30 de diciembre de 2011

Capítulo 22: En un beso, sabrás todo lo que he callado.


Narra Evelyn:
Ya habían pasado tres días desde aquel acontecimiento, donde quisieron llevarse a Nicholas. Por suerte, él ya tenía todo organizado para irnos de viaje unos días. Si… solo días. Teníamos pensado irnos al menos dos semanas pero mis estudios no me lo permitían, me daban solo cinco días para estar ausente. Pero después de todo, eso no era de gran importancia, al menos tendríamos tiempo para pasar juntos, y sí que lo disfrutaríamos… pasar el rato juntos sean días, semanas, meses, o años, no tiene un valor exacto, es lo más lindo que nos puede suceder a los dos.
Ese día ya tenía mi bolso listo para irme, solo quedaba que el vinieras a recogerme. Tocaron la puerta, y sí, ciertamente estaba allí, buscándome para escaparnos juntos.
-Déjame ayudarte con eso. – Dijo tomando mi bolso que estaba un poco pesado. - ¡Wow! ¿Qué tanto traes aquí? – Pregunto gracioso.
-Solo cosas… útiles. – Respondí entre risas.
-No te imaginas lo lindo que es el lugar a donde iremos. – Expreso creando aun una intriga más grande en mí.
-Dices eso y me pones demasiado ansiosa, Nick. – Mencione.
-Está bien, tranquila, en unas horas estaremos allí. – Dijo calmando mi ansiedad mientras me beso rápidamente antes de subir a su auto. Luego Nicholas comenzó a conducir en una dirección que yo no conocía, pero el sí, aclaro. Mientras viajábamos íbamos riendo, escuchando música, conversando sobre cualquier cosa, pensando en que haríamos cuando estuviéramos allá, en fin, hablamos sobre todo.
-Me alegra saber que tú podrás tomarte un respiro de todos esos problemas. – Exprese sincera.
-No importa tanto eso… lo que yo más quiero es compartir tiempo contigo como sea. – Contesto dulcemente y yo sonreí ante sus cariñosas palabras.
Como cuatro horas después llegamos al lugar tan ansiado por conocer. Realmente era hermoso a primera vista, parecía tranquilo. Tenía una enorme playa, y algunas casas y cabañas a su alrededor. Nicholas me dijo que el nombre del lugar era “Cooper’s beach” y que nuestra vivienda por unos días, era la más alejada de todas.
-¿Y qué tal? – Pregunto Nick mientras bajaba los bolsos para llevarlos hasta la cabaña que estaba a unos pocos metros del auto.
-Simplemente, es hermoso, me encanta. – Conteste verdadera. Sentí que me enamoraba a primera vista de aquel paisaje… solo nosotros dos sobre la arena húmeda, pero suave a la vez. El sol cubriéndonos por completo, pero también una brisa de viento que recorría lentamente el lugar, mientras las olas de color turquesa transparente iban y venían, jugando en el mar. Todo era perfecto.
-Lo que se viene aquí es mucho mejor, esto es solo el comienzo. – Dijo de repente Nicholas a mi oído. Yo estaba de espaldas y le me hablo por detrás, y luego me proporciono un dulce beso en la mejilla.
Después de desempacar todo, y organizar las cosas en el lugar, ya estaba atardeciendo, y salimos afuera, a sentarnos a la orilla del mar, a contemplar como el sol se escondía lentamente, mostrando un paisaje hermoso, que daba placer mirar. Pero no justamente observaba eso… estaba concentrada en otra cosa. No podía despegar los ojos de Nicholas. Lo tenía allí, a mi lado, abrazándome con toda la ternura y la calidez del mundo. Veía su rostro, sus brazos rodeándome, respiraba su perfume, simplemente lo sentía a mi lado, finalmente tenía a alguien único. Y me di cuenta que era tan afortunada. Con el mi vida había cambiado para siempre, ya nada sería lo mismo. Lo veía sonreír y eso me llenaba el alma. Tener a alguien así, es increíble. Solo quería amarlo, hacerlo sentir bien, que sepa que yo lo valoraba más que a nada.
-Mi amor… ¿puedo decirte algo? – Dije mientras observábamos con tranquilidad aquel atardecer.
-Claro, lo que tú quieras hermosa. – Respondió.
-No puedo creer que una persona como tu haya llegado a mi vida. –Exprese con sinceridad. – Eres lo mejor que me sucedió. – Revelé dulcemente. Nicholas me miro unos segundos a los ojos y sonrió con suavidad ante mi mirada, para luego hablar.
-Me hace feliz saber que he traído cosas buenas a tu vida. Porque tú eres la luz en mi oscuridad… la persona que puede alejarme de todo lo malo. – Menciono al mismo tiempo que me acariciaba el cabello cariñosamente. Yo simplemente sentí que me hablaba con el corazón.
-Nick tú has traído tantas cosas buenas… - Pronuncie. – Nunca pensé que volvería a enamorar de alguien, por un largo tiempo. Me estaba protegiendo del amor, porque sufrí mucho. Pero cuando te conocí a ti, supe que podía confiar en ti. Y no me importa mostrarme débil, porque sé que tú no vas a lastimarme, no vas a aprovecharte de lo frágil que puedo llegar a ser. – Confesé al mismo tiempo que mi corazón latía a más no poder. Aquellas palabras demostraban absolutamente toda la verdad que escondía en lo más profundo de mí. Todo el tiempo me mostraba como una chica fuerte, fingía que nada podía afectarme, pero por dentro hasta el más mínimo detalle insignificante me dolía. Cualquier cosa, por más pequeña que fuese, podía afectarme y hacerme llorar, pero siempre a solas. Por eso vivía con el miedo de no poder confiar realmente en nadie. Temía a entregar lo mejor de mí, y que me devolvieran lo más preciado destruido, como ya me sucedió una vez. Pero Nicholas era diferente, en él podía confiar, no había dudas.
-Mi vida… conmigo ya no tienes que temer. Yo voy a cuidarte de todo, sería incapaz de hacerte daño. – Exclamo acariciando mi mejilla.
-Lo sé…- Conteste entre suspiros. – Lo sé porque tú me lo demuestras todo el tiempo. – Exclame con una pequeña sonrisa en mi rostro.
-Te amo. – Demostró Nicholas, y al instante sello mis labios lentamente con un beso.
-Yo también te amo. – Pronuncie. Y para aquel momento el sol ya se había escondido, y las estrellas comenzaban a mostrarse en el cielo. Nick comenzó a bromear, para luego tomarme en sus brazos y llevarme corriendo con velocidad hasta empaparnos con el agua del mar. Luego regresamos hasta la casa tomados de la mano tiernamente, caminando por la suave arena de la playa. Al adentrarnos en el lugar, no podía dejar de reír.
-Eres un tonto, Nicholas. – Dije entre risas.
-¿Ah sí? ¿Y porque lo soy? – Cuestiono con picardía.
-Te dije que no quería mojarme, y me mojaste igual. – Fingí quejarme mientras seguía riendo.
-Tú sabes, yo no sigo las reglas jamás. – Se defendió travieso.
-¿Jamás? – Pregunté. Porque generalmente el solía ser un chico serio.
-En realidad… solo cuando me conviene. Y en momentos como estos, no me conviene seguir las reglas. Es más, ahora odio seguir las reglas. – Aclaro dejando en claro sus intenciones en aquel momento. Y sin dejarme responder, me acorralo contra una de las paredes, besándome de una manera tan especial, que me dejo sin aliento.
-Te equivocas… tú no te animas a romper todas las reglas. – Lo desafié.
-Claro que estoy dispuesto, pero solo si tú quieres, si tú me lo permites, mi amor. – Explico insinuando que ya era el momento indicado. Pero yo no conteste con palabras. Solo me apegue aún más a él, regresando a besar sus labios apasionadamente. Nick lo hacía aun con más fuerzas, e hizo que enredara mis piernas en su cintura, de manera que quede colgada de él. Y comenzó a caminar en dirección a la habitación. Ya todo era seguro. Me poso suavemente sobre la cama y por un momento fijo sus ojos en los míos y sonrió sin mostrar sus dientes. Al instante regreso a besarme, mientras lo ayudaba a deshacerse de su remera, mostrando sus abdominales marcados, su perfecta figura. Segundos después desapareció mi musculosa, y así, poco a poco, perdimos todas nuestras prendas. Nos besábamos con pasión, con placer, con gusto de tenernos allí, pero sobre todo con amor, amor real. Antes hacerlo él se colocó la protección necesaria, para estar más tranquilos. Nicholas me trato como todo un caballero, me cuido, se aseguró de no lastimarme, de que estuviera feliz. Ese tiempo se convirtió en el mejor de toda mi vida. Desde ese momento supe que Nicholas no sería un simple amor pasajero, el sería mucho más que eso.

Narra Nick:
No encuentro palabras para describir lo bello que fue ese instante. Toqué el cielo con las manos… en realidad lo tocamos juntos, y eso lo hacía mucho mejor. Fue uno de esos momentos donde realmente me sentí muy seguro y feliz de lo que hacía. En ese acto nos demostramos que éramos el uno para el otro, que junto podíamos tenerlo todo. Y ella era lo único que necesitaba. Podía salir orgulloso a la calle a gritar “Esa es mi chica, y es increíble.” Formar parte de su vida, y dejar que ella entrará a la mía, fue una de las mejores decisiones que tomé en toda mi vida. Sé que nunca voy a arrepentirme de esto. Y voy a amarla hasta no poder más, voy a amarla siempre con todas mis fuerzas.

[Hola! Acá les dejo otro capítulo, perdón por tardar tanto... bueno, en fin, creo que este es uno de los capítulos más románticos que escribí para esta novela, espero que les guste. Gracias por todos los comentarios, HERMOSOS COMO SIEMPRE. Las amo. ]

22 de diciembre de 2011

Capítulo 21: Volverte a ver.

Narra Nick:

Desde el momento en que aquellos tipos nos rodearon, sentí la mano de mi chica aferrada con fuerzas a la mía, y supe que ella no quería irse, quería quedarse conmigo, a mi lado. Pero no podía permitir eso, debía alejarla del peligro y es por eso que le ordene a que corriera en busca de ayuda. Después de todos los intrusos me buscaban a mí, y no a ella. Luego de verla irse rápidamente, yo no podía hacer más nada que seguir las órdenes que me daban. Hasta intente convencerlos de que me dejaran ir, pero nada los haría cambiar de idea. Solo rezaba en mi mente, pidiendo que alguien viniera a ayudarme a salir de este profundo hueco, un hueco de problemas. No sé realmente lo que querían hacer conmigo, pero ataron mis manos detrás de mi espalda, y me introdujeron dentro del baúl del auto. Allí adentro intente desatarme, o hallar alguna solución pero todo era imposible. No entendía que rayos estaban haciendo, pues me dejaron allí adentro, y el auto seguía intacto, no arrancaba, no se movía. Lo único que podía hacer era quedarme ahí, esperando que algo sucediera, dejando que ellos decidieran mi destino, lamentablemente ya no podía hacer más nada.

