esperando a mi amigo. – Dije fingiendo estar tranquila.

-¿No quieres venir con nosotros? Será mucho mejor. – Propuso uno de ellos intentando convencerme. Ya no sabía que más decir, ni que hacer para alejarme de ellos o que se alejen de mí.

-No, lo siento. Estoy esperando a mi amigo. – Repetí. Pero ellos no entendían. Seguían rodeándome sin dejarme en paz.

Narra Nick:

Llegue justamente al lugar donde ella me había indicado. Observe a lo lejos para ver si podía verla, pero no la noté. Así que decidí ir a buscarla. Antes de bajar del auto me coloque la capucha de mi campera, no quería que la gente notará mi presencia allí, y de esa manera seria mucho más difícil, además de que estaba oscuro. Cuando la vi me di cuenta al instante que intentaba librarse de unos tipos que estaban rodeándola. Percibí su incomodidad, y tal vez un poco de miedo también. Y sin dudarlo, fui a rápidamente a ayudarla.

-Muchachos… ella está esperándome a mí. – Dije por detrás de ellos e inmediatamente giraron a verme. Pero los ignore tomando a Evi de la mano y sacándola de allí.

-¿Estás bien? – Pregunté con preocupación.

-Sí. – Dijo y luego rio. – Pensé que jamás me libraría de ellos. – Acotó bromeando. Y yo reí también. Hablamos algunas tonterías más y luego subimos al auto para irnos a otro lado. Decidí llevarla a cenar a uno de mis restaurantes, no solo porque era un lugar fantástico, sino porque además el dueño era alguien de suma confianza, y no permitiría que me tomaran fotos allí. Al llegar bajamos del auto, entramos al lugar, y elegimos una mesa al fondo.

-¿Te gusta el lugar? – Pregunté.

-Sí, es muy lindo. – Respondió encantada.

-Pide lo que quieras. Yo pago. – Ofrecí. Ella solo sonrió y comenzó a mirar el menú. Y minutos después pedimos nuestras comidas.

-Es extraño esto. Nunca pensé que iba a terminar cenando aquí contigo. – Expreso.

-¿Pero estás contenta, no es así? – Cuestione algo confundido.

-¡Sí! Quise decir que es extraño, pero muy lindo estar aquí… contigo. – Respondió. Y me sentí más tranquilo. Era agradable oír una respuesta así. Mientras cenábamos también pudimos platicar sobre miles de cosas y saber más de nosotros. Cuando nos aburrimos de estar ahí, pagué lo que habíamos gastado, y fuimos a caminar por New York.

-¿Hace mucho que conoces New York? – Pregunto curiosa.

-Sí, veníamos muy seguido aquí. Siempre solía correr cantando por todos lados. – Conté recordando parte de mi infancia.

-¡Que divertido! – Exclamo ella. – Podríamos cantar ahora… - Dijo y luego largo una pequeña carcajada. – No me hagas caso, estoy loca. – Advirtió chistosa.

-¿Por qué no? – Dije aceptando su idea. – Sígueme. – Indique. Y luego comencé a cantar… When I see your face, there's not a thing that I would change. Cause you're amazing, just the way you are. Observe la sonrisa que nació en su rostro al verme cantar, y luego sentí su voz unirse a la mía… And when you smile, the whole world stops and stares for a while. Cause girl you're amazing, just the way you are.

Y fue asombroso oírme cantar junto a ella. Tenía algo especial que transformaba las cosas… haciendo todo aún mejor.

18 de octubre de 2011

Capítulo 4: Un verdadero misterio.


Narra Nick:

Antes de que pudiera cerrar los ojos para dormir, mi celular comenzó a sonar. Era mi hermano mayor, Kevin. Lo atendí, tranquilo, pero extrañado porque mi hermano no solía llamarme a esas horas. Seguramente algo había sucedido.

-Kevin ¿Paso algo? – Pregunté preocupado.

-Llamaron a casa. – Dijo. – Quieren saber dónde estás, te están buscando por todos lados. – Expreso mi hermano nervioso.

-Tu tranquilo… no van a encontrarme. Jason se encargó de dejar datos falsos. Ellos van a creer que estoy en Australia. – Explique intentando tranquilizarlo.

-Bueno, entonces nos quedaremos más tranquilos. Pero ¡Cuídate! ¿Sí? – Pidió mi hermano.

-Lo haré, adiós. Nos vemos pronto. – Me despedí y luego finalizo la llamada.

