30 de enero de 2012

Capitulo 26: Un sueño, que poco a poco se hará realidad.

Narra Nick:

Ya era el segundo día que pasaba en la clínica. Solo me quedaban dos más, y ya estaría libre. Aunque caminaba lentamente, porque todavía sufría las consecuencias de aquel disparo, pero afortunadamente ese daño se calmaría de a poco. Mi familia estaba conmigo todo el tiempo, al igual que Evelyn que iba y venía, preocupándose por mí, y por sus otras responsabilidades en el colegio. En aquel momento mi familia estaba almorzando afuera, mi chica estaba en el colegio, y solo habíamos quedado Joe y yo.

-¿Cómo te sientes? – Pregunto mi hermano que estaba a un lado de mi cama, mientras yo me acomodaba un poco, quedando sentado.

-Bien. Estoy ansioso por irme de aquí. – Comenté.

-Ya falta poco… - Me calmo. – Cuando estabas durmiendo tu novia llamo y dijo que en un rato estaría aquí. 

– Comunico. Y al instante una sonrisa apareció en mi rostro como por arte de magia.

-Genial. Tengo tantas ganas de verla. – Exprese.- Es increíble. – Acoté.

-La verdad sí. – Dijo Joseph. – Tienes mucha suerte de tener a una chica así a tu lado, está todo el tiempo pendiente de cómo estás, te cuida, te entiende. – Comenzó a describir Joe encantado.

-Lo sé… - Afirme. – Y tú también vas a encontrar a una chica así. – Lo alenté. Realmente las últimas relaciones amorosas de Joseph fueron un desastre.- Estoy muy feliz con ella, pero no puedo soportar que todo el tiempo en mi mente se me crucen esos pensamientos… - Comencé a contar.

-¿Qué pensamientos? – Cuestiono.

-Que conmigo está en peligro. – Confesé.

-¿Y qué piensas hacer con respecto a eso? – Pregunto con cierta preocupación.

-No lo sé… - respondí un poco confundido. Y justo una persona golpeando la puerta interrumpió mi 
respuesta. Joseph se levantó, abrió la puerta y allí la vi a ella, a uno pocos pasos de mí. Al encontrar nuestras miradas, nos regalamos sonrisas mutuamente.  Ella se acercó hacia a mí, hasta acariciar mi rostro con suavidad, y luego me proporciono un cariñoso beso en mis labios.

-¿Cómo estás, linda? – Pregunté atentamente.

-Yo estoy bien. ¿Tu cómo estás? – Exclamo amorosa.

-Muy bien, y mucho mejor ahora porque llegaste tú. – Mencione encantado por tenerla allí conmigo. Cuando Joe oyó esas palabras salir de mi boca, lanzo una pequeña risita, y luego se retiró del cuarto, dejándonos solos.  Ella se sentó a mi lado y comenzamos a platicar para ponernos al día. Le conté mi aburrido día allí, y ella me detallo todas las canciones nuevas que estaba escribiendo, y además que estaba ansiosa porque en pocas semanas tal vez comenzaría a preparar ¡SU PROPIO CD! También me comento que Lucas no había aparecido en estos días por el colegio, ni a verla a ella. Y realmente eso me aliviaba un poco, no lo quería cerca de mi chica. Nos mantuvimos como cuatro horas así hablando, riéndonos, mimándonos un poco, acompañándonos.  Hasta que llegó la hora en la cual ella debía irse, porque tenía una reunión con la directora del colegio, y el encargado en elegir a la chica indicada para grabar un próximo CD.

-Cuídate ¿sí? – Dije dándole un cálido abrazo. 

-Lo haré. – Susurro. – Te amo, Nick. – Pronuncio al instante.

-Yo también te amo, bonita. – Correspondí a sus palabras. La bese por última vez, y minutos después ella se fue. Sinceramente, no sé qué rayos haría en estos momentos sin ella.

Narra Evelyn:

Y así pasaron más de cuatro días. Yo vivía yendo y viviendo de la clínica a la escuela, y divida mi tiempo en Nick, y en mis cosas. Gracias a Dios todo estaba saliendo muy bien. Las cosas iban por el camino correcto. Nicholas estaba totalmente recuperado, a veces su herida le dolía un poco pero solo era por breves momentos. Él ya estaba curado.
Ese día él ya estaba en “libertad”. Solamente tenía que regresar a la clínica para controlar la lesión, pero nada más. Así que salimos juntos a almorzar a la avenida de New York. Disfrutamos de una linda salida juntos. Hasta que una llamada a mi celular interrumpió nuestra cita.

-Hola. – Respondí a la llamada.

-Hola, habla la directora del colegio. – Se presentó. Señorita Evelyn, necesitamos hablar urgentemente con usted. – Comunico. Y eso me preocupo un poco, y a la vez me causo curiosidad.