Narra Evelyn:

Cerré los ojos por un momento, para intentar mantener la calma, y no ponerme más nerviosa de lo que me encontraba. Respire profundamente, pensando en alguna solución para todo esto.  Trate de concentrarme en pensar positivamente, pero nada de eso servía para que mi corazón se tranquilizara un poco. Estaba acelerado, latía tan fuerte y rápidamente que hacía que todo mi cuerpo temblara y en lo único que podía pensar era en volver a ver bien a Nicholas.  En ese instante nos hallábamos un poco alejados de aquel lugar, para poder hablar y oírnos. Espere a Kevin y a Joseph que estaban realizando unos llamados. Hasta que Joe se acercó a mí nuevamente.
-Con Kev estamos haciendo todo lo posible para solucionar esto, vamos a encontrarlo. – Dijo dándome esperanzas.
-Confío en ustedes. – Respondí con una sonrisa triste en mi cara.
-Ahora vas a venir con nosotros ¿Esta bien?  Vamos a ir a hablar con una persona que nos puede ayudar. – Indico. Y yo obviamente acepte, haría hasta lo imposible por encontrarlo.
Danielle y Kevin irían en su automóvil, y yo estaría junto a Joseph, en su coche. Subí al auto de Joe, que el mismo conducía, y de inmediato comenzó a conducir. Por mi parte, me mantenía atenta a todo lo que sucedía, iba observando con suma atención el mundo exterior. Tenía una sensación extraña en mí, como un presentimiento. Hicimos unas diez cuadras, hasta que noté un auto, no sé cómo no podía reaccionar, y gritar que yo conocía ese móvil. Y de repente grite desesperada.
-¡Joe detente! ¡Detente ahora mismo! – Grite totalmente desesperada y exaltada pro lo que había visto. Cuando Joe se detuvo, abrí la puerta con velocidad, y corrí velozmente exactamente dos cuadras hasta el auto que había observado.
-¡Nick! ¡Este era el auto donde se lo llevaron! ¡Era este! – Exclame con certeza mientras comenzaba a espiar como podía atreves de los vidrios.  Afortunadamente, no había nadie allí adentro, nadie peligroso. De pronto sentí que golpeaban el baúl del vehículo, y Joe que estaba ahí conmigo, también lo oyó.
-Mi amor… mi vida ¿estás aquí? ¡Responde! – Cuestione con la sensación de que el si estaba ahí metido. Y discretamente su respuesta comprobé lo que sospechaba.
-Linda, estoy aquí adentro. Tienes que irte, te van a agarrar a ti también. – Me advirtió cuidándome del peligro.
-Te vamos a sacar, no importa que. – Afirme negándole que no me iría de allí. Al instante, Joe comenzó a forzar el baúl con todas sus fuerzas, intentado abrirlo.  Al principio no funcionaba, así que corrió a buscar una herramienta que el traía en su auto, y en un nanosegundo el espacio para el equipaje se abrió y finalmente pude ver a Nicholas otra vez.  Apenas lo observe saliendo, viendo nuevamente la luz, me abalance hacia él, abrazándolo con fuerzas. El me correspondió el gesto, y me apretujó aún más hacia el con sus fuertes brazos. Sentí que su corazón también latía con gran velocidad, al igual que el mío. Joseph sonrió al verlo a su hermano sano y salvo, y sin perder más tiempo corrimos alejándolos del riesgo.
Antes de subir al vehículo de Joseph nos detuvimos un segundo, justo delante de la puerta trasera. Las dos manos de Nicholas sostenían mi rostro con delicadeza, mientras yo las acariciaba con las mías.
-Gracias, mi vida. – Expreso con sinceridad y luego beso mi frente dulcemente. Yo no pude decir más nada, mis ojos estaba totalmente cristalizados en aquel momento. Luego de eso, nos adentramos en el auto, para irnos de allí, antes de que nos persiguieran o algo así. En seguida Joe arranco para llevarnos a otro lugar donde estuviésemos a salvo.
-Nick ¿estás bien? – Preguntamos al unísono con Joseph.                                                        
-Estoy perfecto. No me hicieron nada, solo me encerraron ese baúl. Me faltaba el aire, pero ya estoy bien. – Expreso satisfecho de estar ahí junto a nosotros. Al mismo tiempo yo iba abrazándolo, apoyando cabeza sobre su pecho. - ¿Ustedes están bien? – Cuestiono preocupado.
-Sí, no te preocupes, los dos estamos bien ahora. – Respondí. – Pero cuando de llevaron juro que no sabía qué hacer, perdón por dejarte. -  Mencione verdadera.
-Evi, tú le salvaste la vida a Nick. – Dijo Joe.
-Exacto mi amor, tú me salvaste. ¿Eso te parece poco? – Exclamo mi novio haciéndome sentir más que bien. Yo sonreí porque realmente me sentí feliz, al darme cuenta del coraje que había tenido, y lo abrace aun más fuerte. Finalmente, llegamos a la nueva casa que Joe había comprado en New York. Justo en la entrada nos estaban esperando Kevin y Danielle, que sonrieron felices al ver a Nicholas sano y salvo. Al estar más cerca, se abrazaron como grandes hermanos que eran. Por fin podíamos tranquilizarnos.                                              
-¿Evi, estás más tranquila ahora? – Pregunto Kevin, después de verme hacia horas totalmente nerviosa.
-Si Kev, estoy mucho mejor porque Nick está bien y está aquí. – Respondí con una sonrisa.  Luego entramos a la vivienda de Joe, y ahí seguimos conversando sobre lo sucedido, y las precauciones que debíamos tomar de ahora en adelante. Estuvimos como tres horas ahí. Hasta que decidimos regresar porque estábamos demasiado cansados, necesitábamos acostarnos en nuestras camas, y respirar con tranquilidad, y mucho más Nicholas. Regresamos hacia nuestra calle, pero yo no me fui a apartamento en el colegio, si no que me quede en la casa mi chico. El me presto una de sus remeras para dormir, me la coloque y luego me acosté delicadamente a su lado. 

Narra Nick:

Después de todo lo que había pasado, sinceramente me seguía sintiéndome un poco asustado.  Pero tenerla a ella entre mis brazos, y tan solo escuchar su respiración al verla dormir me hacía feliz. No podía pedir más, tenía a una chica realmente maravillosa a mi lado. Lo único que me ponía los pelos de punta y me preocupada demasiado era exponerla a todo el desastre, a todas esas personas que de verdad solo cargan maldad en sus venas. No quería verla sufrir por ellos, ni que se metieran con ella. Pero finalmente ya no podía pensar más nada, solamente quería cerrar los ojos y por unas horas alejarme de aquel mundo de problemas.
A la mañana siguiente los rayos de sol que se colaban por la ventana de mi habitación, nos despertaron. Creo que yo abrí los ojos unos minutos antes que ella. Evelyn al verme, lo primero que hizo fue regalarme una sonrisa. Y esa era la mejor manera de empezar el día.
-¿Sabes en que estuve pensando? – Mencione mientras seguíamos recostados en la cama.
-¿En qué? – Pregunto ella curiosa.
-Quiero que nos vayamos a un lugar, donde estemos tranquilos y solos, al menos por dos semanas. Tenía pensado alguna playa muy lejos de aquí o lo que tú quieras. – Propuse entusiasmado. - ¿Te gusta mi idea, preciosa? – Cuestione con interés de oír una buena respuesta.
-¡Me encanta! Lo mejor que puede pasarnos es irnos juntos un tiempo. – Exclamo aceptando mi propuesta. Al instante levante un poco mi cuerpo y gire hacia su lado, para buscar sus labios y besarla con ternura, lentamente.
-Entonces arregla todas tus cosas así podemos irnos rápido. ¿Sí? – Indique aún más contento por su reacción. Luego le propuse que también podíamos seguir allí dedicándonos a su música, y que al regresar ya tendríamos todo listo para que pudiera presentarse y competir por grabar su disco.  
-¿Pero estás seguro que podemos irnos? – Cuestiono nuevamente por la inseguridad que le causaba todo lo que estaba sucediendo.
-Evi, confía en mi ¿sí? – Dije con seguridad de que estás bien las cosas saldrían bien.
-Confió en ti, Nick. – Contesto con una sonrisa en su rostro.
Creo que era una muy buena idea irnos juntos por unas semanas. Podríamos estar tranquilos, dedicándonos solo a nosotros, a sentirnos bien. Por un tiempo alejarnos de la realidad, del mundo, de los problemas, los conflictos. Todo por el bien de los dos.

[¡Hola! Acá les dejo el capítulo 21, espero que les guste. Además, quería proponer si les gustaría que yo haga una "twitcam", una de las lectoras me lo propuso (no recuerdo quien) y si a todas las agrada la idea, no tengo problema en hacerlo. Gracias por todo!! LAS QUIERO ♥]



15 de diciembre de 2011

Capítulo 20: Sigue adelante por mi.


Narra Evelyn:

Era viernes, y ya estaba anocheciendo cuando Nicholas llamo a mi teléfono. No estuvimos juntos en todo el día, y ya lo estaba extrañando. Mi música me tenía muy ocupada y él también tenía cosas que hacer y solucionar. Pero siempre, de alguna manera encontrábamos tiempo para vernos. Esta vez me propuso salir a cenar a la noche. Obviamente acepte con un gran entusiasmo, porque todavía me quedaban por conocer millones de lugares en New York. Pero sobre todo porque me sentía muy feliz pasando tiempo con él. Acordamos un horario, para que el me pasara a buscar y desde allí irnos a algún lugar. Rápidamente busque entre mis ropas algo lindo para ponerme, hasta que encontré algo que finalmente me convenció y me lo coloque. Luego hice lo de siempre, peinarme, maquillarme, arreglarme un poco más. Y luego solo me quedo esperar a Nicholas que llego puntualmente. Nos saludamos como siempre, fuimos hasta su auto que se encontraba afuera, para dirigirnos un restaurant donde había reservado lugar.

-Espero que no te moleste… invite a Kevin y a Joe también. – Contó Nick. Yo sonreí. Nunca me molestaría eso.

-¿Molestarme? ¡Nunca! Es lindo poder conocerlos mejor. – Revelé.

-Ellos también quieren conocerte mejor. Kevin vendrá con su esposa, pero Joe está solo. – Dijo y al pronunciar las únicas palabras lanzo una breve sonrisa graciosa. – Aunque en realidad Joe siempre tiene chicas a su alrededor, pero sé que esta vez ira solo.- Acotó.

-Y si… sería raro que alguien como él no tenga chicas que lo busquen. – Dije graciosa.

-¿Alguien como él? – Cuestiono un poco confundido por mis palabras.

-Es que hay que admitir que Joe es muy apuesto. Al igual que Kevin. – Pronuncie fingiendo seriedad. Sabía que esas palabras provocaban un poco de celos en Nick.

-¿Y yo? ¿No soy un hermano Jonas también? – Comenzó a preguntar un poco celoso pero a la vez divertido.

-Bueno tu… - Iba a contestar pero volvió a interrumpirme.

-¿Yo que? – Cuestiono nuevamente pensando que diría algo inesperado.

-Tranquilo Nick. - Lo calmé. – Iba a decir que tú eres el más lindo. – Confesé con una sonrisa pícara en mi rostro. Y al oír esas palabras noté como la expresión en su rostro cambio tiernamente.

-Gracias, me gusto oír eso. – Expreso complacido. – Pensé que me cambiarias por Joe. – Manifestó equivocado.

-¡No seas tan celoso Nick! Nunca te cambiaria. – Lo tranquilice.

-No soy celoso. – Se atajó.

-Si lo eres. – Contradije sus palabras. – Admítelo, se sinceró. – Exclame animada en forma de chiste.

-Bueno, está bien, puede que lo sea, pero solo en estos casos. - Dijo finalmente admitiendo su verdadero sentimiento. Luego seguimos bromeando un poco más, y también me conto que se encargó de reservar el lugar, y que no era un restaurante común, sino que luego de una hora indicada comenzaba una fiesta solo exclusiva para ciertas personas. Al llegar me di cuenta que así lo era, un lugar súper “top”, nunca había estado en un sitio así. Y a decir verdad me sentía un poco extraña, pero nada podía incomodarme porque estaba junto a Nick, a mi lado. Cuando nos acercamos a la mesa, nos estaban esperando Kevin y su esposa Danielle, y Joe junto a ellos.

-Miren, aquí llega Nick junto a su ardiente novia.- Escuchamos a Joe exclamar eso bromeando mientras nos encaminábamos hacia ellos. Y Nick al saludarlo le dio un golpe juguetón.

-¡Ouch! Eso dolió. – Expreso Joseph bromeando nuevamente.

-No exageres. – Contesto su hermano menor que se encontraba saludando a Kevin y a su esposa. Yo me acerque riendo también y los salude a los tres amablemente. Me recibieron genial. Luego nos sentamos todos alrededor de la mesa y comenzamos a platicar.