La verdad es que era insoportable vivir con esos malditos atrás mío. Me robaron un poco de mi tranquilidad. Y lo peor fue que intentamos negociar de todas formas con ellos, pero no quieren nada… me quieren a mí. Ya entendí que me buscan para matarme, que esa es su única manera de vengarse. Ahora no había solución. Todo estaba dicho, y hecho. Deje mi teléfono celular en mi mesa de luz, y me acomode para volver a reconciliar el sueño… y dormir.

Narra Evelyn:

Con mi mejor amiga hablamos hasta muy tarde antes de dormir. No podíamos sacarnos las dudas. Estábamos seguras que Nicholas tenía un motivo muy especial por el cual estaba allí, y no era cualquier tontería. Se había encendido esa duda… ese misterio en mí.

-Es demasiado especial… - Dije emocionada.

-Sí, porque es famoso. – Acoto Julieta.

-No, no. No es por eso. Tiene algo… algo que lo hace muy especial. – Corregí.

Seguimos hablando unos minutos más y luego regresamos a dormir. Su mirada había quedado en mi mente. La confianza que me transmitió cuando me miraba a los ojos al hablarme me había hecho sentir diferente. Nunca nadie me había inspirado así, nadie me había hecho sentir tan bien con palabras.

A la mañana siguiente me desperté como siempre. Julieta no estaba porque ella se levantaba más temprano a tomar clases de pintura… algo que a mí no me interesaba. Me vestí, me maquille con naturalidad, y lave mis dientes. Luego sonó mi celular otra vez, al igual que la mañana anterior, solo que esta vez era mi padre.

-Papá. – Dije. -¿Necesitas algo? – Cuestione cortante.

-Lucas… me dijo que le gritaste, que no quieres hablarle. No seas mala y… - Comenzó a reprocharme pero lo interrumpí.

-Papá… ¡BASTA! – Exclame enojada. – Deja de defenderlo ¿no entiendes que me lastimo, que me hizo daño? ¡No quiero volver a hablar ni contigo, ni mucho menos con él. ¿Entendiste? – Exprese furiosa. Mi padre siempre defendió a Lucas porque es el hijo de su mejor amigo. Pero nunca entendió que él me lastimo… demasiado. Unos segundos después, golpearon la puerta de mi cuarto. Al abrirla, vi a Nicholas.

-¡Nick! – Lo salude contenta de verlo. – Perdón si otra vez escuchaste los gritos… no me dejan en paz. – Me disculpe.

-Evi, ya te lo dije. No debes pedir perdón. Está bien. – Expreso. - ¿Peleaste con tu padre? – Preguntó con curiosidad. Y la verdad no me molesto que quisiera saber. Es más, me pareció que era alguien atento.

-Si… en realidad es una historia un poco larga. – Conteste. - ¿Quieres que vayamos a desayunar juntos? Y en el camino te cuento. – Propuse entusiasmada.

-A eso venia… quería invitarte a desayunar afuera. Y tal vez podía mostrarte parte de New York. – Manifestó. Yo sonreí y acepte encantada. Sé que sería divertido salir con él. Llegamos a un bar muy lindo, cálido, y confortable. Allí entramos y nos sentamos alrededor de una pequeña mesa. Elegí para tomar un café con leche, y Nicholas pidió exactamente lo mismo. Me conto todos los lindos lugares que se encontraban en la ciudad, y luego comenzamos a platicar sobre temas un poco más personales.

-Y bueno… la razón por la que siempre discutimos con mi padre es por la misma. Siempre está contra mí. Todo lo que hago le parece mal. Termine con mi ex novio y el comenzó a contradecirme, dijo que fue lo peor que hice en mi vida. De verdad, no lo entiendo. Aquí al menos estoy más tranquila, no tengo que ver a ninguno de los dos. – Conté algo triste.

-La relación con mi padre también se desgasto un poco últimamente… no hablamos tanto como antes. Me designo un manager, y no hizo más que meterme en problemas. Pero con mi madre y mis hermanos nunca dejamos de hablar. – Relato con tranquilidad.

-¡Que suerte! – Dije. – Mi madre nos abandonó cuando tenía cuatro años o menos. – Exprese apenada. Hubo un silencio por un momento, pero luego el volvió a hablar.

-Tienes que saber que lo mejor está por venir. Seguro que aquí las cosas van a mejorar. – Me alentó.