-Oh… ¿Qué es tan importante? – Pregunté con intriga.

-Es sobre su proyecto, sobre las canciones que presento recientemente. – Contó. – Pero venga por favor aquí, así hablamos personalmente y nos entenderemos mejor. – Indico con certeza.

-Está bien, en diez minutos estoy allí. – Acepte anhelosa por saber de qué se trataba. Apenas corte la llamada, Nicholas me miro curioso, esperando que yo le contará lo que estaba ocurriendo. Lo miré unos segundos, ya que estaba un poco paralizada… los nervios comenzaban a recorrer mi cuerpo. ¿Aquella noticia que quería comunicarme la directora… era algo bueno, o malo? Esa duda giraba en mi mente.

-¿Estás bien, Evi? ¿Qué sucede mi amor? – Cuestiono   buscando mi mirada.

-Tenemos que irnos al colegio. – Impuse con velocidad. – La directora tiene una noticia para mí. – Informe. 
Y sin perder más tiempo, pagamos rápido la cuenta, y Nicholas se dirigió hacia al colegio lo más veloz posible. Subimos por el ascensor hasta el piso donde se hallaba la oficina. Cuando la señora Milevich me vio, me hizo pasar a su despacho, pero sola. Pidió por favor que Nick esperará afuera.

-Tomé asiento, por favor. – Pidió. Y yo lo hice educadamente.

-Y bien… ¿Qué es lo que tiene para decirme? – Pregunte. Aquellos dilemas me estaban matando.

-Bueno… el dueño de la discografía del que te hable, y yo, hemos estado revisando tu proyecto, oímos la 
canción que grabaste una y otra vez, y leímos las letras de las demás canciones y él ha decidido darte una 
oportunidad. – Revelo. Y al instante una sonrisa de felicidad de plasmo en mi rostro.

-Eh… ¿está hablando en serio? – Cuestione sintiendo que lo que estaba viviendo era algo completamente irreal.

-Sí, es una decisión tomada. Si aceptas, te daremos un año para que  comiences a preparar lo necesario para que todo el mundo pueda disfrutar de tu talento, y puedas demostrar tu gran capacidad. – Explico con precisión. – Entonces… ¿vas a pensarlo, o aceptas ahora mismo? – Pregunto esperando que yo pronunciara alguna palabra. Pero en realidad no sabía que decir, no podía creer que cada día estaba más cerca de cumplir mi sueño.

-Sí… claro que acepto. Le prometo por lo que más quiero, que hare hasta lo imposible para sacar lo mejor de mí, le juro que no se arrepentirán de haberme elegido. – Exprese totalmente agradecida por la oportunidad que se estaba presentando en mi camino. Nunca pensé que algo así ocurriría, jamás. Siempre fui de las que soñaban con hacer sus sueños realidad, y más de una vez caí en la depresión, pensando que nunca llegaría a nada, pero ahora todo lo que necesito comienza a aparecer. La directora sonrió al escuchar mis palabras…

-Querida, sabemos que pondrás más que tu mejor esfuerzo. Fue por eso que te elegimos, confiamos en ti, y nos has demostrado poco a poco lo dedicada que eres en esto, y que realmente amas la música. Desde hoy comienzas a brilla, no lo olvides. – Pronuncio cálidamente. Esas lindas palabras me hicieron sentir orgullosa de mi misma, y me di cuenta que esforzarse al más no poder siempre traía buenos resultados.  Salí del despacho inmóvil, impresionada por la gran noticia, suspirando, intentando creer lo que estaba ocurriendo. Nick me observo esperando que yo pronunciara alguna palabra, pero no podía hacerlo.

-¿Y? ¿Qué paso linda? – Preguntó. En ese momento lo mire fijamente, y sonreí feliz.

-¡Me eligieron Nick! ¡Me eligieron! ¿Entiendes eso? ¿Puedes creerlo? – Exclame con la voz un poco elevada, pues tenía ganas de gritar a causa de la satisfacción que causa de esa confirmación. Nicholas sin dudarlo me abrazo con fuerzas, elevando mi cuerpo del suelo, rodee mis piernas en su cintura, mientras me mantenía entre sus brazos.

-¡Estaba tan seguro que te elegirían a ti! – Menciono, y luego me beso calurosamente. Luego volví a tocar el piso, y me encontré perfectamente con su mirada.

-Estoy tan feliz ¡¡¡No puedo creerlo!!! – Regrese a expresarme complacida.

-¿Sabes algo? Te amo mucho, y me encanta verte así mi amor. – Pronuncio dulcemente acariciando mi rostro.

-Yo te amo también, y estoy feliz de vivir esto contigo. – Respondí sincera, y continúe besando sus labios suavemente.   