-Y… ¿Cómo te trata el celoso de Nick? – Cuestiono Joe riendo otra vez. Noté que le encantaba hacer enojar a su hermano. Yo tampoco pude evitar lanzar una risa suave.

-¿Nick? Él es fantástico. La paso realmente muy bien con él. – Respondí mientras observé como mi novio sonreía satisfecho al oír esas palabras. Seguimos conversando todos juntos, entre los chistes que cada dos palabras hacia Joe. Y luego los tres hermanos fueron a buscar algo para tomar, mientras Dani y yo nos quedamos esperando en la mesa. Ella era una mujer muy simpática, amable, realmente me caía muy bien.

-¿Te digo algo? Hacía mucho tiempo que no veíamos a Nick tan feliz. – Confeso. – Con todo esos problemas que tiene dando vuelta, casi no quería salir de su casa. Pero desde que tú llegaste a su vida, algo cambio. – Relato. Y me hizo sentir muy bien al decirme eso.

-De verdad me alegra saber que el ahora este mejor. – Exprese con sinceridad.

-Chicos como ellos valen la pena. – Dijo.

-Sí, lo sé. – Respondí. – Nick me demostró en poco tiempo que es una gran persona. – Acoté.

-Es que tú también lo sabes entender. No debe ser fácil apoyar así a una persona como tú lo haces. Cada vez que Nick habla con Kev, le cuenta sobre lo buena y comprensiva que eres. – Relato con una sonrisa.

-No te das una idea de lo feliz que me pone saber eso. – Pronuncie con un brillo indescriptible en los ojos. Y justo en aquel momento ellos regresaron con las bebidas en las manos. Nick traía una para mí también. Más tarde llego la comida, y cenamos con tranquilidad, también hablando todo el tiempo. Hasta que llegó la hora de levantarnos ahí, porque el lugar empezó a oscurecerse, y se colmó de luces de colores que giraban constantemente. Ahora todo el mundo se encontraba en la pista, bailando, tomando, divirtiéndose. Con Nicholas nos pusimos de pie para dirigiros allí.

-No me gusta este lugar. – Dijo acercándose a hablarme al oído, pues el volumen fuerte de la música nos interrumpía.

-¿Por qué? – Pregunté confundida.

-Porque los chicos te están mirando demasiado. – Expreso receloso. Al instante que oí eso me sonroje un poco, pero luego hice algo para que Nicholas dejara su inseguridad a un lado. Me acerque a él, rodeando su cuello con mis brazos, al mismo tiempo que el coloco sus manos en mi cintura. Luego lo bese apasionadamente, haciéndole saber que nada más me importaba, que el único hombre importante para mí, era él.

-Ahora está mejor. – Expreso al instante en que se despegó de mí. Disfrutamos mucho tiempo allí. Bailamos durante un largo rato, y luego nos reíamos al observar a Joe danzar con aproximadamente seis chicas a su alrededor, todas locas por él. Dani y Kevin también se entretenían juntos. Pero luego de un tiempo, decidimos salir afuera un poco a distraernos, y tomar aire fresco. No había nadie afuera. Estábamos de pie justo a unas cinco o seis cuadras del lugar, nos cubría la oscuridad de la noche, pero de repente las cosas cambiaron totalmente. En un abrir y cerrar de ojos dos hombres nos estaban rodeando, y sin pensarlo aferre con fuerzas mi mano a la de Nicholas. Mi cuerpo ya comenzaba a temblar.

-Cuando yo te diga, tú corres ¿de acuerdo? – Me susurro al oído velozmente, sin que los demás pudieran oír. Los individuos que nos rodeaban se acercaron aún más para separarnos.

-¡Esperen! El problema es conmigo, a ella no la toquen. – Ordeno protegiéndome. Y el tipo un poco dudoso, se alejó de mí, pero no completamente, y quiso volver a sujetarme, pero Nick lo golpeo con velocidad. Fue en ese instante cuando me ordeno que corriera. Realmente no tenía idea de lo que estaba haciendo, mis piernas se movían con agilidad y rapidez, pero lo único que quería hacer era regresar con él. Observe hacia atrás y vi como los dos lo sujetaban y lo llevaban hacia un auto, y me detuve un segundo para registrar en mi mente el color, el modelo, y la patente. Es indescriptible la desesperación que sentía en aquel momento, no quería dejar que se lo llevaran así, pero a la vez debía pedir ayuda, como Nicholas me había ordenado. Finalmente regrese al lugar temblando, buscando ayuda, con más de mil lágrimas en mis ojos, recorriendo mi rostro. Afortunadamente vi a Joe a los pocos minutos de ingresar, y comencé a expresar lo que estaba pasando.

-¡Joe! ¡Joe! ¡Se llevaron a Nick! ¡Se lo llevaron! – Grite junto al llanto desesperado. Joseph percibió mis gritos y se alarmo también, aunque él no entendía exactamente que estaba sucediendo.

-¿Qué está pasando? – Dijo sacándome afuera de lugar para poder platicar con tranquilidad.

-Se llevaron a Nick. – Exprese alarmada mientras las lágrimas seguían descendiendo en mis mejillas. La expresión de Joe cambio totalmente. Se notaba que la intranquilidad y la desesperación comenzaban a aparecer en él.

-No puede ser. – Pronuncio totalmente desconcertado. - ¿Qué fue lo que ocurrió? ¿Cómo sucedió todo? – Cuestiono con velocidad.

-Estábamos afuera… y… y dos tipos se acercaron a nosotros. Quisieron agarrarme a mí también, pero Nick me ordeno que corriera, el los distrajo… se lo llevaron. – Relate entrecortada por el sollozo.

-Dios… que haremos ahora. – Murmuro pensando alguna solución que pudiera servir en aquel momento crítico. Yo seguía con la mirada baja, llorando. No podía soportar que algo malo le sucediera a Nicholas.

-Tranquilízate, tranquilízate por favor. Necesito que me acompañes a buscar Kevin, y no te despegues ni un minuto de mí, porque esto es peligroso ¿De acuerdo? – Indico Joseph con seriedad, y yo asentí con la cabeza. – Sé que es horrible este momento, pero Nick estará bien, lo vamos a salvar. – Expreso intentando que dejará de temblar por el miedo. Luego me dio un cálido abrazo amistoso. Lo necesitaba. De inmediato corrimos a buscar a Kevin, que seguía junto a su esposa y le conté lo que había sucedido. Los dos quedaron paralizados.

-No soportaría que le pase algo malo a Nick. Perdón por no poder hacer nada más. – Pronuncie sintiéndome un poco culpable.

-Evi, no tienes la culpa de nada. Hiciste lo mejor que pudiste, entre todos lo vamos a encontrar. – Indico Kevin afectuosamente intentando aliviar lo malo que me sentía. Me preocupaba tanto Nicholas, pues no sería tan fácil hallarlo, tenerlo otra vez conmigo. Pero ahora debía mantenerme con fuerzas para ayudar en lo que necesitaran, no podía dejarme caer cuando la persona más especial para mi me necesitaba.

[¡Hola! Aquí les dejo el capítulo 20, espero que les guste, creo que las cosas se estan poniendo un poco más turbias y emocionantes. Gracias por el apoyo, y por todos los comentarios!! Las quiero C: ]

8 de diciembre de 2011

Capítulo 19: Solo somos tú y yo.


Narra Evelyn:

La noche anterior había sido un poco agotadora, pero confieso que disfrute mucho mi presentación. Cantar y tocar frente a personas importantes, era intimidante pero un orgullo a la vez, al menos me sentí bien haciéndolo. Pero me estresa tener que fingir simpatía frente a personas que no son muy agradables. Además cuando vi a Lucas allí, me molesto demasiado. Es agobiante que sea tan entrometido. Aunque dejando eso a un lado, todo salió genial. Al regresar me despedí de Nicholas, que me acompaño hasta la puerta de mi habitación, y luego se fue a su apartamento.

A la mañana siguiente, amanecí un poco tarde lo normal, pero no me intereso, quería tomarme el día para relajarme un poco, lo necesitaba. Así que me levante, tomé sin prisa mi desayuno, y luego pensé en hacer algo diferente, y lo primero que se me vino a la mente fue la pileta climatizada del colegio. Todos estarían en clases, y podría tenerla para mi sola, eso sí era fabuloso. Sin pensarlo un minuto más me coloque mi bikini con una estampa delicada de corazones, y luego me puse un vestido cómodo, para no andar mostrándome semidesnuda por todo el colegio. Tomé una de mis toallas, y sin dar más vueltas me dirigí a la pileta. Al llegar me quite mi vestimenta, quedándome en traje de baño. Primero me senté en la orilla y solo toque el agua con la punta de mis pies. Pero al notar que estaba tibia, como me gustaba, me sumergí completamente. Estuve media hora zambulléndome con tranquilidad en la piscina, hasta que sentí algunos pasos. No supe que pensar al principio. Hasta me alarme un poco, pero me tranquilice al ver a Nick.

-¡Amor! ¿Qué haces aquí? – Pregunté sorprendida al verlo.

-Linda, vengo a estar contigo. – Contesto con una tímida sonrisa.

-¿Cómo sabías que estaba aquí? – Cuestione entre risas. Era gracioso que siempre me encontrará.

-Busque por todo el colegio. Este era el último lugar que quedaba. – Contó y luego rió. – Y ahora que te veo aquí… ¿está linda el agua? – Pregunto con intenciones de entrar a la piscina también.

-Esta… cálida. – Dije y sonreí. Sin decir más nada observe como rápidamente se quitaba su remera color negra revelando sus pectorales y sus abdominales bien marcados. Luego se quitó las zapatillas y dejo su reloj a un lado. Quedando solo con un jean. Nicholas se quedó inmóvil unos segundos, y antes de arrojarse al agua, se despojó de su pantalón. Ahora solo lo cubría un bóxer color negro, un poco ajustado. Me sonroje algo al verlo así. Debo admitir que Nick es demasiado sexy, es un placer poder verlo así. Al instante se sumergió al agua, se hundió por unos segundos, y de inmediato volví a ver su rostro, ahora con el cabello mojado, y algunos rulos cayendo sobre su rostro, que luego los hizo a un lado.

-Sé que estabas muy aburrida aquí… pero ahora que llegue yo, eso cambiara. – Expreso bromeando. No sé porque pero no podía evitar sonreír después de cada frase que decía.

-Es que, es muy difícil divertirme a mí. – Dije graciosa.

-Apuesto a que yo puedo divertirte. – Menciono provocador, mientras se acercaba más y más hacia a mí buscando mis labios. Pero cuando estuvo a punto de besarme, me separe de él.

-Si realmente deseas besarme entonces… atrápame. – Lo afronté. Y en un nanosegundo salí nadando a toda velocidad, y noté que él también lo hacía detrás de mí intentando atraparme. Estuvimos un largo rato nadando, salpicándonos agua, esquivándonos, solo como un juego. Era realmente entretenido hacer todo eso. Por último, Nick no perdió más el tiempo, y me sostuvo con fuerzas, apoyándome sobre una de las paredes de la pileta. Abrazo mi cuerpo con sus fuertes brazos, apegándome completamente a él, mientras yo acariciaba su firme espalda, hasta que finalmente percibí sus labios sobre los míos, y comencé a sentir como Nicholas recorría mis labios con pasión. Mi piel se estremeció por completo al sentir las caricias en mi cuerpo, hasta mi respiración se aceleró. Permanecimos así un tiempo, y luego rodee su cintura con mis piernas, colgándome sutilmente de su pecho, y él seguía sosteniéndome. Nicholas hizo que por unos minutos nuestros besos fueran sumergidos en el agua, y al instante volvimos hacia afuera. Tomamos aire por unos segundos, y luego regresamos a unir nuestros labios otra vez, más enardecidos que nunca. Por un momento pensé que todo eso se convertiría en algo mucho más importante… hasta que oí la voz de un hombre.

-Perdón que interrumpa. Pero no deberían estar así aquí. – Exclamo alguien con seriedad. Subí mi mirada para obsérvalo, y note que era Carl. –Sepan que solo sigo las órdenes de la directora. – Acoto. Yo solo seguía en silencio, no sabía que rayos decir.