-Eso espero. Aquí me siento mucho mejor. – Dije sincera. Inmediatamente gusté un sorbo de mi bebida caliente. De verdad estaba deliciosa. Charlamos un poco más, y luego llegó la hora de irnos. La verdad fue extraño contarle a Nick mis problemas personales, pero había una especie de confianza entre nosotros, aunque hacia dos días que nos conocíamos. Pero él seguía siendo bastante reservado con respecto a su vida, porque todavía no lograba mencionar nada sobre ese gran problema que lo llevo a terminar viviendo frente a un colegio de música y siendo parte de él. Era un verdadero misterio.

[¿Que decirles? ¡SON LAS MEJORES! Estoy teniendo muy buenas respuestas de ustedes, y son hermosos los comentarios que me dejan. GRACIAS de verdad. Sin su apoyo, esto no seria lo mismo. Espero que le guste el capítulo... :]

Evi.

17 de octubre de 2011

Capítulo 3: Un encuentro encantador.


Narra Evelyn:

Mi corazón latía mil por hora. Estaba sucediendo todo de repente. Primero la discusión telefónica con Lucas, pues no dejaba de llamarme y no entendía que ya no quería tener contacto con él. Esa situación me había puesto tan nerviosa, que termine gritándole. Y algo que odio es gritarles a las personas, realmente no me agrada. Soy muy tranquila. Pero Lucas siempre se empeñaba en sacar lo peor de mí. Y luego abrir la puerta y encontrarme con mi guía… que no es lo que yo esperaba, en realidad lo que quiero decir es que, es mucho más de lo que esperaba. Y solo rogué que no hubiera oído mis gritos. Pero igualmente, no pude evitar que mis mejillas se enrojecieran.

-Perdón si escuchaste los gritos, es que… - intente dar una excusa pero él me interrumpió.

-Está bien, no pasa nada. Todos tenemos nuestros momentos ¿No? - Expreso con tranquilidad.

-Si… - Conteste. Y en ese instante lo permití ingresar a mi habitación. – Guau… es increíble, en realidad no me esperaba esto. ¿Es una broma verdad? – Exclame totalmente sorprendida por la situación.

-No, no lo es. Sé que es raro, pero… trátame como si solo fuera Nicholas Jonas. – Pidió. Y yo lo comprendí perfectamente. – Acabo de conocerte. Pero necesito confiar en ti. ¿Puedes guardar un secreto? – Cuestiono.

-Claro que sí, lo que sea. – Respondí tolerante.

-Estoy aquí por razones personales… y bueno, no quiero que nadie más lo sepa. – Indico. Me intrigaba saber cuáles eran esas razones, pero no me atreví a preguntarle. No quería ser entrometida.

-Está bien. Cuenta conmigo para lo que necesites. – Dije amistosamente. Estaba tan sorprendida que no sabía cómo rayos actuar. Es por eso que intente mantenerme tranquila y con los pies sobre la tierra, no quería avergonzarme frente a él. Luego de eso, me explico lo que haríamos juntos. Me dijo que podía llevarme a recorrer la ciudad, o que si necesitaba ayuda en alguna especialidad o en lo que sea podía recurrir a él. Era entretenido hablar con él, pues sabía demasiado sobre la música. Si me sentí extraña a su lado… pero no incomoda. Había algo en el que me inspiraba una gran confianza.

Narra Nick:

Sinceramente pensé que las cosas serían más difíciles. Pero no. Afortunadamente fue fácil y cómodo hablar con ella y pedirle que guarde mi secreto. Aunque ¡Acababa de conocerla! Pero mientras platicábamos, conocí más sobre ella. Supe que venía de Argentina, que su instrumento favorito era el piano, y además su pasión era componer canciones. A decir verdad, noté que teníamos muchas cosas en común, y me sentí con más libertad.

-Así que… ¿Qué quieres hacer ahora? – Pregunté mientras veía como tomaba unas hojas entre sus manos.

-Voy a practicar un poco de piano. – Dijo y luego sonrió tímidamente.

-¿No te molesta si te acompaño? – Cuestione. Quería oírla, me causaba mucha curiosidad.

-No, claro que no. Ven conmigo. – Acepto. Nos dirigimos hacia el piano, y se sentó frente a él. Yo me quede de pie para contemplarla mejor. Ubico sus manos con delicadeza sobre las teclas. Al cabo de unos segundos comenzaron a sonar los acordes de una canción conocida, y luego oí su voz. Canto la primera estrofa, y luego comenzó el estribillo…

“And baby your all that I want. When your lying here in my arms, I’m finding it hard to believe were in heaven.

And love is all that i need, and i found it there in your heart, It isn't to hard to see

were in heaven.”