Era difícil aceptar que todo eso estaba sucediendo en mi vida. En realidad, era difícil creerlo. Siempre soñé, e imagine ese momento de todas las maneras posibles, y no podría haber sido mejor. Fue muy especial, y más aún porque tengo a una persona tan increíble a mi lado, alguien que me apoya en lo que sea, y esa sensación de sentirse amada todo el tiempo, es simplemente maravillosa. 

¡Hola chicas! Acá les dejo el capítulo 26. Perdón por tardar tanto en subir, pero como estoy de vacaciones, no estoy mucho en la computadora. Gracias por TODO :) Las adoro. 

17 de enero de 2012

Capítulo 25: No estás solo.

Narra Evelyn:

Me mantuve al lado de Nicholas acariciándolo, diciéndole que todo estaría todo bien, y sin soltar su mano. La ambulancia llego y lo cargaron allí. Yo me subí también para no despegarme de él, no quería dejarlo solo. Al instante que llegamos a la clínica, los doctores se lo llevaron a otro lado, donde no me permitieron entrar. Entonces me quede ahí, a un lado, sola. Con mi corazón casi en mis manos, desesperada, mientras las lágrimas caían… una tras otra. Pero me di cuenta que debía avisar a su familia y comunicarles lo que estaba ocurriendo. Así que sin perder más tiempo, llame al número de Joe. El contesto en segundos. 

-Hola. – Dijo Joseph atreves del teléfono.

-Hola Joe… soy Evelyn. – Mencione.

-Evi ¿sucede algo? – Preguntó con certeza.

-De hecho… sí. Le paso algo a Nicholas. – Pronuncie con la voz débil.

-¿Qué? ¿Qué le paso? – Cuestiono con preocupación.

-Le dispararon. – Exprese con todo el dolor del mundo. – Estamos en la clínica… la que está a ocho cuadras de su apartamento. – Indique quebrantada.

-Evi, no te muevas de ahí ¿está bien? Yo estoy aquí en New York, así que voy ya mismo para allá. –Exclamo apenado y con velocidad.

-Te espero Joe. – Dije por última vez antes de finalizar la llamada.

Que Joseph estuviera por llegar, de cierta manera me tranquilizaba un poco, al menos tenia alguien al lado para sobrellevar todo esto, realmente no podía hacerlo bien sola. Cuando lo vi entrar por la puerta de la clínica, él se dirigió rápidamente hacia a mí y me dio un cálido abrazo amistoso. Estaba tan asustada. De inmediato le conté todo lo que había ocurrido, los hechos fueron demasiado veloces, no pude ver absolutamente nada, solo a Nicholas con la bala introducida en su cuerpo. Yo me hallaba demasiado nerviosa, los médicos no salían, necesitábamos saber que estaba sucediendo.

-Joe… tengo tanto miedo. – Exprese con sinceridad.

-Evi… Nick estará bien. Lo conozco, y tú también. Tu sabes que él es más fuerte de lo que parece - Me 
calmo.

-Lo sé… pero no entiendo… no puedo dejar de temblar. – Mencione casi al borde de las lágrimas.

-Tranquila… - Exclamo Joseph abrazándome con fuerzas nuevamente. Realmente teníamos fe en Nick, sabíamos que el sobreviviría a esto, pero igualmente nada podía dejarme tranquila. Lo único que de verdad 
podía traerme un poco de paz era que los médicos dijeran que Nicholas ya estaba recuperado. Creo que esperamos un poco más de una hora, hasta que un doctor salió a hablar con nosotros.

 -¿Cómo está?  - Pregunto Joe. Yo por mi parte, no podía coordinar ninguna palabra.

-Bueno… afortunadamente está estable, la bala no llego a dañar ningún órgano – Menciono para mi tranquilidad. – Pero tenemos que esperar para ver cómo reacciona el cuándo despierte. Eso será en un par de horas. – Indico. - ¿Quién verlo? – Cuestiono.

-Sí, claro que sí. – Conteste al instante.

El medico nos guio por un pasillo, hasta llegar a la habitación indicada. Entramos en silencio y sin hacer mucho ruido, pues Nicholas estaba descansando y no podíamos despertarlo. Me senté en una silla, a su lado, y sostuve su mano tiernamente.

-¿Lo ves? Nick está bien. – Dijo Joe con certeza. – En unas horas va a estar de nuevo de pie. – Expreso alentador.

-Dios… que susto me dio todo esto. – Mencione. – Es un alivio que este bien. – Acote con una sonrisa cálida.

-Evi, voy a hablar con mis padres. ¿Te quedas con él? – Pregunto.

-No me voy a mover de aquí. – Respondí con seguridad.