-Lo siento mucho… fue mi culpa. – Se disculpó mi novio fingiendo arrepentimiento. – No volveremos a hacerlo. – Menciono por ultimo.

-Está bien. – Acepto las disculpas Carl. – Pero ahora mejor salgan de aquí. – Aconsejo serio. Cuando se fue, nos miramos mutuamente estableciendo esa conexión especial, y al instante nos largamos a reír los dos juntos.

-¡Fue tu culpa! – Exprese bromeando entre risas.

-No me culpes ¡tú apostaste lo del beso! – Se defendió y volvió a lanzar otra firme carcajada. – Quisiera saber ¿Quién es él? – Dijo con dudas.

-Lo conoces. Él te ayudo cuando me sucedió lo de la fiebre. Aquí es una especie de preceptor.- Conté y Nick me miro algo confundido y sorprendido a la vez.

-Espera ¿Qué edad tiene? No tiene aspecto de preceptor. – Expreso.

-Tiene como veinticinco años… pero ya está, olvidémonos de él. De verdad creo que ya deberíamos salir de aquí. – Propuse obediente.

-Como tú digas. – Pronuncio Nicholas, regresando hacia mí, besándome por última vez, y luego me sostuvo de la cintura, elevándome hasta dejarme sentada a la orilla de la pileta. Acto seguido, el también abandono la piscina, y corrió a buscar las toallas que estaban alejadas. De repente apareció detrás y me cubrió cálidamente con lo que traía, después se sentó a mi lado, y me abrazo con ternura.

-Sabes… tu eres la chica más especial de todas. – Pronuncio mirándome fijamente a los ojos. Y mi rostro emitió una sonrisa relámpago.

-Y tú el más especial para mí. – Exprese con sinceridad. El también sonrió dulcemente y luego beso mi frente con ternura. Minutos después nos levantamos, y busque mi vestido, para cubrirme. Nicholas hizo lo mismo, tomo su ropa y se vistió con rapidez, antes de que alguien más nos viera ahí. Me sentía tan feliz haciendo todas esas locuras a su lado. No pido más nada, con el tengo todo lo que necesito.

Narra Nick:

Sinceramente compartir tiempo con ella me hacía sentir mucho mejor, ser más positivo, pensar con tranquilidad, disfrutar cada segundo, siendo feliz. Lo único que me distrajo de ella fue aquel tipo, Carl. Me parecía extraño, había algo en el que no agradaba. Y no creía en esas supuestas casualidades… pero luego me di cuenta que yo tenía esos tipos de pensamientos porque últimamente vivía alarmado todo el tiempo, y desconfiando de las personas extrañas. Así que intenten convencerme de que esas ideas eran creadas por mi imaginación. Como no teníamos nada mejor que hacer, invite a Evelyn a mi casa. Allí conversamos y reímos un poco más, y luego nos pusimos a escribir y componer un poco. Ella necesitaba crear música todo el tiempo, y yo adoraba ayudarla en lo que sea.

-¿Y conociste a tu competencia? – Pregunté.

-Sí. Su nombre es Maya… la conocí hace unos días y no sé, fue muy indiferente y fría conmigo. Pensé que nos llevaríamos mejor, o sería un poco más amable. – Contó un poco desilusionada.

-No importa como sea ella contigo, no le des importancia. Concéntrate en tus cosas ¿está bien? – Le aconseje conscientemente.

-Es que estoy tan nerviosa, a veces me siento tan insegura de lo que hago. ¿Qué hay si ella me gana? – Expreso con temor al fracaso.

-Mira, tú eres asombrosa. Toda esta música que escribes es muy buena, y estoy seguro que tú naciste para eso.- La alenté.- Y si pierdes… habrá miles de oportunidades más. – Pronuncie con seguridad.

-Gracias. – Dijo con una sonrisa. – Sé que si llego a perder, nunca dejaré de intentarlo. – Acotó.

-Esas son las palabras que quiero oír. – Mencione con gran ánimo. Y luego retomamos nuestro trabajo y seguimos escribiendo. Nuestra forma de trabajar era bastante ordenada, ella escribía, y yo leía las canciones, y le aconsejaba que podía cambiar, o si estaba perfecta sin cambios. Además yo también escribía, y la consultaba si le gustaría cantarlas. En fin, había un poco de todo. Disfrutaba tanto hacer ese tipo de cosas, era algo que me agradaba demasiado, me hacía sentir bien, me liberaba, me podía descargar perfectamente. Y era un placer componer con la chica que amo, algo incomparable para mí.

[¡Hola a todas! Primero y principal, MILES de disculpas por no subir antes, perdón. No es que no quería, pero estaba como "bloqueada" y no me salia escribir nada bueno. Pero ahora ya pude escribir, así que acá tiene el capítulo. Espero sus comentarios como siempre, gracias por bancarme. Las quiero mucho ♥]

28 de noviembre de 2011

Capítulo 18: Siempre juntos.


Narra Evelyn:

Estuvimos allí animándonos unos minutos. Luego nos sentamos alrededor de mi pequeña mesa, mientras y preparaba dos cafés para beber. Era plena madrugada, y los dos estábamos juntos, despiertos. No podíamos conciliar el sueño con normalidad después de lo que había sucedido. Pero mañana a Nicholas le esperaba un día abrumador, y por eso le aconseje que descansara un poco, pues no resistiría.

-Nick… creo que debes descansar un poco. Al menos recuéstate un rato. – Sugerí.

-Si lo sé. Lo haré, pero con una condición. – Indico.

-Solo si tú descansas conmigo. – Pidió un poco tímido. No pude evitar dejar escapar una leve sonrisa y que mis mejillas comenzaran a enrojecerse poco a poco.

-Creo que así será mejor. – Conteste mirándolo con los ojos brillosos por la sensación que me causaba estar a su lado.

No dude un segundo más y corrí hacia la cama para tumbarme en ella. Ya llevaba mi pijama puesto, así que no tenía que cambiarme, ni sacarme nada. Nicholas hizo lo mismo, apegándose a mi lado. Al instante mi cabeza ya estaba apoyada contra su pecho, escuchando el latir de su corazón, mientras el me acariciaba tiernamente el cabello.

-Creo que te lo he dicho, pero no pierdo en nada en volver a repetírtelo. – Dijo. – Te amo, Evelyn. – Pronuncio sincero.

-Yo también, Nick. – Correspondí a su sentimiento con suma dulzura. Creo que luego de eso los dos cerramos los ojos y pudimos dormir tranquilos unas cinco horas, no más. Yo desperté antes que él, solo porque estaba un poco más animada y deseaba prepararle el desayuno. Me levante con calma, en silencio, sin emitir algún tipo de sonidos que pudiera interrumpir su sueño. Me dirigí al comedor del colegio y encargue dos desayunos que en unos diez minutos ya se encontraban en la mesa de mi habitación. Cuando mi novio despertó y observo lo que yo había preparado para él sonrió y luego me agradeció.

-Qué lindo es despertarse y ver todo esto. – Expreso con entusiasmo.

-Sé que hoy las cosas serán difíciles, pero quiero hacer lo mejor para ti. – Pronuncié.

-Muchas gracias, eres la mejor mi vida. – Dijo cariñoso al mismo tiempo que corría la silla para que yo me sentará a desayunar junto a él. Nunca olvidaba eso de ser caballero, esas actitudes eran parte de él, no necesitaba pensarlas, simplemente eran naturales. Además me conto que su familia estaba por llegar a New York, y que los esperaría en su departamento. Todos venían especialmente para apoyarlo a él, y además que también conocían a Jason y querían despedirse de él. Y aunque él le trajo muchos problemas a Nicholas, igualmente lo apreciaban porque hacía más de tres años que trabajaba junto a ellos. Cuando llegaron los dos estábamos esperándolos. Salude a Denise, una mujer muy simpática, por cierto. Luego a Paul, un hombre muy serio. También estaba Joe y Kevin, los cuales me hicieron sentir como si los conociera de años. Y por último estaba Frankie, que parecía no entender mucho de lo que estaba sucediendo.

-Linda ¿puedo pedirte un favor? – Preguntó Nicholas a un lado.

-Sí, lo que quieras. – Accedí.

-¿Podrías cuidar de Frankie por un largo rato? – Pidió. – Tenemos que ir al velorio de Jason, y de verdad no queremos llevarlo ahí, no es bueno que pase por todo eso. Explico con preocupación. – Perdón si es una molestia para ti pero… - Empezó a disculparse pero lo interrumpí.

-Está bien, lo haré. No tienes que disculparte. – Indique. – Yo me llevaré a tu hermanito, y lo cuidaré como si fuera mío también. Tu ve, tranquilo. ¿Sí? – Exprese para calmarlo. Nicholas se acercó y me dio un breve beso en mis labios, despidiéndose de mí. Era buena la decisión de no llevar a su hermanito allí. Aunque ya tenía once años, no era agradable que viviera todo eso. Cuando todos se fueron le pregunte si quería salir a dar un paseo, pero no quiso. Me dijo que quería mirar televisión y jugar a los videojuegos así que lo deje divertirse a su manera, hasta que el me invito a jugar a uno de sus juegos junto a él. Era una competencia de autos, una carrera. No era muy buena en esas cosas, es por eso que el gano. Fue muy divertido.

-¿Tu lo quieres mucho a mi hermano, cierto? – Preguntó mientras bebíamos dos refrescantes vasos de jugo.

-Sí, adoro a tu hermano. ¿Tú también, no? – Respondí sincera. El solo asintió.

-Extraño pasar tiempo con él. – Revelo.

-Sé que son muy unidos. – Acoté con certeza.

-Siempre lo fuimos… pero desde que empezaron todos los problemas, casi no lo veo. – Admitió algo triste. Cualquiera en estas situaciones podría pensar que un niño de once años no sabe realmente la verdad, pero ellos lo saben todo, lo sienten, lo escuchen, lo viven. Y así sucedía con Frankie, él era consiente de todo lo que estaba ocurriendo. – Por eso prométeme algo. – Pidió tiernamente.

-Lo que tú quieras. – Conteste.

-Cuida a Nick.- Anhelo preocupado. Entre suspiros.

-Frankie, yo te prometo que siempre voy a cuidar a Nick.- Prometí. - Y voy a encargarme que vaya a visitarte más seguido. – Acoté entre risas y el rió también.

Luego que terminamos de merendar seguimos un rato más allí charlando y jugando algunos juegos de mesa. Hasta que más tarde Kevin llego junto a Danielle a recogerlo.

-¿Cómo se portó?- Preguntó su hermano mayor atentamente.

-Muy bien… nos divertimos mucho. – Respondí con una sonrisa. Al instante Frankie se acercó, y me proporciono un beso en la mejilla despidiéndose de mí. Kevin sonrió al ver el gesto del pequeño y luego hablo también.

-Gracias por cuidarlo. Eres una gran chica. – Me alago. – Ahora lo llevaré con mis padres al hotel y yo regresaré con Dani a mi casa. – Contó. – Nick está a punto de llegar, supongo. – Menciono con certeza.

Y así fue, porque luego de unos minutos en que Kevin se despidió de mí, Nicholas regresó a su apartamento, y por cierto, yo seguía allí esperándolo. Noté que se alegró al verme, y ese simple gesto me hizo feliz.

-¿Cómo estás amor? – Pregunté amablemente.

-Bien. Realmente estoy mucho mejor. – Respondió seguro.- Además Joe vendrá a vivir a New York, hoy comenzó a instalarse en un apartamento no muy lejos de aquí. – Relató entusiasmado. Lo animaba tener a alguien como su hermano más cerca.

-¡Genial! – Pronuncie contenta por él. – Y ¿viene a descansar, o por algo en especial? – Cuestione con concernida.

-En realidad viene a grabar una participación especial en una seria que se filma aquí. Pero luego se quedará por un largo tiempo. – Revelo. Entonces continuamos hablando con tranquilidad, hasta que un momento Nicholas comenzó a descargarse, para sentirse mejor. Menciono lo penado que se sentía al principio por lo que le sucedió a Jason, pero que luego de reflexionarlo en soledad, se dio cuenta que él no era el culpable de nada.