Su voz sonaba con potencia, pero tenía un toque de dulzura que hacia aún más hermosa la canción. Sus manos se movían tan delicadamente sobre las teclas, y creaban la cálida melodía. Esa tímida y sencilla chica me había sorprendido. Nunca pensé que escondía ese gran talento, porque realmente se notaba su pasión, podía transmitirme perfectamente que dejaba todo allí, que lo hacía con el corazón. Al finalizar, giro para verme. Sus ojos estaban cristalizados.

-Siempre me emociono al cantar eso… - Dijo y luego rio tiernamente. - ¿Qué tal lo hice? – Pregunto un poco nerviosa.

-Sinceramente… muy hermoso. – Respondí. – Me llego al corazón. Eres muy talentosa. – La alague. Ojala mis palabras la inspiraran a ir por más. Podría ser una gran artista.

-Gracias. De verdad se siente muy bien que tú pienses eso de mí. – Expreso contenta. – Algún día podría mostrarte mis letras también. – Propuso.

-Sería genial. Tal vez yo también pueda mostrarte mis letras algún día. – Dije con confianza. Admito que también se me ocurrió que algún día podríamos componer juntos… bueno, solo son ideas.

-Me encantaría. Tu música es tan… tan inspiradora. – Exclamo. Me hacía tan bien escuchar que alguien dijera eso.

-Se siente bien saber que inspiro a alguien. – Admití.

-Sé que no soy la única. – Dijo y luego sonrió. Íbamos a seguir hablando pero una chica apareció ante nosotros. Abrió los ojos como platos al verme allí parado. Se quedó paralizada por un momento y Evelyn lanzo una carcajada.

-¡Julieta reacciona por favor! – Exclamo burlonamente.

-Que… Que… ¿Qué hace el aquí? ¡Es Nick! – Se alteró. Pero inmediatamente Evelyn la obligo a cerrar la boca.

-Juli por favor, cállate. No puedes decir nada sobre esto ¿entendido? Yo luego te explicaré todo con tranquilidad. – Dijo intentando calmarla. En minutos la chica se tranquilizó. Y me la presento.

-Nick, ella es Julieta. Mi mejor amiga. – Manifestó. Yo me acerque y la salude educadamente con un beso en la mejilla. Luego le comenzamos a explicar porque yo estaba allí, y las razones por la cual no podía decir nada. En realidad yo solo decía “Por razones personales”, pues no quería asustarlas diciendo que una mafia me perseguía y me buscaba para asesinarme, aunque era la maldita verdad. Antes de oscurecer me despedí de mis nuevas amigas, y regresé a mi casa, que solo quedaba a unos cuantos pasos del colegio. Puedo jurar que la voz de Evelyn había quedado graba en mi mente. La oía una… y otra vez.

16 de octubre de 2011

Capítulo 2: Más de una mirada.


Narra Evelyn:

Más de una mirada de dirigían hacia a mí en aquel momento. Noté que mis piernas comenzaban a temblar con lentitud. – Tranquila… - Pensé. Solo debía decir mi nombre, y ya. En minutos podría sentarme a tomar en paz mi desayuno. La directora se ubicó a mi lado e hizo callar a los demás que no paraban de parlotear. El salón quedo en silencio, y seguían mirándome.

-Alumnos, ella es la nueva estudiante. – Dijo. – Vamos querida, diles tu nombre. – Indico.

-Soy… soy Evelyn. Evelyn Trebor. – Me presenté con velocidad. Pero debía decir algo más. No quería dar una inútil impresión. – Y estoy aquí, porque quiero ser una gran artista. – Acoté y luego les proporcione una sonrisa.

-Y bien… ¿Qué sabes hacer? – Pregunto la directora, más bien llamada la señora Milevich.

-Tocó el piano, canto, y escribo mis propias canciones. – Respondí con seguridad.

-Muy bien. Espero que te sientas cómoda aquí. – Expreso. – Y ustedes, deberían darle un gran aplauso de bienvenida. – Indico a los alumnos que se hallaban allí.

De repente un gran sonido de aplausos invadió el salón. No supe que hacer. Mis mejillas se sonrojaron un poco. Era extraño todo lo que estaba sucediendo. Sin decir más nada, regrese a tomar el desayuno con mi amiga. No quería seguir un momento más allí, frente a todos.

-Y bien… ¿Qué haremos hoy? – Preguntó mi mejor amiga.

-No lo sé… Supongo que tomar clases de algo. – Dije y luego reí por mi tonta respuesta.