Joseph salió hacia afuera y yo me quede allí, junto a Nicholas. No podía hacer más nada que esperar a que abriera sus ojos. Lentamente, deje caer con cuidado mi cabeza sobre la cama donde él se encontraba descansando. Y solo cerré mis ojos… hasta quedarme dormitando ahí.

-Bonita… - Sentí la suave voz de Nick.- ¿Estás bien? – Cuestiono algo preocupado.

-Mi amor… - Pronuncie abriendo mis ojos con calma. – No te muevas. – Indique levantándome un poco 
para observarlo. -¿Cómo te sientes? – Pregunté.

-Me duele mucho. – Se quejó. – Pero, ¿tú estás bien? ¿Te hicieron algo? ¿Te dijeron algo? – Indago totalmente intranquilo.

-Si… estoy bien. No me hicieron nada, no vi nada. Todo fue muy rápido. – Comenté. – Pero ahora lo importante es que te recuperes. – Agregue

Nicholas suspiro aliviado. Se acomodó un poco sobre la cama y me pidió que me acercase aún más a él. Me recosté delicadamente a su lado, intentando no hacer ningún movimiento brusco que llegara a lastimarlo. Pero el de inmediato me rodeo con sus brazos, abrazándome tiernamente.

Narra Nick:

 Aunque sentía un fuerte dolor en mi abdomen, a causa de la bala que había recibido hace apenas horas, me sentía tranquilo y aliviado porque Evelyn estaba bien. Cuando caí arrodillado producto del impacto, pensé que ellos estaban ahí cerca, que nos llevarían a los dos, que me dejarían morir, que lastimarían a ella… no lo sé, pero se me cruzaron tantas cosas horribles en mi cabeza. Tenerla entre mis brazos me hacía sentir que todo estaba bien.

-Nos tenemos que ir ya de aquí, me quiero ir. – Exprese con el deseo de regresar a mi casa.

-No Nick… al menos estarás tres días aquí, eso fue lo que dijeron los médicos. – Me detuvo.

-No quiero. – Me negué algo estúpido. Pero me frustraba tener que estar encerrado entre cuatro paredes, 
casi inmóvil.

-Mi amor, tranquilo. – Comenzó a calmarme mientras me acariciaba suavemente el rostro. – En pocos días te vas a recuperar, vas a estar bien. – Menciono alentadora. –Me quedaré a cuidarte. – Añado acogedora.

-Entonces si tú te quedas… podré soportar estar en este lugar. – Exprese sincero con una sonrisa boba en mi cara. Ella se atrajo hacia mí y me beso dulcemente. Justo en aquel instante Joseph ingreso a la habitación sin golpear la puerta, y nos miró un poco avergonzado por interrumpir en momento. Pero luego, los tres reímos.

 -Tu nunca pierdes el tiempo, Nick. – Bromeo Joe. Y Evi rio levemente. - ¿Ves? Tu novia me está dando la razón. – Pronuncio triunfante.

-Bueno… pienso que está bien que Nick no quiera perder el tiempo. – Exclamo de cierta forma, dándole la razón a Joe. Yo solo sonreí un poco sonrojado por la situación.

Después seguimos conversando, y hable con mis padres a través del teléfono. Me dijeron que al día siguiente estarían allí para verme. Tan solo al oír la voz de mi madre me di cuenta que estaba totalmente aterrada por la situación. Afortunadamente, pude calmarla, diciéndole que no era nada muy grave, que estaba todo bien. Pero personalmente, pensaba que ese disparo, fue solo un aviso, una advertencia de todo lo que se venía. Sabía que venganza iba más allá de dejarme sin vida, querían que sufriera antes. Y supe que todo el terror, recién estaba comenzando.

[Hola!! Capítulo nuevo, espero que les guste!! Les aviso que están empezando los momentos más fuertes y dramáticos. Gracias por leer siempre, y por todos los lindos comentarios y menciones (en twitter) que nunca se olvidan de dejarme <3 Son las MEJORES, las quiero demasiado!]

-Evi. 

14 de enero de 2012

Capítulo 24: Estaré aquí por siempre.

Narra Lucas:

La verdad, no tenía razones personales para estar allí en aquel momento. Bueno, admito que quiero tenerla a ella y que me dio placer arruinarles el momento, pero realmente hice todo por un poco de dinero, que necesitaba, o simplemente me venía bien…

[Flash back]

Esa tarde llegue al colegio en busca de Evelyn. Hable con la directora, y me dijo que se había tomado unos 
días para descansar, y hacer un viaje. Resignado, y sin saber más que hacer, decidí irme del instituto, a hacer algo más interesante. Pero justo antes de salir, alguien me detuvo velozmente.

-Hey ¡tú! Espera. Tengo una propuesta. – Menciono un muchacho que tal vez tenga unos veinticinco años de edad.

-¿Quién eres y que quieres? – Pregunté rápidamente para irme.