Narra Nick:

Me sentí verdaderamente afortunado cuando llegué a casa y ella estaba allí, esperándome, para hablar conmigo, escucharme, o tan solo hacerme compañía. No encontraba alguna manera para agradecerle todo lo que estaba haciendo por mí.

-Gracias por todo, hermosa. – Exprese cariñosamente y luego le di un suave beso en la frente, mientras ella sonreía con amor.- ¿Quieres que cenemos juntos está noche? – Pregunté.

-Aceptaría… pero tengo una presentación en una fiesta importante. Tengo que interpretar tres o cuatro canciones. – Contó. – La directora me pidió que lo hiciera. – Menciono por ultimo.

-¡Buenísimo! Yo te acompañaré, si tú quieres, claro.- Propuse con alegría. Y ella acepto encantada. – Y ahora, si quieres tu puedo ayudar a ensayar ¿Te parece? – Exprese entusiasta por apoyarla y ayudarla en todo eso. Y de inmediato nos fuimos al colegio donde ella practico cerca de dos horas mientras yo la aconsejaba y le daba algunas sugerencias sobre cómo debía hacerlo. Luego de eso, yo volví a mi apartamento a darme una ducha y prepararme para asistir a la fiesta junto a ella, solo para verla. Cuando regrese a buscarla, estaba muy bella, hermosa. Llevaba puesto un vestido violeta, que le llegaba hasta arriba de rodilla, y tenía piedritas brillosas, y le sentaba completamente perfecto. Además la sonrisa que traía puesta en su rostro la hacía ver aún mejor. No alcance a alagarla porque ella comenzó a mencionar lo nerviosa que estaba.

-Nicholas, estoy demasiado nerviosa, no sé si podré hacerlo. No sé cómo me veo y… - Emprendió a expresar pero la interrumpí de inmediato.

-Evelyn, lo harás excelente y estás hermosa, eres hermosa. – La alenté dándole confianza, y expresando sinceramente la verdad, lo que veían mis ojos.

-Si no fuera por ti, todavía no hubiera cruzado la puerta de mi habitación. – Dijo graciosa y seguimos riendo. Subimos al auto, y desde ahí nos dirigimos al lugar del evento. Comimos algo rápido que servían, hasta que llegó la hora en que mi novia debía realizar su performance. Y después de veinte minutos de espera, al fin salió a brillar al escenario. Ella comenzó a hacerlo sensacional, cantaba, tocaba el piano, y se movía por todo el escenario como toda una profesional. Que agradable era verla lucirse allí. En el escenario iba todo genial, pero entre el público observe a Lucas. Él también me vio y me dirigió instantáneamente una mirada de odio. Luego no volví a girar para verlo, pues realmente no quería hacerlo. Me enojaba y me molestaba demasiado verlo allí. Y además solo quería concentrarme en ella. Evelyn al terminar agradeció a la gente que no paraba de aplaudirla, y bajo del escenario dirigiéndose directamente a ser rodeada por mis brazos. En ese momento exprese nuevamente lo excelente que hizo su trabajo, y la bese con cariño. Después se acercaron varias compañeras para felicitarla, y aprovechando el momento, la deje hablando con ellas, y fui hacia donde estaba Lucas que no hacía más que observarla todo el tiempo fijamente.

-¿Qué pasa pensaste que me iría fácilmente? – Cuestiono Lucas.

-Solo vengo a pedirte de buena manera que te alejes de ella. – Reclame un poco enojado halando con seriedad.

-No me lo pidas, porque no lo haré. – Se negó. – Es más, Nicholas, yo estoy aquí para alejarla de ti como sea. – Advirtió.

-¿Alejarla de mí? Jamás lo voy a permitir. – Exprese claramente.

-Es tu deber, tú debes alejarte de ella. Me enteré en todo eso que tu andas ¡La estás exponiendo! ¡Tú no la amas! – Reprocho un poco furioso. Pero yo me enfurecí aún más, porque estaba cuestionando mi amor por ella, algo que solo yo sentía, él no podía saberlo.

-¿Estás diciendo que yo no la amo? – Indague algo alterado. – Sabes, tu eres el que no la ama. ¿Qué crees? ¿Qué no me enteré de todo lo que le hiciste? – Pronuncie con disputa.

-Yo si la amo. – Insistió cambiando de tema.

-No lo creo. ¿Esa es tu forma de amar? ¡Mintiéndole, engañándola, maltratándola y hasta obligándole a hacer cosas que no quería! – Reprendí aún más exaltado que antes. - ¡Guau, que hermosa manera que tienes de amar! – Acoté con ironía, provocando por un momento su total silencio. Creo que iba a responder algo, pero Evelyn justo llego en ese momento, interrumpiendo nuestra discusión, que quien sabe cómo hubiese acabado si ella no llegaba.

-¿Qué está ocurriendo Nick? – Preguntó aferrándose a mi brazo derecho.

-Le estoy aclarando algunas cosas. – Conteste. – Pero ya terminamos. Tú no te preocupes. – Dije.

-Nicholas disfruta tu tiempo con ella, sé que no será mucho. – Expreso amenazante.

-Eso lo veremos. – Pronuncie desafiándolo. El volvió a mirarme con odio y bronca, y sin decir más nada se fue, desapareciendo del lugar.

-Evi, no digas nada. Quédate tranquila que todo está bien. Vamos a disfrutar de la fiesta ahora ¿Está bien? – Propuse ahora sí, un poco más tranquilo.

-¿Pero… que paso? – No pudo evitar cuestionar.

-Lo vi y le ordene que se alejara de ti. No puedo soportar verlo cerca. – Exprese sincero. – Pero, mañana charlamos sobre esto. – Mencione cambiando de tema. Ella no hizo más que buscar mi mano para quedar entrelazados, y así volvimos hacia la fiesta, para seguir charlando con la gente y disfrutando el suceso.

Lucas me parecía un tipo idiota pero no pude evitar seguir pensando en aquellas palabras que dijo “Me enteré en todo eso que tu andas ¡La estás exponiendo!” aunque no porque él lo menciono lo recapacitaba, si no que todas las noches me dormía especulando sobre eso, en que no le sucediera nada malo por mi culpa. Y quería confiar que no iba a ocurrirle nada malo, pero muchas veces sentía cierta inseguridad, y de verdad puedo llegar a matarme si alguien la lastima especialmente por mi culpa. No tendría palabras para describir lo horrible que se sentiría eso.

26 de noviembre de 2011

Capítulo 17: Estaré aquí cuando me necesites.


Narra Nick:

Luego de aquella situación con Lucas, ella todavía seguía un poco tensa. Así que la ayude a tranquilizarse un poco para poder empezar a trabajar, pero primero la invite a dar un paseo por New York, solo para tomar un poco de aire fresco. La acompañe a su habitación a buscar sus cosas, y luego salimos caminando del colegio. Le propuse que tomáramos un helado, y ella acepto encantada. Así que fuimos hacia la heladería, y allí pedimos nuestros sabores favoritos, para luego, seguir transitando la zona más tranquila y pura de la ciudad.

-¿Estás mejor? – Pregunté atento. Ella sonrió cálidamente y luego respondió.

-Sí, yo estoy mejor. Pero… ¿tu cómo estás? – Se preocupó. - ¿Cómo siguen tus cosas? – Agrego amablemente.

-Bien. – Dije algo inseguro. – En realidad la única persona que más podía ayudarme con esto, se fue de vacaciones. – Conté.

-¿De vacaciones? – Cuestiono un poco confundida.

-Sí. Mejor dicho se borró. No quiere hacerse cargo del problema que armo. – Me queje. Realmente la situación era así. – Pero… al menos ahora tengo algo mejor. – Acoté. Y ella sonrío.

-¿Qué es? – Preguntó.

-A ti. – Respondí al mismo tiempo que me acercaba aún más a ella y la aferraba a mi cuerpo tomándola de la cintura. Luego la bese cálidamente con dulzura.

-Es bueno saberlo. – Susurro algo tímida. Seguimos caminando así, entrelazando nuestras manos y platicando sobre todo. Era tan placentero pasar el tiempo así. Realmente me olvidaba de todos mis problemas que todavía seguían presentes. Después de pasar durante unas dos horas, regresamos al colegio, ahora si a trabajar. Debía ayudarla a preparar sus primeras canciones. Y sinceramente no era una labor para mí, pues lo hacía con gusto, era apasionante para mí crear música, y ayudar a los demás en eso. Además tenerla a ella a mi lado, lo hacía aún mejor. Me inspiraba aún más.

-Tenía canciones escritas, pero las olvide en el estudio de Jason. ¿Me acompañarías a buscarlas? – Pregunté entusiasmado.

-Sí, claro. Como tú quieras. – Acepto.

Entonces nos fuimos los dos hacia mi auto, y nos subimos allí. Comencé a dirigirme hacia el lugar indicado, hasta llegar. Al bajar del auto le indique a ella que me siguiera por detrás. Llegue a la puerta, y me di cuenta que estaba abierta. Realmente me pareció muy extraño, porque él siempre tiene todo muy bien cerrado. Igualmente decidí entrar, quería averiguar que rayos había ocurrido.

-Evi, espérame aquí afuera ¿sí? – Pedí.

-Está bien, pero… ¿Por qué? ¿Paso algo? – Cuestiono confundida.

-No lo sé… la puerta está abierta, me parece raro. – Explique.

-Entonces te acompaño. No voy a dejarte solo. – Expreso un poco preocupada. Por un momento lo pensé y supe que era mejor dejarla entrar conmigo, y no que se quedará esperando afuera, totalmente sola.

-Bueno, ven conmigo. – Acepte y la tome de la mano. Comenzamos a caminar cautelosamente por el lugar. Era bastante grande, así que había que tener un poco de precaución, quien sabe con qué nos encontraríamos. Revisamos el living, la cocina, el comedor y hasta las habitaciones y no hallamos nada. Pero al llegar al lugar del estudio, si nos encontramos con algo totalmente horrible e inesperado. En un instante Evelyn estaba de espaldas a lo descubierto, aferrada a mí, apoyando su rostro en mi hombro. Y al contemplar esa imagen mi piel se estremeció totalmente, un sudor frío recorrió mi cuerpo entero, mi corazón se aceleró de repente y no hice más que cerrar mis ojos por un momento. El cuerpo helado de Jason yacía allí, sobre el rígido piso. El jamás había abandonado New York, nunca se fue de vacaciones, siempre estuvo ahí, esperando que alguien lo encontrase, ya muerto. Supongo que los Richardson tramaron todo esto, que es completamente cruel. Sé que es una advertencia para mí, y la peor de todas.

-Sácame de aquí Nick, por favor. – Pidió mi novia que no hacía más que temblar del espanto y el pánico. Instantáneamente salimos de esa sala, y nos sentamos sobre un gran sillón que vimos allí. Los dos estábamos totalmente en shock, ninguno de los dos lograba reaccionar inteligentemente. Pero solo era yo el que debía hacerse cargo de todo esto. No hacía más que sostener mi cabeza entre mis manos, pensando que debía hacer.

-Quédate aquí. Llamaré a la policía, a una ambulancia para que lo saquen de allí. – Indique. - ¡Mierda! – Grité elevando un poco mi tono de voz al mismo tiempo que golpeaba un mueble, a causa de la bronca y el dolor que se estaba produciendo dentro de mí. Noté como los ojos de mi chica se exaltaban aún más al ver mis lágrimas deslizarse por mi rostro. Ella se puso de pie de inmediato y corrió a consolarme.

-Nick, tu eres muy fuerte. Esto va a pasar, y… y lo vamos a superar. – Dijo abrazándome para fortalecerme.

-No lo sé. – Exclame quitándome algunas lágrimas. – Esta vez Jason fue la víctima, pero podría haber sido cualquiera, mi madre, mi padre, mis hermanos… o tú. – Exprese con dolor. – Ya no sé qué hacer. – Acote débilmente.