Y eso fue lo que hicimos en la tarde. Primero tuvimos en una clase de canto, luego otra de guitarra, y por ultimo una de baile, que creo que fue la más divertida, no parábamos de reír en ningún momento. También me di cuenta que la gente allí era algo indiferente. Cada uno estaba en lo suyo, y ni si quiera volteaban para decirte “Hola”. Pero después de todo, debía acostumbrarme a ese ambiente. Cuando nuestras horas de clases ya habían acabado, la directora me llamo a su oficina. Fui con curiosidad, pues no sabía que quería comunicarme. Al entrar, me permitió sentarme justo frente a ella, pero divididas por un amplio escritorio.

-Señorita, quería comunicarle una nueva notica. Como usted es muy nueva aquí, creemos que es necesario que tengas a una persona para que te guie un poco. No solo aquí dentro, sino también en la ciudad. – Manifestó con preocupación. - ¿Cuál es su opinión? – Pregunto la directora con interés.

-Realmente, no lo sé. No lo creo necesario pues tengo a mi mejor amiga que lleva viviendo hace dos años aquí. – Respondí con seguridad.

-Lo sé. Pero me refiero… a una persona con un poco más de experiencia. ¿Entiende? Creo que la ayudará mucho a adaptarse. – Insistió con su idea. Lo pensé por un momento y me di cuenta que tal vez la señora Milevich tenía razón.

-Pensándolo bien… acepto su propuesta, nunca lo había considerado, pero pensándolo con claridad creo que si voy a necesitar a un guía. – Acepte sin más vueltas. - ¿Quién será? – Pregunté con suma curiosidad.

-Mañana por la mañana el joven irá a buscarte a la puerta de tu habitación. Sé que te agradará. – Expreso y luego me proporciono una cálida sonrisa. Luego me fui. Regrese a mi cuarto. Llame a mi mejor amiga y pedimos pizzas para cenar, mientras no parábamos de parlotear. Le conté que estaba muy nerviosa, y muy intrigada por saber quién era el muchacho que iba a convertirse en mi “coordinador”. Esas dudas me quitaron el sueño durante un largo rato, hasta que logre dormirme.

Narra Nick:

Ya había preparado todas mis maletas. Mi manager me había conseguido un apartamento justo frente al colegio. Así sería mucho mejor. Cargue las maletas en el baúl de mis mustang color negro, y comencé a conducir hasta el lugar indicado. Al llegar tomé las llaves de mi nuevo hogar, y me introduje allí. Era lindo, cálido, espacios pequeños pero confortables. Me agrado el nuevo apartamento. Baje las maletas, y comencé a ordenar un poco. Aunque no pude hacerlo totalmente porque en una hora debía estar en el colegio. Me coloque una gorra en la cabeza, y mis ray-bands color blanco. No quería que la gente me reconociera con facilidad, porque no solo se armarían grandes revueltas de personas, escándalos. Al entrar a la escuela, busque a la directora. Me hizo pasar a su oficina, e inmediatamente comenzó a darme indicaciones.

-La verdad, es un honor tenerte aquí. – Me alago.

-Muchas gracias, señora. El honor es mío. Este lugar es una maravilla. – Conteste con educación.

-No sé si tu manager te lo dijo, pero aquí serás el guía de una de las nuevas alumnas. ¿Te parece bien? – Preguntó.

-Si… siempre y cuando pueda contar con la confianza de la chica. No quiero que todo el mundo se enteré que estoy aquí. – Dije como condición.

-No te preocupes por eso, tú háblalo con ella, y verás que llegaran a un acuerdo. Es una buena chica. – Expreso con tranquilidad. – Su habitación es la numero 188 en el tercer piso. Será mejor que la busques ahora, seguramente te está esperando. – Indico con seguridad. Así que me puse nuevamente de pie, y subí por el ascensor hasta el tercer piso. Luego camine por un largo pasillo, hasta hallar su número de cuarto. Al acercarme, oí gritos, como si estuviera discutiendo con alguien.

- ¿Qué parte no entiendes de que ya no quiero saber más nada contigo? – Escuche del otro lado de la puerta. – Ya me hiciste suficiente daño ¡no vuelvas a llamarme! – Oí por última vez. Y entendí que esa discusión había acabado, entonces golpe la puerta cautelosamente. Al abrirse, observe una chica de unos dieciséis años, era castaña, su pelo era oscuro y le llegaba casi a la cintura. Solo sonrió al verme. Y dijo… “Hola”. En ese momento quite mis lentes que cubrían mis ojos y me presente.