-Espérame, déjame presentarme. Mi nombre es Carl Stewart. – Se presentó. – Sé muchas cosas sobre ti… ¿Estás buscando a Evelyn? ¿No es cierto? – Cuestiono con certeza.

-Sí… la estoy buscando a ella. – Afirme. - ¿Tu sabes donde se fue?  - Indague con absoluta curiosidad.

-Está en una playa llamada “Cooper’s beach” –Contó. - Tengo una propuesta para ti. – Acoto.

- ¿Qué tipo de propuesta? – Cuestione un poco interesado.

-Puedo darte un pasaje para que viajes allí, y mucho dinero extra. Pero solo tienes que hacerme un favor. – Pidió.

-¿Cuál? – Dije aun con más indagación.

-Vigílalos todo el tiempo. Quiero saber cada movimiento de Nicholas Jonas. Pero ¡cuidado! Que no te vean allí ¿entendido? ¿Aceptas? – Ordeno seriamente. Yo lo pensé unos minutos… y finalmente acepte. ¿Qué podía perder? Nada. Al final ganábamos los dos. Él conseguía la información necesaria, y yo, obtenía dinero, algo que me venia demasiado bien.  Aunque no sabía con qué intención buscaba información sobre Nick Jonas.

[Fin de flash back]

Ahora estoy aquí, de regreso en  New York. Iré a hablar con Carl, para contarle todo lo que observe, y decirle que accidentalmente y desgraciadamente, me vieron. Habíamos pactado encontrarnos en su casa, así que me dirigí hacia allí. A llegar, me saludo rápidamente y me invito a pasar hacia adentro, donde nos sentamos en un amplio living. Debo mencionar que su casa o mansión, mejor dicho, contaba con numerosos lujos, y demostraba que Carl era dueño de una gran fortuna.

-Bueno Lucas, cuéntame que es lo que viste. – Pidió.

-La verdad… fue una rutina tonta y aburrida. La pasaron en la playa, besándose, abrazándose, hablando, 
haciendo tonterías de “enamorados.” – Conté. – Luego estuvieron en una fiesta y ahí fue donde… - Relate pero justo al llegar a esa parte dude un poco.

-¿Dónde qué? – Cuestiono serio.

-Donde me vieron. – Mencione. Y Carl se paralizo por un momento. – Pero ¡tranquilo! No dije nada, ni siquiera me preguntaron que hacia allí. – Aclaré.

-Bueno, si fue así, no hay de qué preocuparse. – Se calmó. – Entonces… listo. Toma tu dinero, y no digas una palabra a nadie sobre todo esto. ¿Entendido? – Indico.

-Lo sé. – Antes de irme quiero saber… ¿Por qué te interesa tanto ese chico? – Pregunte con intriga.

-No voy a contarte todo. – Destaco reservado. – Solamente me quiero vengar de él. – Manifestó.

-Es fácil. Ese chico está muy enamorado. Metete con su novia, o su familia. Es fácil saber que esos son sus puntos más débiles. -  Aconseje.

-Sé muy bien lo que tengo que hacer. – Dijo por última vez, y luego me despojo de su casa con el dinero en mis manos. 

Narra Evelyn:

Acababa de comenzar nuestro último día en Cooper’s beach. Era un poco triste tener que volver, porque la estábamos pasando demasiado bien allí, podíamos pasar todo el tiempo juntos. En la mañana desayunamos con tranquilidad, mientras conversábamos y reíamos de cualquier cosa. Y en la tarde, Nicholas me dijo que tenía una sorpresa para mí. Busco rápidamente su guitarra, la colgó en su hombro, y luego salimos a caminar por la playa con nuestras manos entrelazadas. Nick me guio hasta una canoa, nos detuvimos un segundo mientras el arrastro la canoa hacia el mar. Allí me ayudo a subir, y luego él se remontó en la misma. Comenzó a remar con calma, y podíamos observar lentamente el hermoso paisaje. Sol, y arena a lo lejos, el mar estaba debajo nuestro, y podía contemplarlo con gran claridad.

-Emm, bueno, creo que aquí estamos bien. – Dijo Nicholas cuando detuvo los remos.

 -Estamos perfectos aquí. – Afirme con una cálida sonrisa. El me devolvió aquel gesto, de inmediato giro hacia atrás con su cuerpo, y tomo la guitarra que había dejado allí.

-Estos días aquí fueron inolvidables contigo… pero falta algo. – Expreso con sinceridad.

-¿Qué es lo que falta? – Pregunté curiosa.

-Una canción… - Respondió tierno.  Y al instante comenzó a sonar el ritmo de una canción conocida, y luego, empezó a cantarla…

“But I'll be there forever, you will see that it's better.  Our hopes and our dreams will come true. I will not disappoint you, I'll be right there for you… 'til the end, the end of time.  Please be mine.”