-Vas a salir adelante, todo tiene solución, Nicholas. – Me animo. – Y ¡Escúchame! – Indico haciendo que la observara directamente a los ojos tomando mi rostro con sus manos. – Yo estaré contigo, estaré aquí siempre porque te amo. – Pronuncio con sinceridad.

-De verdad, no sé qué haría ahora sin ti. – Confesé abrazándola con fuerzas, presionándola sobre mi cuerpo, rodeándola con mis brazos mientras yo sentía los suyos alrededor de mi cuerpo. Nos quedamos unos largos minutos así. Hasta que la solté para hacer lo que debía. Llamar a la policía, contarles lo sucedido. Y que pudieran sacar el cadáver de Jason de ahí, aunque suene muy crudo decirlo así, pero era la realidad. Cuando llego toda la policía, comenzaron a revisar toda la casa, y antes de que yo pudiera contar sobre los Richardson, sacaron la conclusión de que todo había sido un asalto, y que a causa de eso lo asesinaron. ¡Claro! Ahora entendía un más su plan… lo asesinaron y dejaron todo arreglado para aparentar un asalto. Esos hombres no eran nada idiotas, pero la seguridad, sí. Estuvimos como cinco horas ahí, esperando a realizaran todo. Hasta que nos dejaron regresar. Estaba totalmente cansado, quería ir a mi casa y ducharme de inmediato pues todavía no podía dejar de sentir ese horrible olor que había en la sala de estudio. Mientras íbamos en el auto, llegamos y estacione justo frente al colegio.

-¿Estás bien linda? – Pregunté a Evelyn que se había mantenido en silencio durante todo el camino.

-Sí, estoy bien. – Contesto.

-Perdón. Vienes a New York en busca de una mejor vida y yo te hago vivir todo esto. De verdad lo siento mucho, soy una basura. – Me disculpe con sentimiento.

-No digas eso. – Dijo en desacuerdo con mis palabras. – Eres la mejor persona que he conocido desde que llegue aquí. No eres una persona mala, ni una basura. Eres una buena persona a la cual le han sucedido muchas cosas malas. Pero como tú me dices siempre… ten fe. – Me alentó. Yo no hice más que abrazarla otra vez y luego la bese con ternura rápidamente. Luego bajo del auto, e ingreso a la escuela. Los dos necesitábamos tiempo, para descansar. Al entrar a mi casa lo primero que hice fue llamar a mi familia y contarles lo que había ocurrido. Todos se alarmaron por completo, y me dijeron que en la mañana estarían aquí. Luego de eso entre a darme una ducha, para despejarme un poco. No comí, no tenía nada de hambre. Lo único que hice fue acostarme en mi cama, con los ojos totalmente abiertos pues no podía conciliar el sueño, no lograba dejar de pensar en todo lo sucedido, no podía pretender olvidarme de aquellos hechos, y esa horrible imagen que vi con mis propios ojos. Aprecia una y otra vez en mi mente, y no conseguía dejar de sentirme el culpable… de todo.

Narra Evelyn:

Realmente era terrible y aterrador todo lo que estaba sucediendo. Luego de ducharme rápidamente, me recosté en mi cama. Todavía seguía paranoica y muy asustada por lo sucedido. Mi corazón seguía latiendo más rápido de lo normal, sentía que mi anatomía seguía tiritando con miedo. Ya presentía que no podría dormir en toda la noche. Quería hablar con Nicholas, pero a la vez sentía que debía darle su tiempo para procesar las cosas. Esto era demasiado para él, era consiente de todo el dolor que le habían provocado, de todo el malestar que seguramente llevaba dentro de él. Fue en medio de la madrugada cuando mi celular sonó. Yo tenía mis ojos entre abiertos, deseaba dormirme pero no podía hacerlo. Observe la pantalla y era un mensaje de texto de Nicholas.

“¿Tu tampoco puedes dormirte?” – Decía en el mensaje. Al instante lo respondí.

“Yo tampoco puedo hacerlo. Quiero estar contigo.” – Conteste con sinceridad.

“Entonces solo abre la puerta” – Indico. Y así lo hice, observándolo a él, allí parado. No pude evitar sonreír entre todo el dolor. Ese gesto de su parte fue muy tierno y considerado, sentir que él también quería estar conmigo era magnífico. Por su parte, no me dejo emitir alguna palabra, pues se apegó a mí de repente, envolviéndome cálidamente con sus brazos y sellando mis labios con los suyos, besándome con mucho afecto.

-Tú eres la única que puede hacerme sentir bien.- Confeso mirándome directamente a los ojos. – Quédate conmigo siempre. – Pidió mientras me aferraba sus brazos.

-Siempre lo estaré, nunca me iré. – Prometí juntando nuestras miradas, mientras observaba caer algunas lágrimas de sus ojos. Podía notar su sensibilidad a la perfección, necesitaba a alguien que lo amará de verdad y lo ayudará en todo esto. Nada era fácil para él, y siempre se intentaba mostrar fuerte. Desde que llegue aquí, Nicholas fue el único que me dio esperanzas, y me ayudo a empezar a mejorar mi vida. Estuvo cuando yo lo necesite, en todo momento. Ahora el precisaba de mí, y yo también estaba allí, frente a él, para darle todo lo que pudiera, y brindarle lo mejor de mi ser. Desde ese momento, supe que nos teníamos el uno al otro, y que nunca nos abandonaríamos.

[¡Hola! Mil perdones por tardar tanto en subir, lo que pasa es que estoy muy cansada con las cosas del colegio, pero ahora me hice un tiempo y pude escribir. Odio tardar tanto, no me gusta hacerlas esperar. Bueno, en este capítulo pasa algo muy importante, porque ya la novela comienza a tornarse un poco más oscura... Espero que les guste. Las quiero ♥]

21 de noviembre de 2011

Capítulo 16: Sé que te amaré siempre.


Narra Evelyn:

Después de ese día “diferente” junto a Nicholas, supe desde un principio que ahora las cosas serían distintas. El estaría para mí, y yo para él, todo el tiempo, sin importar nada más. Era extraña y linda a la vez la conexión que establecimos desde que nos conocimos. Nunca me sentí incomoda con él, siempre pude mostrarme tal y como soy, y creo que a él también le sucede exactamente lo mismo. Siento que lo conozco desde hace mucho tiempo atrás, como si hubiéramos compartido el tiempo desde que nacimos. Jamás pensé en encontrar una persona así. A decir verdad, algunas veces lo soñé, pero no se me paso por la cabeza que ese momento llegará finalmente. Luego de salir de la casa de Nick, llegue hasta el colegio, y me dirigí a mi habitación. Me di una ducha rápida, y me prepare como acostumbraba para empezar con mi día, que seguramente sería un poco frustrante porque debía arreglar mis asuntos con Lucas.

Cuando llegue a la sala donde se encontraba un piano, y que la directora me había cedido especialmente para mí, noté que estaba Lucas esperándome. Estaba sentado y sonrío al verme. Me detuve un instante antes de acercarme más y él se puso de pie.

-Hola. – Dijo.- ¿Cómo estás? – Pregunto rápidamente.

-¿Cómo crees que estoy después de lo que hiciste ayer? – Respondí sin saludarlo.

-No quise hacerlo… tú me obligas. – Contesto defendiendo su actitud.

-No empieces de nuevo. – Lo interrumpí. – No entiendo que haces aquí. Tú no sabes nada sobre esto. - Indagué.

-Estoy aquí para ayudarte. – Expreso.

- No lo haces. Ni puedes hacerlo. ¿Qué sabes tú sobre música o de manejar la carrera de una artista? – Volví a cuestionarlo nuevamente.

-En eso puede que tengas razón, pero no es un motivo para irme. Tu padre me dejo a cargo. – Pronuncio firme.

-Lo sé, pero no te necesito aquí. Quiero que te vayas. – Exigí.

-Sí, tú me necesitas aunque lo niegues. Tu amiga se fue, y por lo tanto tú estás sola ahora, como siempre lo estuviste. – Exclamo haciendo que esas palabras llegaran a lo más profundo de mí abriendo nuevamente aquellas heridas que ya estaban cicatrizadas. Estuve a punto de responderle, pero una voz conocida interrumpió.

-Ella ya no está sola. Yo estoy aquí para ella. – Expreso Nicholas entrando hacia la sala y dirigiéndose justo hacia nosotros. Supe que él había estado escuchando nuestra discusión, o al menos la última parte. Mi reacción al verlo allí fue solo una sonrisa de satisfacción. Eso lo decía todo.

-Já. Y haber… ¿tú quién eres? – Pregunto Lucas burlonamente.

-Soy su novio. – Contesto Nicholas firme y seguro. Y los dos se miraron desafiantes. Lucas emitió instantáneamente un gesto de confusión, pero no tardó en responder.

-Ah bueno, debí saber que no tardarías en encontrar a alguien para llevar a la cama. – Dijo un poco furioso con ironía. Yo solo lo mire indignada, otra vez volvía a sentir el asco que me causaba oír sus palabras, y más aún cuando eran puras mentiras.

-¿Qué acabas de decir? – Cuestiono Nick también molesto por las palabras de Lucas.

-Que tu novia es una perra. – Me insulto.

-¿Cómo te atreves a decir eso? – Disputo Nicholas acercándose mi ex novio un poco furioso.

-Tú acabas de conocerla, no sabes nada sobre ella. Ya lo veras, con el tiempo. ¿Quieres que te describa con cuantos chicos se acostó? – Respondió Lucas intentando dar una mala imagen de mí.

-Por favor Lucas, deja de mentir y veté de aquí de una vez. – Pedí un poco débil totalmente ofendida por su humillante y dañoso vocabulario. - ¿Todavía no eres consciente de todo el daño que me hiciste? – Pronuncie dolida, con los ojos cristalizados por las lágrimas que amenazaban con demarrarse.

-Todo lo que hice, te lo merecías. Por ser una estúpida… - Regreso a insultarme pero Nicholas lo interrumpió nuevamente.

-¡Déjala en paz! – Exigió levantando un poco su tono de voz.- No sé qué es lo que quieres, pero no voy a permitir que la lastimes otra vez. – Expreso protegiéndome. Lucas solo nos observó a los dos irónicamente.

-Te vas a arrepentir. – Amenazo mi ex novio. – Ahora me iré, pero tienes que saber que tu propio padre me dejo a cargo a mí de todo esto… Así que, deberás aceptarlo. – Exclamo por última vez retirándose del lugar, cerrando la puerta con fuerzas, haciendo que su sonido se escuchara a lo lejos con potencia.

Todavía no lograba comprender porque tenía que hacerme sentir de esa manera. Sentía que estaba obsesionado conmigo, y que quería tenerme entre sus garras de todas maneras. Llevaba una impotencia dentro de mí, un gran nudo en la garganta que no podía sacarlo de mí, unas ganas inmensas de gritarle cuanto lo odiaba, y que lo único que deseaba era verlo muy lejos de mí. Porque solo me ha hecho daño. Siempre prometía cosas, y jamás las cumplía. Fue hipócrita, y eso me trajo demasiados problemas. Nunca supo lo que verdaderamente quería, y eso muchas veces me hizo dudar de su amor. Jugo conmigo. Solo estaba ahí cuando le convenía. Y cuando se dio cuenta de que nadie podía quererlo, ni hacerlo sentir como yo, regreso arrepentido, y estúpidamente le di otra oportunidad. Y… ¿Para qué? Fui un idiota al abrirle mi corazón de nuevo, pero esta vez con más confianza, pensando que las cosas mejorarían, que él había entendido lo que yo realmente quería en una relación. Pensé que ya no me sentiría incomoda a su lado, que ya no le interesan las demás chicas, que yo era su única mujer. Pero… ¡no fue así! Me engaño otra vez. Fingió, mintió, me uso nuevamente. Y ahí me di cuenta que lo nuestro ya no podría funcionar más, que debía dejarlo en el pasado y olvidarlo como sea. Que el daño que me hizo ya era suficiente. Debía ir en busca o esperar algo mejor para mí. Él era todo lo que yo no quería. Cuando pensé que ya no iba a buscarme ¡regresa! Con su ironía, su sarcasmo, sus mentiras, su inútil forma de ser. Sinceramente, no quiero volver a soportar esta situación. No aspiro ser arrastrada a sus miserias… otra vez.