-Hola. Soy Nick, soy tu nuevo guía. – Dije presentándome. – Soy Evelyn. ¿Tú eres mi nuevo guía?- Expreso sorprendida por mi presencia. Y era inevitable. Sé que nadie esperaba encontrarse conmigo de esa manera. Pero en su mirada había algo más… algo especial. Admito que yo también me puse un poco nervioso, porque debía establecer una conversación con alguien que no conocía, y además hacerla sentir cómoda.

[Chicas!! Acá ya les dejo el segundo capítulo. No quise hacerlas esperar tanto, porque las note muy entusiasmadas, y de verdad gracias por apoyar esta novela. De más esta decirle que AME sus comentarios, tanto acá, como en twitter. Gracias, son todos muy hermosos. Espero recibir muchos más, espero verlos cada día que publique un nuevo capítulo. Espero que les guste... :]

P/D: Tengo dos twitters: @EviJonaas & @whoiamevi pero prefiero que me manden los tweets a @EviJonaas :)

Evi.

15 de octubre de 2011

Capítulo 1: Un nuevo comienzo.


Narra Evelyn:

Acomode mis últimos objetos en la maleta. En menos de doce horas estaría en New York. Era increíble que estuviera por suceder, pues me había costado una eternidad convencer a mis padrea para que me diera el permiso de estudiar allí. “No quería tenerme lejos” esa era su excusa, además les costaba dejarme ir sola, porque no cualquier chica de dieciséis años tiene la gran oportunidad de estudiar en Estados Unidos. Pero era consiente que para eso debía sacrificar muchas cosas, pero podía darlo todo, por mi gran pasión, la música. Era el colegio soñado por todo aprendiz de esta modalidad. Había materias como Comedia musical, canto, piano, guitarra, composición, entre otras. Dejando en el pasado hasta las malditas matemáticas que tanto me complicaban la vida. Y si de algo estaba realmente segura, era que en un futuro quería ser una gran música, tener el poder de transmitirle sensaciones a la gente, y poder ayudar al público atreves de mi música. Esas eran algunas de mis ambiciones. Mientras pensaba en como cambiaria todo allí, me ponía más y más nerviosa. Aunque no estaría completamente sola, porque una gran amiga mía ya estaba estudiando en ese colegio, ella se llamaba Julieta. También provenía de Argentina, como yo. Las dos totalmente latinas. Gracias a su ayuda pude obtener una beca allí, porque mi padre no tiene suficiente dinero para pagarme mis estudios, ni suficiente tiempo como para ocuparse de mí. ¿Y qué mejor para el que su hija olvidada estudie en una segura y privilegiada escuela? De repente, el sonido de mi celular me bajo de mi nube de pensamientos, y atendí lo más normal posible.

-¡Evelyn! – Escuche del otro lado del teléfono. - ¡Soy Juli! – Dijo algo exaltada.

-¡Hola! ¿Cómo va todo por allí? – Pregunté.

-Todo perfecto. Pero… no puedo esperar a que llegues, al fin pasaremos todos los días juntas. – Expreso demasiado ansiosa, al igual que yo. Ninguna de las dos podíamos esperar a vernos, queríamos que ese momento llegue rápido.

-Tranquila, amiga. – Dije intentando calmarnos a ambas. – Estaré allí en horas, solo ocúpate de prepararme algo de comer, el hambre me mata. – Exclame graciosa. Pero además Julieta era una gran cocinera.

-Lo haré, Evi. – Afirmo. – Debo dejarte, me están llamando. – Se despidió, y luego corto el teléfono.

Luego de esa breve conversación con mi mejor amiga, un taxi llego a recogerme. El caballeroso señor me ayudo a cargar mis tres maletas al baúl del coche, y luego me llevo hasta el aeropuerto. Allí baje del auto, y con su ayuda logre cargar mis maletas hasta el lugar necesario. Pero antes de ascender al avión observe que mi padre se acercaba con mi hermanastra. Lo mire a lo lejos, y me hizo una seña para que me acercará. Debí hacerlo… me iba por mucho tiempo.

-Adiós, hija. – Dijo despidiéndose de mí. – Te extrañaré mucho. – Acoto. Pero no creí en sus palabras.

-Papá, ya basta. Los dos sabemos que eso no es verdad… y ya, estarás mejor sin mí. – Exprese acompañada de una sonrisa de decepción.

-No, espera… no es así. – Se defendió.