 Canto solo ese pedazo, y sin perder tiempo siguió con otra canción…

“If the heart is always searching, Can you ever find a home? I've been looking for that someone, I can't make it on my own. Dreams can't take the place of loving you, There's gotta be a million reasons why it's true. When you look me in the eyes, and tell me that you love me. Everything's alright, When you're right here by my side. When you look me in the eyes, I catch a glimpse of heaven. I find my paradise, When you look me in the eyes. How long will I be waiting, To become a better man? Gonna tell you that I love you, In the best way that I can. I can't take a day without you here, You're the light that makes my darkness disappear. When you look me in the eyes…”

Mientras aquellas letras tan profundas, y esa voz angelical salían de la boca de Nicholas, el no desistía de mirarme fijamente a mis ojos, que no dejaban de mirarlo cristalizados, y mi corazón se emocionaba al oírlo de aquella manera.  Cuando termino de tocar esas canciones, hubo un corto silencio, que luego se rompió en un apasionante beso, que termino en el abrazo más dulce de todos.

-Eres lo mejor que he tenido en toda mi vida. – Exprese con el corazón, con toda la sinceridad del mundo, esas palabras fueron tan puras, como mis sentimientos hacia Nicholas.

-Tú también lo eres. – Menciono para después volver a besarme lentamente.

Si pudiera pedir un solo deseo, lo único que pediría seria que nada ni nadie me separase de él. Era la persona que me hacía más feliz, que me robaba sonrisas cuando estaba triste, me consolaba cuando me sentía completamente mal, siempre estaba ahí simplemente para mí. Al igual que yo para el… no me importaba más nada, más que verlo sonreír, sentir que él estaba bien, me alegraba demasiado.  Y el saber que yo era la razón de su felicidad me hacía sentir tan… en realidad me hacía apreciar un sentimiento totalmente indescriptible.

Después de aquellas horas tan románticas juntos, lamentablemente se acercaba el final. Tuvimos que regresar a empacar, para volver a nuestra ciudad. Y así lo hicimos. Guardamos bien todas nuestras pertenencias, nos alimentamos, y luego, salimos otra vez de regreso a New York. El viaje fue también muy divertido, pero no podía evitar esa pequeña tristeza que se produce al abandonar un lugar tan tranquilo e increíble. Cuando llegamos a NYC, mi novio me acompaño hasta el colegio, donde deje mi equipaje, para luego, acompañarlo un rato a su apartamento y comer algo juntos. Nicholas abrió la puerta de su pequeña vivienda, y me permitió entrar primera. Justo cuando él tenía apenas un solo pie adentro del departamento, sentí un fuerte estruendo. Me di vuelta para saber qué había ocurrido, y me encontré con algo horrible. Nicholas estaba casi inmóvil, con las manos en su abdomen. Estaba cayendo de rodillas al suelo. Mi corazón se paralizo, no podía agudizar mis sentidos, ni siquiera pensar en algo nada más que en correr con velocidad hacia mi chico que había caído boca abajo. Me agache. Con sumo cuidado lo di vuelta, dejándolo extendido de espaldas en el piso. Sus ojos parpadeaban, y noté que respiraba con problemas. Ya podía ver la sangre salir… le habían disparado por la espalda. Tomé su mano fuertemente, el debía saber que yo estaba allí, a su lado.

-Mi amor, no te muevas, tranquilo, llamaré a una ambulancia y todo estará bien. – Pronuncie con desesperación, entra lágrimas.

De inmediato saque mi teléfono celular y marque el número de la ambulancia, que llego en pocos minutos. Fue un cambio demasiado brusco… pasamos de estar en la más romántica realidad de todas, a la más dolorosa y aterradora. 

[Hola!! Después de muchos días, VOLVÍ. Les cuento que me fui de vacaciones a un lugar llamado "Carlos Paz" con mis amigas, la pase muy bien allá, conocí a un montón de famosos, y lugares re lindos. Pero apenas llegue acá me puse a escribir... odio dejarlas mucho tiempo sin novela. MIL DISCULPAS. Las quiero...Evi. ]

2 de enero de 2012

Capítulo 23: Contigo, el mundo es perfecto.


Narra Nick:

Aquella mañana me desperté sintiéndome pleno, completamente feliz de estar en aquel lugar y junto a esa persona muy especial. Era inexplicable la sensación de bienestar que sentí cuando abrí los ojos y lo primero que contemple fue a una persona hermosa, como un ángel, durmiendo con toda paz sobre mi pecho. Podía sentir su respiración, su corazón latir, y podía quedarme horas así, intacto, observándola mientras descansaba. Ella se veía hermosa de todos modos. Estar con ella me hacía olvidar de absolutamente todo lo malo, todos los problemas, todas las preocupaciones. Y solamente podía pensar y disfrutar de nosotros juntos. Luego de abrir mis ojos por primera vez en la mañana, me quede intacto sobre la cama, abrazándola y acariciándola mientras dormía. Estuve así como media hora, hasta que ella también despertó lentamente. Me miro a los ojos y me abrazo con cariño. Me demostró que también estaba feliz después de lo que había sucedido.