En ese instante luego de que él se fue, lo miré a Nicholas con los ojos totalmente cristalizados por las crueles palabras que había oído hace unos minutos.

-No quiero soportar esta situación otra vez, no quiero sentirme como solía hacerlo antes. – Exprese con desánimo. - Con toda esa tristeza inmensa aquí. – Acoté señalando mi pecho con las dos manos.

-Oye linda, cálmate. – Me animo Nicholas abrazándome cálidamente. Luego de unos segundos volvió a despegarse de mí, para seguir hablando. – No tienes que permitir que él te haga sentir mal. Intenta no darle importancia a sus palabras. Ignorarlo. – Aconsejó. – Y si sigue insistiendo, esta vez yo estoy aquí para detenerlo. – Exclamo protector, brindándome una seguridad que me hacía sentir a salvo. Yo instantáneamente al oír esas palabras me sentí completa y no pude evitar sonreír de la felicidad que me causaba tener una persona como el a mi lado, que al hablar me miraba a los ojos dándome confianza, que con tan solo escuchar su voz me tranquilizaba, tenía la cualidad de hacerme sentir muy querida, y sobre todo, que no estaba sola en esto.

Narra Nick:

Realmente me sentí muy molesto por la actitud de ese tal Lucas. No me parece un chico inteligente, sino más bien un tipo muy idiota. Y eso de verdad puede ser peligroso. ¿Tratar a una chica de esa manera? Eso no es ser un hombre. Me enojo oír sus palabras. Creo que no me pase de los límites porque no soy una persona agresiva, ni violenta, pero a decir verdad merece que alguien lo golpee. Pero dejando afuera ese disgustoso acontecimiento, puedo decir que las cosas iban mejorando un poco. Al menos para ella… pues yo todavía seguía con mis problemas personales. No sé qué rayos ocurrió con Jason que no puedo ponerme en contacto con él, pero su hermano me revelo que se tomó unas largas vacaciones en otro país, porque ya estaba harto de todo. Y eso me hacía sentir un poco perdido, pues no tenía quien me ayudará con todo, aunque afortunadamente los Richardson, no han enviado ninguna advertencia todavía, y eso me pone un poco más tranquilo, aunque no tanto. Sin embargo, hay algo que me hace sentir completamente bien… y es el saber que estoy amando a alguien que se lo merece, y que es feliz por mí. Una persona que se sintió sola por mucho tiempo, pero por mi descubrió que hay gente que si vale la pena realmente. Y desde hoy prometo, y sé, que no dejaré de amarla nunca.

[¡Hola chicas! De verdad GRACIAS a todas por los comentarios, y la buena onda que me tiran SIEMPRE, son las mejores.]

18 de noviembre de 2011

Capítulo 15: Todo lo que necesito eres tu.


Narra Nick:

Al comienzo intente tomarme las cosas con calma. ¿Por qué iba a suceder algo malo? Tal vez discutió con alguien, y solo salió a tomar un poco de aire por la ciudad. Pero no podía quedarme tranquilo sin saberlo. Además había olvidado su teléfono celular en su apartamento, y admito que eso me parecía un poco extraño, pues siempre lo lleva con ella a todas partes. Así que tome una clara decisión, le dije a la directora que mi avisara si Evelyn no llegaba en una hora. Ahí si iba a ser preocupante realmente. Y así fue. Paso más de una hora y ella no regresaba. Ya era de noche, el cielo estaba oscuro, y la hora se tornaba inadecuada para seguir rondando por las calles ese día. No lo pensé más. Tomé las llaves de mi automóvil, y al instante subí al mismo, y comencé a dirigirme hacía algún lado… donde pudiera encontrarla. Busque por los primeros lugares de la ciudad donde tal vez podría estar, pero no estaba. Luego seguí por la zona céntrica, donde había muchas personas, pero sé que no sería difícil distinguir a ella. Estuve cerca de una hora buscando allí, hasta que me dirigí hacia una plaza que estaba un poco más alejada de toda gente, y finalmente la vi sentada sobre un largo banco. Estaba sola. No había nadie más. Estacione el auto frente a la plaza, e inmediatamente me baje, y comencé a caminar hacia ella. Al contemplarla más de cerca, noté que había estado llorando. Podía ver sus ojos cristalizados, sus mejillas enrojecidas, y la expresión afligida en su rostro. Pero cambio un poco al verme, le robe una pequeña sonrisa que luego se esfumo nuevamente.

-¿Qué haces aquí? – Pregunto confundida.

-Vine a hacerte compañía. – Respondí. Ella volvió a sonreír y atreves de un gesto me invito a sentarme a su lado.

-¿Cómo me encontraste? – Cuestiono con curiosidad.

-Te busque por todos lados. Por toda la ciudad. – Revele. - ¿Estás bien? Sabes que a mi puedes decirme la verdad. – Exprese preocupado y otorgándole confianza.

-No, no estoy bien. – Contesto algo encortada por su llanto que otra vez regresaban a sus ojos. En ese momento la atraje aún más hacia a mí, y acaricie su rostro con cariño, quitándole algunas lágrimas que se mantenían allí.

-No te pongas mal… - La alenté. - ¿Quieres decirme que sucedió? – Insistí.

-Creo que es algo estúpido... Pero igual voy a contarte. – Dijo decidida a hablar. – Nunca te hable de él, de Lucas. Es mi ex novio. Mi padre y su padre son grandes amigos, por lo tanto lo adoran. Y mi papá lo envió aquí para que me ayudara con mi carrera, y lo que menos quería era verlo.- Contó entre suspiros de agotamiento.

-Pero… ¿Ya te encontraste con él? – Indague. Juro que por un momento pensé que ella seguía sintiendo cosas por él, pero luego esos pensamientos cambiaron totalmente.

-Sí. Fui a mi habitación hace unas horas… discutimos. Me quiso besar y bueno… yo moví mi cara e intente separarme de él. Y luego me fui porque me dio asco, no quiero verlo más. – Explico disgustada. – Tengo miedo de que todo aquí se termine por su culpa. – Acoto antes de dejarme hablar. Ahora comprendía perfectamente lo que había sucedido. No conocía a su ex novio, pero me molestaba demasiado lo que había hecho. Ella solo me miro con los ojos húmedos, suplicando su mirada que por favor la sostuviera entre mis brazos, que lo único que necesitaba en ese momento era un simple abrazo reconfortante. Y así lo hice. La rodee con fuerzas, consolándola entre mis brazos, brindándole un refugio donde podía sentirse mejor.

-Te aseguro que esta vez las cosas van a ser mejores. – Prometí decidido a hacer cargo de que nadie arruinara sus planes. Cuando nos separamos ella me miró fijamente a los ojos.

-Tú siempre haces todo mejor. – Pronuncio y luego me regalo con dulzura una hermosa sonrisa que cambio todo. En ese instante me di cuenta que desde el principio siempre la había mirado con otros ojos. Que era mucho más que una simple amiga, o una gran artista. Esa chica valía mucho más que eso para mí, la mujer que ese momento tenía frente a mí, no tenía precio. No pensé un segundo más en lo que haría. Y sin previo aviso me acerque a ella con entusiasmo y finalmente la bese. Lo hice suavemente, pero con pasión. Recorrí cada centímetro de sus labios saboreando el exquisito sabor de los mismos. No podía detenerme, no quería y no podía hacerlo porque ella había correspondido a mis actos y seguía aun apegada hacia a mí por aquel beso. Luego, al separarnos la abrace otra vez y la bese cálidamente en la frente. Eso hizo aun el momento más dulce y tierno. Hubo una fuerza que nos unió, algo que nos dio la ilusión de vivir el momento. Solo quería abrazarla, consolarla, estar con ella, probar sus labios, simplemente, hacerla feliz.

-¿Estás mejor ahora? – Pregunte con entusiasmo.

-Mucho mejor. – Contesto con seguridad y volvió a sonreír.

-Hagamos algo mejor… vamos a mi casa, cenamos, vemos unas películas, hablamos un poco… ¿Quieres? – Propuse contento.

-Me encanta la idea. – Acepto. Entonces me levante antes que ella y la tome delicadamente de la mano, incitándola a que me acompañe. Ella se puso de pie y me siguió. Al llegar al auto primero abrí su puerta invitándola a subir, y luego me amparé sobre el asiento del conductor y maneje hasta mi casa. En el camino solo íbamos charlando y escuchando un poco de música. En mi hogar esperamos a que la comida estuviese lista, y luego cenamos juntos.

-Está muy rico. – Me halago.

-Gracias. Todo lo que se sobre cocina lo aprendí de Joe. – Conté.

-Lo hiciste muy bien. – Expreso nuevamente con seguridad. Luego de cenar traje un poco de helado, y más tarde nos sentamos en el sofá a ver las dos películas. Sinceramente no le prestamos demasiada atención, realmente solo vimos una de ellas. Y luego estuvimos hablando entre besos. No sé en qué momento cerramos los ojos y nos quedamos dormidos sobre el sillón. Desperté en la madrugada, exactamente como a las tres. Sé veía tan linda durmiendo… no quería despertarla. Entonces la cargue suavemente en mis brazos y la lleve hasta mi cama, donde me acosté sutilmente a su lado, cubriéndonos a los dos una frazada. Luego solo me dormí con tranquilidad, sabiendo que la tenía a mi lado, y principalmente… que estaba bien.

Narra Evelyn:

Abrí los ojos y lo primero que observe fue la imagen de Nicholas durmiendo y abrazándome afectuosamente con ternura. Realmente, no hay nada mejor que eso. De un día para el otro pensé que las cosas en mi vida volverían a tornarse como antes, pero después de todo, las cosas cambiaron para bien, ahora sé que todo será diferente con él a mi lado. Finalmente llego a mi vida lo que necesitaba… un gran chico como él. Ahora me siento más seguro, mucho más feliz, y esencialmente ¡Con ganas de cumplir todas y cada una de mis metas!

Luego de unos minutos de que yo desperté, el también abrió los ojos. Sonrió complacido al verme que seguía allí, a su lado.

-¿Cómo dormiste? – Pregunto acariciándome el cabello.

-Muy bien… contigo mucho mejor. – Respondí. Sin decir más nada se levantó de la cama y fue en dirección a la cocina. Dijo que prepararía el desayuno. El cual lo tomamos rápidamente porque yo debía regresar al colegio. Pero antes de poder atravesar la puerta de salida Nicholas me detuvo.

-Evelyn yo… bueno, creo que dimos un gran paso hoy. – Expreso nervioso. – Y solo… yo quería preguntarte algo. – Menciono mirándome a los ojos.

-Lo que quieras. – Pronuncie segura sospechando ilusionada la pretensión de Nick.

-Yo quiero que tú y yo seamos más que amigos. – Aclaro. – Pero, tú sabes, no quiero poner en peligro tu vida. – Explico y luego se acercó y tomo mi mano con delicadeza.

-Yo no me siento en peligro contigo. – Dije sincera. – Realmente tu eres la única persona que me ha hecho sentir feliz después de mucho tiempo. – Confesé.

-Entonces ¿Tú estarías dispuesta a ser mi novia? – Pregunto respondiendo a mis insaciables ansias de escuchar esas palabras. Cerré los ojos por un momento y solo sonreí con felicidad.

-Estoy dispuesta a eso y más. – Respondí en cortas palabras y solo me acerque para besar sus labios irresistibles que no hacían más que pedir a gritos ser unidos con los míos. – Ya debo irme. – Dije despegándome de él.

-Nos vemos en un rato, linda. – Exclamo robándome otro beso. – Cuídate. – Agrego.