-No importa. – Pronuncie seca. – Adiós. – Dije en un hilo de voz. Me aleje otra vez de él, ya era hora de abandonar esa triste realidad, e ir en busca de otra. Cuando ascendí al avión, me senté cómoda. Me coloque mis auriculares, y comencé a escuchar mis canciones favoritas. Eso me tranquilizaba. Estaba nerviosa porque era la primera vez en mi vida que viajaba en ese tipo de móviles. Me hallaba tan concentrada en mi música, que di un salto cuando sentí que me teléfono celular empezó a vibrar. Lo tomé entre mis manos y vi un nuevo mensaje. Al leerlo, me encontré con algo inesperado…

“Hermosa, espero que no te olvides de mí, espero que podamos vernos pronto, solo quiero estar contigo. Te amo”.

¿Qué demonios le pasa a este chico? – Pensé. Luego de haberme hecho sufrir como lo hizo, de maltratarme, de engañarme… ¿Se anima a mandarme ese mensaje? No entendía nada. Le había dejado todo completamente claro. No quería saber más nada con él. ¿Por qué rayos lo hacía tan difícil? Y justamente ahora que estoy feliz porque comenzaré a vivir mi sueño… Obviamente, no respondí. El silencio y la indiferencia eran lo mejor para esos momentos.

Luego de alrededor diez horas, al fin llegue a mi destino, al lugar más esperado, allí donde comenzaría vivir y a luchar por mi sueño… New York. No pude evitar sonreír de una manera muy especial cuando me di cuenta que después de todo, ya estaba allí. Busque entre toda la gente alguna persona que estuviera esperándome. Hasta que veo, entre toda la multitud, a mi mejor amiga de cabello color negro que llegaba hasta sus hombros, con una resplandeciente sonrisa, esperándome con un cartel en sus manos que decía “Evelyn Trebor”. Al instante corrí emocionada a darle un gran amistoso abrazo. Gritamos. Lloramos. Y saltamos de alegría al vernos juntas otra vez. Hacía más de dos años que no nos veíamos, pero siempre seguimos en contacto.

-¡Al fin tendré una compañera en mi habitación! – Dijo alegre. – La escuela es asombrosa, lo verás tu misma. – Acotó alterada.

-Wow, me muero por ver todo ahora mismo. – Exprese también muy feliz. – No te imaginas cuanto he soñado con este momento. – Pronuncie con lágrimas en mi ojos y regresé a abrazarla nuevamente.

-Juntas las cosas serán más fáciles. ¡Haremos todo lo que siempre soñamos juntas! – Exclamo contenta por todo lo que estaba sucediendo. Y sí, tenía toda la razón del mundo. Con una amiga como ella a mi lado, las cosas no serían tan complicadas como lo suelen ser siempre. Tendría a alguien con quien reír y llorar cada día de mi vida. Era como mi hermana, me conocía por completo. Rápidamente, llevamos las maletas hasta el taxi que nos destinaría directamente hacia el colegio. Allí pude bajar mis cosas, acomodarme, conocer mi habitación. En realidad, me hospedaría en el mismo cuarto de mi mejor amiga, pues era enorme, y había un gran espacio de sobra. Ahí las paredes eran claras, había recortes de revistas pegadas en ella de artistas variados, y también fotos de todo tipo. Yo había llevado ese tipo de cosas para decorar mi espacio. Además también se encontraba un ropero exclusivamente para mí, donde pude ordenar perfectamente mi ropa, y en los cajones guardar otro tipo de pertenencias. Y por último, también me habían preparado un escritorio. Todo era absolutamente lindo, y cálido. Mejor de lo que pensaba. Después de ordenarme y hablar con la directora, oscureció. Así que con Juli cenamos algo rápido, y nos metimos en un veloz movimiento a nuestras camas. Al día siguiente al amanecer, bajamos a desayunar. Todos me observaron, porque era “la nueva”. Antes de que pudiera sentarme a desayunar, la directora me llamo. Me dijo que me iba a presentar ante todos los estudiantes. En ese momento mis nervios aumentaron. Era un poco difícil para mí presentarme ante la gran cantidad de chicos y chicas. Pero debía hacerlo sin protestar.

Narra Nick:

Me senté a pensar por unos minutos. La cantidad de problemas daban vueltas en mi cabeza, y no hallaba una digna solución. La situación estaba sobrepasando los límites, todo ya era totalmente extremo y arriesgado. ¿Por qué demonios todo se me fue así de las manos? Soy un simple chico de dieciocho años, no puedo arreglar esto solo.

