3 de abril de 2012

Capítulo 41: No pude evitar besarla...

Narra Evelyn:

Tres semanas después las cosas no habían cambiado mucho. Nicholas seguía con su novia, y también continuábamos sin vernos, ni hablar. Y yo me estaba acercando cada vez más a ese sujeto, Brian. Todavía no habíamos tenido la oportunidad de vernos personalmente, pero creo que lo haríamos pronto. Esa tarde Joseph me mandó un mensaje, invitándome a una fiesta que organizaba en su casa porque había terminado su CD como solista y probablemente en unos dos meses se estaría vendiendo en las mejores disquerías. Me dijo que podía ir con amigas, o algún acompañante. Derek no era amante de las fiestas. Holly dijo que tenía otra mejor,  y para no llegar tan sola se me ocurrió la idea de invitar a Brian.  Además supuse que Nicholas estaría allí con Delia. Y no quería ser siempre la que se quedaba sola. Como lo sospeche, McAdams acepto la propuesta de asistir juntos a la fiesta, y quedamos en que me pasaría a buscar en su auto, el lugar del evento era la casa nueva que había rentado Joe.

Cuando anocheció comencé a prepararme. Me vestí y me maquille lo mejor posible, pero no para que Brian me viera linda, si no para que Nicholas lo hiciera. En cada cosa que hacía, pensaba en él. Minutos después de que termine de alistarme, el chico llego por mí. Por supuesto, Derek no sabía nada, pues no iba a agradarle la idea de que saliera con un tipo mucho mayor que yo.

-Hola… - Dijo el un poco tímido. – Creo que esta es nuestra primera cita. – Menciono y yo me sentí algo incomoda con esas palabras.

-Emmm… sí. – Respondí un poco confundida y luego sonreí para no parecer insegura de lo que estaba haciendo. – ¿Vamos ya? – Propuse para cambiar de tema. El asintió y nos dirigimos hacia su auto. Me abrió la puerta del mismo para que pudiera subir, y luego comenzó a conducir hacia el destino indicado. Al llegar, ingresamos a la fiesta. Lo primero que hice fue buscar a Joseph para saludarlo. Brian no se despegaba de mí. Me seguía por detrás. Finalmente observe a la persona que estaba buscando… 

-¡Joe! – Pronuncie exaltada, elevando un poco mi tono de voz. El giro para verme, y se aproximó rápido a abrazarme con una gran sonrisa.

-Evi… ¡Viniste! – Dijo contento de verme ahí.

-A ti nunca te fallaría, y lo sabes. – Aclaré simpática. – Te felicito por tu trabajo, me muero por escucharlo. – Revele.

-Muchas gracias. Mañana si quieres puedo llevarte un CD a tu casa. Obviamente nadie más que tú puede escucharlo. – Planteó entusiasmado.

-Me encantaría. – Acepte. Mientras tanto Brian seguía allí, detrás de mí. Y Joseph se percató de su presencia, y no pudo evitar entrometerse.

-¿Y tú eres…? – Pregunto dirigiéndose a McAdams.

-Soy Brian McAdams… Estoy aquí por ella. – Se presentó extendiendo su mano para saludar.

-Ah… si, sé quién eres. Es un placer. – Contesto Joe respondiendo a su gesto. – Me caes bien, pero cuidado con mi amiga– Advirtió un tanto bromeando, pero a la vez parecía decirlo con seriedad. Por un momento hubo un silencio corto, y una sonrisa algo nerviosa por parte de Brian. – Solo bromeo. -  Acoto.

-Lo sé… - Exclamo y luego lanzo una carcajada un poco falsa. – Muy buena fiesta, es genial. – Alago para cambiar con velocidad de tema. Joseph estaba a punto de contestar pero justo otros amigos que acaban de llegar se acercaron a él, y tuvo que abandonar nuestra conversación. Así que nos centramos un poco más entre la gente y la música. Y todo iba bien… normal. Nada de otro mundo. Hasta que lo vi entrar a Nicholas junto a Delia. En ese instante mi mente dio un giro. Pero intente fingir que no los había observado, que ya no tenía intereses. Fue tan solo un momento cuando Nick justo clavo sus ojos en mí, me vio. Parecía confundido por verme de esa manera. Lo contemple con disimulo y vi que le decía unas palabras a Delia… finalmente ella se quedó junto a sus amigas y el subió por una escalera hacia arriba.

-Brian… por favor ¿podrías buscar algo para tomar? – Cuestione tratando de sacármelo de encima por unos minutos.