Sinceramente era todo muy extraño lo que estaba ocurriendo. De repente las cosas se daban vuelta. Cuando creí estar cayendo otra vez, algo me detuvo y me hizo regresar a ponerme de pie. Tengo un nuevo motivo para ser feliz y sonreír a cada mañana, él es un chico maravilloso, exactamente lo que necesito. Lo tiene todo.

[¡Hola chicas! Gracias otra vez por los lindos comentarios que me dejaron, me alegra mucho leerlos, y más ahora que no la estoy pasando muy bien en mi vida personal. También conteste las nuevas preguntas que me dejaron, aquí están:

“¿Nick siempre será el interés romántico de Evi? – Anónimo”

♦ Si, Nick siempre será el único amor “verdadero” para ella, aunque seguramente habrá alguno que quiera conquistarla.

“¿Que hizo ese tal "Lucas" en tu vida? ¿Cuantos años tenes? – Denu – Valdez. ”

♦ Ese tal “Lucas” es mi ex novio, que en pocas palabras me mintió, me ilusiono, y me hizo sufrir. Hace muy poco me entere un montón de cosas que me dolieron demasiado, y una forma de “descargarme” es reflejando en un personaje de mi novela, lo que él era o fue conmigo, aunque un poco más exagerado. Y Tengo dieciséis años.

“¿Lucas y Carl tienen algo que ver con las personas que buscan a Nick? - @prisci_eveelyn”

♦ Lucas solo es el ex novio de Evelyn, y Carl un nuevo asistente del colegio, realmente no puedo contestar esta pregunta, porque poco a poco se van a dar cuenta de las cosas.

“¿Cuantos capítulos va a haber? ¿Habrá segunda temporada o algo por el estilo? – Air”

♦ Sinceramente todavía no pensé mucho en eso, aunque seguramente habrá 50 o 60 capítulos, y tal vez, depende de como se den las cosas, puede que haya una segunda temporada (aunque no creo).

► “¿Habrá tres chicos interesados por Evelyn? ¿Maya va a ser una chica mala? - @MyDjDangerJJ”

♦ Probablemente sean tres, pero no todos estarán interesados en su “amor”, si no que buscaran algo más de ella. Y Maya si será una chica mala, ya que se enfrentará con Evelyn varias veces, y hará hasta lo imposible para conseguir lo que desea.

Muy bien, acá están las preguntas que me dejaron. Y saben que si quieren hacerme otras preguntas, solamente me las dejan en un comentario, y yo en mi próximo post las respondo ¡A TODAS! Las quiero mucho ♥]

14 de noviembre de 2011

Capítulo 14: No quiero ver tu rostro otra vez.


Narra Evelyn:

Esa tarde la directora me cito para hablar en su oficina. Tenía algunos temas pendientes que tratar conmigo. Así que inmediatamente me encamine hacia allí, y toque la puerta unas tres veces hasta que alguien abrió. Era su asistente, Carl. El me sonrió al verme, y me dio autorización para ingresar al despacho, indicándome que me sentara en la silla frente al escritorio de la señora Milevich, que al verme se aproximó un poco más hacia a mí para platicar con comodidad.

-Seguramente quiere saber qué es lo que sucede. – Expreso con certeza.

-Sí, así es. – Respondí breve.

-Bien… empezare por decirte que todos los profesores concuerdan que has estado distraída en tus últimas clases. – Explico. - ¿Qué piensas con respecto a eso? – Preguntó atenta.

-No creo que sea tan así… digo, hace poco tiempo llegue aquí, y bueno, me estoy adaptando, estoy conociendo cómo funcionan las cosas. – Me defendí. Aunque esas no eran las verdaderas razones por las cuales mi cabeza estaba en cualquier lado.

-Espero que puedas concentrarte un poco más. Eres una de las mejores alumnas, pues, nos sorprendiste a todos con tu propia canción. Y queremos que más personas conozcan tu talento es por eso que trajimos una nueva propuesta para ti. – Indico. Al oír esas frases comencé a interesarme más en las palabras de la directora. Esta vez parecía algo realmente importante.

-¿De verdad? Quiero saber de qué se trata. – Pedí con interés.

-Tienes seis meses para preparar al menos cinco canciones para lanzar de a poco al mundo. Primero lanzaremos solo una, y si logra ser exitosa, haremos lo mismo otra vez, y si eso obtiene buenos resultados, la disquera estará interesada en lanzar tu propio CD. – Revelo. Yo solo la mire un poco asombrada por lo que estaba diciendo, y la incite a que siguiera contándome más. – Pero no eres la única, otra de nuestras alumnas, Maya Andersch, también forma parte de esto. Y sinceramente, es como una competencia. La que tenga más éxito, será la próxima en lanzar un CD. – Finalizo su explicación. - ¿De verdad estás interesada? – Cuestiono.

-Sí. ¡Muy interesada! Me entusiasma mucho todo esto, comenzare a prepararme desde hoy. – Exprese con un gran entusiasmo e ilusionada por la propuesta.

-Evelyn, espera. Hablamos con su padre sobre alguna persona que pueda apoyarte, y ayudarte a transitar el camino, y a sacarte un poco de presión. Dijo que Lucas Royers podrá hacerse cargo de eso. Ya está decidido. -

-¡No! – Me negué. - ¿Cómo puedo hacer para cambiar ese? – Indagué. No iba a permitir que justamente el manejase parte de mi vida.

-No lo sé… tal vez debe hablar con Lucas. Pues su padre dijo que no podrá comunicarse por dos meses. – Revelo. – Pero… ¿Por qué se niega tanto a esto? – Cuestiono un poco confundida por mis actitudes.

-Porque cualquier persona podría ser mejor para mí, que él. Con eso le digo todo. – Exclame un poco enojada. Pero la directora no respondió. Solo bajo la mirada emitiendo un gesto sin importancia. Me di cuenta que ese ya era mi problema, ella no podría hacerse cargo de solucionar esto. Verlo a Lucas nuevamente, era abrir otra vez las heridas que ya estaban cerradas, era revivir los horribles momentos que intentaba borrarlos de mi mente todo el tiempo. Me hizo sufrir demasiado, traspasó los límites. Con eso simplifico toda nuestra historia. Realmente me deprimía la idea de que en pocas horas estaría en New York, porque sé que querría verme, remediar las cosas, o simplemente fingir que todo estaba bien. Yo vine aquí con el objetivo de encontrar una nueva vida. Pero si traigo a ese tipo de personas de mi pasado, no creo que sea posible cumplir con mis metas.

Luego de salir de aquel despacho, me dirigí a mi habitación a ordenar un poco mis ideas. No me quedaba otra que esperar que Lucas llegara, para hablar con él e intentar que entendiera de una vez que lo nuestro ya había terminado. Mientras miraba un poco de televisión, me dormí. Desperté dos horas después cuando sentí que golpeaban la puerta de mi cuarto. Me levante rápido, acomode ágilmente un poco el cabello, y me dirigí a abrir la entrada. Era quien me imaginaba. Un muchacho alto, cabello colorado, ojos saltones color celeste, y actitud brusca que me hacía detestarlo aún más.

-Hola. – Dijo con una estúpida sonrisa en su rostro. Yo suspire fastidiada y luego pronuncie otro cortante “Hola”.

-¿Puedo pasar? – Preguntó. Asentí dándole el permiso de ingresar a mi apartamento, aunque no quería tenerlo allí. - ¿Qué sucede que estás así conmigo? – Cuestiono nuevamente por mi indiferente actitud.

-Lucas, voy a ser clara. – Pronuncie con seguridad. – Yo sinceramente no quiero más nada contigo. Hace tiempo que lo nuestro se terminó, y no comprendo porque no puedes entenderlo. – Me desquite. El me observo algo confundido y se largó a reír como un idiota. – ¿De qué te ríes? – Indague con ingenuidad.

-Vamos, no seas tan dura. – Exigió.

-No estoy sien dura. Estoy diciendo lo que siento ahora mismo. – Me defendí.

-No lo creo. – Dijo. – Sé que me amas. – Expreso inciertamente.

-Estas equivocado, Lucas. – Insistí. – Veté de aquí. – Dije echándolo de allí. En ese instante salimos al pasillo anterior a la entrada de mi cuarto.

-Si te beso ahora mismo voy a cambiar lo que sientes. – Pronuncio creyendo que así serían las cosas. Y antes de que yo pudiera decir algo me acorralo bruscamente intentando besarme, corrí mi rostro como pude para que no lo hiciera mientras apretaba fuertemente sus brazos e intentaba empujarlo.

-¡Me das asco! – Grite con total repugnancia hacia él. Y con lágrimas en los ojos salí corriendo hacia afuera. Antes de que pudiera salir del colegio la directora que justamente me cruzo allí intento frenarme pero la esquive rápidamente abandonando la institución. En ese momento mis ojos ya estaban llenos de lágrimas, mi corazón estaba acelerado y tenía una horrible sensación en el pecho. Pero solo seguí corriendo por las calles, sin destino alguno.

Narra Nick:

Aunque al principio había viajado a solo para recoger algunas cosas, decidí quedarme allí. No tenía ganas de viajar y regresar a New Jersey, solo quería descansar. Además se me ocurrió invitar a Evelyn a cenar y luego mirar unas películas en mi casa, así que salí a comprar ingredientes para preparar algo delicioso, y alquilar dos películas. Las dos de terror. No sé porque, pero eran las mejores para mirar con chicas. Nos podíamos reír y asustarnos a la vez. Luego de unas horas la comida ya estaba preparada, solo faltaba ponerla en el horno. Se acercaba la hora de cenar y llame a Evelyn a su celular. Lo intente más de tres veces pero nadie contestaba. Entonces decidí ir a buscarla, el colegio solo estaba a pocos metros de mi casa, no me costaba ir hasta allí. Al llegar a la habitación correspondiente golpee varias veces y tampoco nadie atendió. Me preocupo un poco no encontrarla a esa hora, así que jale la manija de la puerta y… ¡Estaba abierta! La busque en su cuarto y nada… ella no estaba allí. Como si presintiera algo un mal presentimiento comenzó a apoderarse de mí. No tenía más remedio, debía encontrarla de alguna manera. Velozmente fui hacia donde se hallaba la directora y le pregunte por Evelyn.

-No, no está aquí. La vi hoy, salió algo… rara de aquí hace unas horas. – Contó.

-¿Rara? ¿Qué quiere decir con eso? – Pregunte intranquilo.

-Creo que discutió con alguien… estaba acelerada. Llevaba los ojos llorosos. – Revelo. No entendía nada. No podía imaginarme que era lo que había ocurrido. ¿Dónde fue? No tenía idea por dónde empezar a buscarla. Pero igualmente estaba decidido a hacerlo. Nadie iba a detenerme hasta verla otra vez, hasta averiguar qué había sucedido.

[¡Hola! Acá les dejo el capítulo 14. Se nota que las cosas ya comienzan a tomar forma, y un rumbo especifico. Como les dije, iba a responder las preguntas que me dejaran, así que... acá están las preguntas y las respuestas:

"¿Qué es lo que le propuso Jason a Nick sobre Evelyn? - @prisci_eveelyn"

Lo que Jason le insinuó o le intento proponer a Nick, fue que ofreciera a Evelyn como una nueva artista, ya que es muy talentosa y podría reponer todo el dinero que Nick les hizo perder.

“¿La vida de la protagonista está inspirada en vos? - @1DJonasLovato”

Sé puede decir que solo una parte, en realidad es una versión “mejorada” de mi misma, me baso en algunos sentimientos que sentí, actitudes mías, o mis propias maneras de reaccionar. Algunos personajes como “Lucas” también están basados en personas que formaron parte de mi vida, pero con ciertos cambios.

“¿Cuándo se van a besar? (Está pregunta fue hecha por varias chicas)”

Lo único que puedo decir es que ese momento está muuuuuuuy cerca, ya casi está por llegar.

Listo, esas fueron las tres preguntas. Si ahora tienen otras, no hay problema, pueden dejármelas y yo las respondo en mi siguiente post. Como siempre, GRACIAS POR LEER, y por SUS COMENTARIOS. Significa MUCHO para mí. ¡Las quiero!]