-¿Te sientes bien? – Pregunté mientras la acariciaba tiernamente.

-Más que bien… muy muy muy bien. – Respondió con una bella sonrisa en su rostro. - ¿Y tú? – Cuestiono con curiosidad. Suspire una vez y luego conteste con seguridad…

-Soy el hombre más feliz del mundo ahora. - Conteste observándola con confianza a los ojos, y luego le proporcione un dulce beso en la frente. – Hacia mucho que no me sentía tan bien. – Acoté.

-Me encantaría quedarme para siempre aquí, contigo. – Murmuro con suma sinceridad.

-Ni lo menciones. Me quedaría de por vida aquí. – Correspondí a su deseo. – Disfrutemos el tiempo que nos queda… ¿vamos a desayunar algo? – Propuse.

-Sí, estaba pensando en lo mismo. – Aceptó.

Entonces al instante nos levantamos, y en unos minutos nos dirigimos a la cocina a prepararnos algo para calmar nuestro reciente apetito. Comimos con tranquilidad mientras pensábamos que haríamos en el día. Decidimos preparar todo para almorzar y pasar la tarde frente al mar. Para poder disfrutar al máximo del día. Y por la noche, iríamos a una fiesta en una playa cercana.


Narra Evelyn:

La tarde junto a Nicholas fue increíble. La pasamos de maravilla juntos, gozando todo el tiempo juntos, aprovechando al máximo del paisaje, y de los placeres que ofrecía la playa. Luego del atardecer regresamos a la casa, donde nos comenzamos a preparar para irnos a la fiesta. Era fácil prepararse para un evento así, además porque no requería de mucha producción, el pelo suelto, unos aros grandes, un vestido suelto, y unos suecos era el conjunto ideal. Y Nicholas estaba hermoso con sus rulos a medio peinar, una bermuda suelta, una camisa con algunos botones sin prender, y arremangada en sus brazos.
En la fiesta, estaba lleno de gente, pero no conocíamos a nadie. Había un pequeño puesto donde servían bebidas, y el volumen de la música estaba al máximo. De inmediato tomamos algo y nos pusimos a bailar entre risas. En un momento en medio de la noche abandone unos minutos a Nicholas para ir al baño. Tarde solo unos minutos. Pero al salir del mismo me encontré con una persona inesperada, alguien que no me causaba alegría al verlo... él estaba allí.

-¿Lucas eres tú? – Cuestione confundida. La expresión en su cara cambio al ver que yo había notado que él estaba ahí. Se mantenía serio sin responder, y por eso volví a indagarlo nuevamente. - ¿Qué haces aquí? – Dije un tanto molesta.

-Sí, estoy aquí. – Afirmo. - ¿Y qué? ¿A caso es un lugar privado? ¡No! – Menciono con ironía. El y su frustrante sarcasmo…definitivamente sacaba lo peor de mí.

-Ya me cansaste ¿lo notas, no? – Pronuncie fastidiada por su presencia. – No quiero discutir. Solo te voy a pedir que no molestes y que ya dejes de meterte en mi vida. – Indique segura de lo que quería, y de inmediato intento alejarme de él, pero me detuvo tomándome con fuerzas del brazo.

-¿No iras corriendo a decirle al tarado de tu noviecito que yo estoy aquí? ¿Verdad? – Cuestiono sin soltarme un segundo.

-¡Suéltame! – Exigí. – A ti no te importa lo que yo hablo con mi novio. – Aclaré por ultimo.

-Ok, si vas a portarte mal… lo mejor es que te lleve conmigo.- Pronuncio aún más nervioso y enojado por mis palabras. - Tenemos temas pendientes para hablar solos tú y yo. – Expreso serio. Quise detenerlo, pero él seguía jalándome del brazo con fuerzas. Hice unos pasos casi arrastrándome, insistiendo en que me soltara. Forcejeamos un poco y termina tirada sobre suelo, golpeando mi cabeza con algo suelo que había allí, y eso hizo que mi cuerpo quedara inestable por un momento… me sentía mareada.

-¡Sal de aquí! – Grite como pude, cuando noté que Lucas intentaba levantarme del suelo. -¡Aléjate! – Insistí. Pero justo en aquel momento Nicholas se hizo presente. Fue a buscarme. Se preocupó al percibir que yo no regresaba. Presintió que estaba sucediendo algo malo. Él estaba confundido, pues no entendía lo que ocurría.