-Claro que sí, no te muevas. – Acepto y se fue. Sin perder más tiempo, corrí a subir por la misma escalera que lo había hecho Nick hacia un instante. Había mucho silencio en aquel piso… varias puertas también. Hasta que escuche que él hablaba… un poco fuerte. Como si estuviera enojado por alguna razón en especial.

-Joseph ¡¿Tú la invitaste?! – Lo cuestiono.

-Sí, sí, lo hice. Porque es mi amiga y la aprecio. Hermano, no comprendo cual es el problema. – Expresaba más tranquilo.

-¿Viste con quien vino? ¡¿No podía venir sola que tuvo que venir con ese imbécil?! – Se quejaba furioso.

-Déjala. No debería molestarte que este aquí con el… ¡Vamos, no te está haciendo nada! – Reprocho con razón.

-Joe ¡está arruinando todo, es un estorbo ahora mismo! Las cosas deben salir de una manera determinada, pero con ella aquí… ¡ella arruina mis planes! – Volvió a quejarse Nicholas enojado. Y puedo jurar que esas palabras me dolieron en lo más profundo de mi alma. Di media vuelta, pero al hacerlo tan bruscamente, a causa de los nervios, baje la manija de la puerta, y ellos notaron que había alguien oyéndolos. En seguida salí corriendo… hacia fuera, hacia el patio de la casa. Era todo muy triste y doloroso, y como si fuera poco, estaba lloviendo a cantaros.

-¡Evelyn espera! ¡No quise decir eso, no es como tú piensas! – Oí a Nicholas gritar a pocos centímetros de mí. Entonces gire para verle la cara. Con mi rostro empapado, ensuciado por el delineador negro que recorría mi cara a causa del agua, y de mis lágrimas que no dejaban de escaparse de mis ojos… una tras otra.

- ¿Acaso estoy sorda o qué? Sé muy bien lo que escuche. Nicholas… - Quise seguir hablando, pero mi llanto me ahogaba.

- Es que ahora no lo entiendes pero… - Comenzó a dar excusas pero lo interrumpí rápidamente.

-Ahora sé qué piensas que soy un estorbo, que molesto, pero voy a pedirte algo y si me respondes te juro que jamás volveré a molestarte. Nicholas mírame a los ojos y dime que ya no soy nada en tu vida, dime que ya no me amas, dime que solamente soy una piedra en tu camino, dime que ya no me necesitas y te juro por lo que más quiero que jamás vas a volver a verme, que nunca más me cruzare en tu vida. Dímelo. – Pedí con todo el dolor del mundo sobre mí. Consiente de cada palabras que decía, y segura de lo que podría hacer a causa de su respuesta. Ya no podía resistir con todos esos sentimientos horribles dentro de mí.

Narra Nick:

Me lastimaba tanto verla así. Saber que yo tenía la culpa de que ella estuviese en ese estado me llenaba de odio a mí mismo. Era insoportable esa horrible emoción de estar en falta con ella. Me miraba fijo con esos ojos humedecidos, con su cuerpo totalmente empapado, podía contemplar a una mujer que fingía ser la más fuerte de todas, pero que en algún momento no podía evitar ser la más débil. Eran esas veces que se creaban velozmente en mi interior esas ganas de abrazarla y besarla con fuerzas, de protegerla y darle ese calor que la hiciera sentir amada, cuidada. Pero también me sentía entre la espada y la pared… ¿Para qué iba a pedirle que se fuera si en realidad no quería perderla? Y tampoco tenía mucho sentido pedirle que se quedara, porque no tenía la libertad para abandonar a Delia.

-No, no,  no me molestas, ni mucho menos eres un estorbo en mi vida. No puedo pedirte que desaparezcas de mi vida… porque no es lo que quiero. – Exprese con sinceridad mientras le secaba las lágrimas acariciando su rostro.

-Pero Nicholas ya deja de ser tan misterioso y dímelo de una vez. ¿Me amas, o que es lo que quieres? – Cuestiono totalmente enredada.

-Te amo más que a mi vida. Nunca amé a nadie como a ti. – Confesé. Algo que antes se lo había expresado más de una vez. Ella se quedó perdida en mis ojos. Sin palabras… siguiendo sin poder comprender por completo la situación. Y rompí esa barrera besándola… recorriendo sus labios mientras la lluvia seguía cayendo sobre nosotros. Pero sin embargo continuábamos allí abajo, dándole poca importancia al agua, piedras, rayos, o lo que sea. Cuando nos separamos, ella volvió a hablar.