-¿Qué quieres que haga? – Pregunté a mi manager. – Tú me metiste en todo eso… yo te dije que no quería formar parte de ese maldito negocio. – Exclame enojado. Y en ese momento el señor Campbell me dirigió una profunda mirada llena de odio.

-Muchachito ¿tu querías que ese CD tenga éxito, no es así? – Expreso.

-Si ¡Pero no de esa manera! ¡Y ni siquiera fue lo que prometieron! – Me defendí. – Fue tu error. – Pronuncie excluyéndome de esos problemas.

-Nos engañaron. Debiste hacerles caso, Nicholas. – Volvió a reprocharme.

-Soy una persona honesta. Todos los saben. No iba a vender una imagen falsa. – Dije preservando mis ideales. - ¿Ahora qué piensas que debo hacer? ¡Van a matarme! – Exclame seriamente.

-Son peligrosos, y por eso, ahora solo debes esconderte de ellos. – Indico.

-Esconderme… ¡Guau, que idea tan genial! ¿A dónde rayos quieres que me esconda, debajo de la cama? – Exprese irónicamente. Esta situación eras frustrante.

-No lo sé, tal vez. – Siguiendo mi juego sarcástico. – Hablo en serio, niño. Tengo la solución ideal. Mira esto… - Dijo entregándome un boletín donde pude leer el nombre de una escuela.

-¿Y que se supone que haré allí? – Pregunté confundido.

-Podrías ayudar con las clases de algunos instrumentos, puedes crear nuevas canciones tranquilamente, pasas la mayoría del tiempo allí, y luego vuelves a tu casa a dormir. Así tal vez dejen de buscarte. – Propuso con inteligencia. Sí, aunque no lo crean Jason a veces tenía buenas ideas.

-Bueno, lo haré. Iré al a la escuela de música popular y artes. – Acepte. A decir verdad, no era una mala idea. Un poco de tranquilidad no me vendría mal, podrían renacer nuevas ideas creativas dentro de mí, eso es genial. Por unos meses dejaría el mundo de Hollywood, intentaría mantenerme alejado de todos los riesgos a los que estaba expuesto por un inútil contrato. Acepto los cambios, y más aún cuando sé que me harán sentir mejor. ¿Quién sabe lo que me espera allí?

[Hola chicas, como ven, acá les dejo el primer capítulo de mi novela. Espero que les guste, que lo disfruten, y que tengan muchas ganas de leer el segundo. POR FAVOR ¿Podrían dejarme un comentario? Es lo único que les pido. Muy pronto subo el segundo... Y no se olviden... DEJEN SU COMENTARIO, aunque sea corto. MUCHAS GRACIAS. ]

Evi.


14 de octubre de 2011

Sinopsis: Alguien como tú.



Luego de miles de intentos, Evelyn siempre termina cayendo. Pero esta vez, parece que al fin logra conseguir lo que desea… Una beca para estudiar en el famoso colegio de artes y música “Popular music and arts school”, en New York. Y luego de estudiar un año entero un nuevo idioma, el inglés, al fin llega el momento de comenzar esa nueva etapa llena de sorpresas. Pero lo que menos se espera, es encontrarse allí con su máximo ídolo, Nick Jonas. Pero no todo es color de rosa en la vida de este famoso y joven músico, pues llega por una razón secreta al colegio. Desde ese momento, la vida de esta chica normal cambiara, y su mundo comenzara a girar en torno a su carrera, mientras recorre un camino de cambios, nuevas amistades y un nuevo amor que será imposible de olvidar.

[Bueno gente linda, me presento para las que no me conocen... me llamo Evelyn, y AMO escribir. Ya publique tres novelas en diferentes blogs, y en las tres he tenido variedad de lectoras. Ustedes son las que más me impulsan a seguir haciendo esto, porque me pone muy feliz saber que les gusta lo que hago, y que sobre todo lo disfrutan. Además acepto todo tipo de criticas, buenas, o malas, siempre y cuando me respeten como a cualquier persona, y me ayuden a crecer. Espero que les guste esta nueva historia que comencé a crear solo para ustedes... Me gustaría saber que les pareció, su opinión. Pueden dejar un comentario aquí, o enviarme un reply a mi twitter: @EviJonaas. Me agradaría mucho recibir sus mensajes, así en breve podre subir el primer capítulos. Y no sé preocupen, yo estoy acostumbrada a avisarles por twitter a todas cada vez que subo capítulo. Gracias :]

PD: Voten POR FAVOR en la encuesta que está a un costado :)

Evi.