-¿Qué está pasando? – Pregunto confundido. Y al verme todavía arrojada sobre el suelo, intentando ponerme de pie, se agacho un poco para ayudarme. –Mi amor ¿Qué paso? ¿Estás bien? – Pregunto con preocupación.

-Vámonos de aquí. – Pedí un poco adolorida.

-¡Ahora sí! ¡Lo único que faltaba era que aparecieras! – Exclamo Lucas dirigiéndose a Nick.

-¿Qué diablos haces tú aquí? – Cuestiono mi novio un poco alterado por la presencia de Lucas.

-A ti no te importa. – Pronuncio firme.

-¿¡Que le hiciste a mi novia!? - Indago Nicholas nuevamente aún más furioso que antes. Yo estaba parada detrás de él, todavía estaba sintiéndome un poco mal.

-Tú deberías irte, ella y yo tenemos tanto para hablar. – Mintió. En realidad no había nada pendiente entre nosotros.

-Basta Lucas, por favor. – Pedí cansada de todo el drama que el siempre provocaba. No sé porque, aquel sujeto respondió a mis palabras con una risa sarcástica. Él no pensaba nunca antes de actuar, y lo única idea o meta que siempre tenía en mente era salirse con la suya sea como sea. Estaba tan encaprichado en “hablar” conmigo, que quiso volver a agarrarme, pero Nicholas al instante lo detuvo con fuerzas, me defendió.

-No te acerques a ella, ya te lo advertí. – Expreso Nick irritado, al mismo tiempo que lo empujó hacia atrás alejándolo de nosotros. Pero Lucas no se dio por vencido y regreso a enfrentarse, forzando a Nicholas hacia un costado, y nuevamente trato de rodearme con sus repugnantes garras. Alcanzo apenas a rozarme el brazo. Mi novio se levantó como un rayo, y lo derribo de un golpe. No era un chico violento, pero sé que en ese instante exploto. –No la vuelvas a tocar ¿entendido? – Expreso un poco alterado, pero protegiéndome. En ese instante yo seguía allí de pie, un poco mareada y adolorida. Nicholas giro para sostenerme un poco y ayudarme a caminar. En un momento nos dimos vuelta para ver lo que había sucedido con Lucas, y notamos que se iba caminando en dirección diferente a la nuestra.

-¿Estás bien? – Preguntó con preocupación.

-Si… estoy mejor. – Conteste. – Pero no entiendo que hace este idiota aquí. – Me queje indignada.

-No lo sé…pero tranquila. Ya se fue. – Me calmo mientras me daba un suave beso en la mejilla. Luego nos fuimos de la fiesta, caminando lentamente abrazados por la playa, muy cerquita del mar. Realmente me sentía un poco asustada, pero más que todo furiosa por la presencia de Lucas allí. Nunca imagine que podía llegar a encontrarme con el justo en nuestro descanso. Tampoco podía comprender sus intenciones, y sentía que había algo más detrás de Lucas.

-Es que no me puedo sacar de la cabeza que arruino nuestro tiempo juntos. – Mencione apenada.

-No arruino nada. – Aseguro. – Solo fue un mal momento, pero ahora ya estamos solos otra vez. – Me alegro con sus palabras. – Además, nunca voy a permitir que te lastime. – Expreso protegiéndome. Al instante sonreí con ternura y lo mire a los ojos como él siempre lo hacía.

-Te amo tanto Nicholas. – Exclame con total sinceridad. Mi corazón todo el tiempo gritaba esas palabras, y sentía la necesidad de demostrárselo en cualquier oportunidad.

-Yo también hermosa. – Correspondió a mis palabras abrazándome con fuerzas. Rodeándome con sus fuertes brazos, apegándome aún más a él. Cuando nos alejamos nuevamente un poco para poder vernos a la cara, Nicholas tomo mi rostro entre sus manos, y comenzó a besarme con pasión. De inmediato seguí aquel gesto, correspondí a sus labios como él lo esperaba. En esos minutos todo era más que perfecto. Pues podía sentirlo solo a él, era como si nos eleváramos o fuéramos los únicos seres vivos del planeta tierra.


[Hola! Primero y principal espero que todas hayan tenido un GRAN comienzo de año, y les deseo lo mejor a todas. Que el 2012 sea inolvidable. Luchen por sus sueños, y nunca jamás bajen los brazos. Porque cuando realmente deseamos algo, con fuerzas y siendo positivos, siempre se cumple. Bueno, acá les dejo el capítulo 23. Espero que les guste, y les voy avisando que en ya están cerca los capítulos con más adrenalina, peligro, drama y esas cosas. Gracias por leer siempre, y por los hermosos comentarios que realmente me hacen sentir muy bien y feliz. Las quiero mucho!!]


-Evi.