-Nick ¿Por qué me estás haciendo esto? – Pregunto directa. Creo que necesitaba oír de una vez una respuesta concreta.

-Vamos a una habitación donde podamos hablar tranquilos. ¿Está bien? – Ofrecí para estar más cómodos y ella acepto sin problemas.  La lleve hasta una de las habitaciones de Joseph. Lo primero que hice fue buscar unas toallas, y la cubrí haciéndola sentir reconfortada.

-Ten esto. – Dije entregándole una camisa. – Póntelo así se puede secar un poco tu ropa. – Mencione. Ella agarro la camisa, se alejó un poco y quedo dándome la espalda. Luego se quitó la remera, quedando cubierta solo por un corpiño. En ese instante quede paralizado, contemplándola. Acto seguido se colocó la camisa, la cual le quedaba como un vestido, y por eso mismo se quitó la pollera sin problemas. Quedo tan simple y tan sencillamente vestida que eso la hacía ver aún más hermosa.

- Listo. – Dijo. – Ahora puedes empezar a hablar. – Menciono un poco más calmada.

-Bien, siéntate aquí. – Exprese mientras nos sentábamos los dos sobre una cama. – Es difícil empezar a decir esto. Evi… yo te mentí. – Admití. – Yo no amo a Delia. – Revelé finalmente. Y se mostró sorprendida.

-Y entonces ¿Por qué te estás comportando de esa manera? – Pregunto confundida. Yo suspiré.

-No quiero meterte en toda esta… esta basura de nuevo. – Dije verdadero. – Estoy con Delia por un contrato. Es por ellos, para librarme de una vez de esas personas que me hacen la vida imposible. – Confesé finalmente, y me sentí aliviado.

- ¿Qué? – Cuestiono completamente desconcertada. – No entiendo… ¿estás hablando en serio? – Acotó y yo asentí dando el sí. – Eso quiere decir que tú estabas alejado de mí solo para… - Empezó a hablar.

- Solo para cuidarte y protegerte. – Termine la oración.

-Por Dios, me siento tan culpable. – Menciono. – Perdóname… yo nunca pensé que estaba pasando algo así, nunca sospeche nada y…- Comenzó a disculparse y la interrumpí de inmediato.

-Shh… - La callé. – No tienes que darme ninguna explicación. – Exprese mientras acariciaba con suavidad su rostro. – Perdóname a mí por hacerte sufrir. – Susurre a su oído. Y otra vez no pude evitar besarla, no lograba contener esas ganas repentinas e incontrolables de volverla a tener entre mis brazos como antes.

[Wooow! Ya llegue al capítulo 41. Confieso que es uno de los más lindos, me sentía re feliz, con una linda sensación mientras lo escribía, no sé porque. Espero que les guste...Y como siempre les digo, gracias por los lindos comentarios, por los mensajes en twitter, por leer, POR TODO. Lo mejor de subir esta novela es que chicas como ustedes la lean, y la puedan disfrutar. Las adoro.]

8 comentarios:

  1. Ohh ame el cap.
    @JoBrsMuchBetter

    ResponderEliminar
  2. hermoso fghjkl ♥
    @NatibelMania

    ResponderEliminar
  3. Me encanto!! Por dios!! Por fin Nick le dijo la verdad a Evi!! Siguela pronto :)
    @MyWorldJoBros

    ResponderEliminar
  4. OMG!!!!! Ame el capitulooooooo :') iba leyendo y como que cada vez me sentaba mas y empezaba a gritar son tan tiernooooos :') la fin le dijo todooooooo y que mande a china a brian 77 ahahaha sube prontooo
    @Feeeerjb

    ResponderEliminar
  5. aaaai me encantó el capítulo, definitivamente lo tuyo es la escritura, lo amé! te felicitoooo! y la historia entre ellos es muy tiernaa! @daanipuii

    ResponderEliminar
  6. ME ENCANTOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO PERO QUERIA SABER QUE SGUIÓ DE ESE BESO, DIGO, ESTABAN EN UN CUARTO, SOLOS, ELLA SEMI-DESNUDA, EL MOJADO, EN UNA CAMA... SHIIIIIIIIIIIR, SIGUELAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
    Te quiero cuñis.♥

    ResponderEliminar
  7. ahhhhh que capitulo tan romantico, definitivamente esta nove me atrapo por completo. amo tu nove, me encanta tu inspiracion cada palabra que escribis.
    @caroni1609

    ResponderEliminar
  8. me encantaa!=) eres muy buena en esto!

    ResponderEliminar